El triunfo por 2 a 0 de Banfield ante Racing en el Sur marcó el regreso del fútbol argentino, con la Copa de la Liga Profesional. Pese al cambio de torneo, se vio algo parecido a lo de la Copa Diego Maradona. La muestra: más allá de los cinco cambios por equipo, tanto el local como el visitante terminaron con futbolistas acalambrados (Luciano Lollo, por el Taladro; Mauricio Martínez, por la Academia), jugando en una pierna, lejos de sus puestos habituales. La corta pretemporada, de apenas tres semanas, tal vez haya influido también en el ritmo de juego.

En esa letanía, Banfield se llevó un merecido premio con una actuación calcada a las que lo llevaron al segundo puesto del último semestre. También Racing, al cabo, mostró una cara similar: de no ser por Gabriel Arias el resultado en contra habría sido más abultado. La foto de la excursión de Racing al Florencio Sola fue una posterior al segundo tanto del Taladro, el de Giuiliano Galoppo: Alexis Soto, Leonardo Sigali y Arias tirados dentro de su propio arco, derrotados.

En los nombres, de inicio, la mayor novedad en Racing fue la aparición de Maximiliano Cuadra, que regresó tras sus pasos en préstamo por Unión, Gimnasia La Plata y Cobreloa, de Chile. Los demás eran los mismos con los que Sebastián Beccacece terminó su ciclo en enero. Pero en la presentación de Juan Antonio Pizzi como entrenador aparecieron algunas variantes tácticas, como la inclusión de Nery Domínguez en la posición de volante central. Fue un 4-3-1-2 el dibujo que presentó el ex entrenador de Barcelona, que no logró plasmar sobre el césped lo que pretende de su conjunto. «Mi idea es ser protagonista. Considero que la pelota lleva al protagonismo de un equipo, aunque no es exclusivo. Es un aliciente tener la pelota para ser protagonista. Buscaremos profundidad y circulación. Y cuando no las tengamos, recuperar lo más alto y rápido posible», había dicho. Se vio muy poco de eso.

La Academia se estrenó en la Copa de la Liga Profesional en un clima enrarecido puertas adentro. El chileno Eugenio Mena no comenzó como titular el torneo, disgustado con la desactualización del valor del dólar en su contrato, firmado en 2018. Y no es un único caso: referentes como Sigali y Domínguez plantearon lo mismo a la dirigencia. Algunos de esos cortocircuitos ya se habían sentido durante 2020, pero terminaron de hacerse visibles en la previo a este campeonato, luego de que Racing decidiera moverse en el mercado de pases. Ezequiel Schelotto, Maxi Lovera y Tomás Chancalay estuvieron como suplentes frente a Banfield. Aníbal Moreno se hizo la revisión médica y la próxima semana se sumará al plantel. Además, Joaquín Novillo, defensor central de 21 años de Belgrano, de Córdoba, está muy cerca de sumarse.

El primer gol

Soto fue el titular ante la ausencia de Mena. El ex jugador de Banfield la pasó mal frente a su viejo club. Durante el primer tiempo había sufrido la velocidad de Juan Pablo Álvarez, pero una gran tapada de Arias maquilló su error. En la primera jugada del segundo tiempo Soto falló en un cierre y le dejó la pelota en el área a Álvarez, que esta vez no falló: cruzó su remate y anotó el primer gol de esta Copa. Esa acción fue la bisagra del partido.

Banfield mostró el mismo estilo que lo llevó a la final de la Copa Diego Maradona, en la que cayó por penales a manos de Boca: un equipo corto y siempre listo para el contraataque. Sufrió las salidas de Jorge «Corcho» Rodríguez y Claudio Bravo, y Agustín Fontana pasó a entrenarse en la reserva por un problema contractual. Pero el conjunto dirigido por Javier Sanguinetti lo disimuló muy bien. Durante el 0 a 0 el partido ya era chato, y la ventaja del Taladro lo volvió más previsible. A Racing le costó mucho encontrar los espacios y ser profundo. Nunca miró a los ojos al arquero Mauricio Arboleda.

En el segundo tiempo, en el local debutó en la primera Ramiro Enrique, hijo del Negro, campeón del mundo en México 86. El pibe, delantero veloz de 19 años, fue un problema para la defensa de Racing. Que no encontró respuestas en el banco de suplentes. Pizzi mandó a la cancha a Lovera y a Chancalay, que tenían apenas un puñado de prácticas junto a sus compañeros. El ex futbolista de Colón tuvo una buena carta de presentación: en la primera pelota que tocó como jugador de Racing sacó el único tiro al arco del visitante en todo el partido. De todos modos, ni el ex integrante del sub 20 ni Lovera aportaron soluciones a un equipo que ni siquiera mostró rebeldía ante la adversidad. No fue el estreno de temporada que esperaba La Academia.

El segundo tanto

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