“Uno plantea cuestiones. A partir de ahí deberían resolverse en el tiempo en el que tienen que resolverse, pero no se resolvieron”, planteó el entrenador, aludiendo al Consejo de Fútbol.
La derrota sufrida ante Banfield el viernes pasado por la Liga Profesional marca el precedente. Evidentemente, Sebastián Battaglia entendió esa noche del 0-3 que el recambio a disposición no estaba a la altura como para reemplazar a los titulares en el campeonato, por el que también habían perdido contra Unión (1-2), también en La Bombonera. Este martes, el entrenador pareció no confiar en los suplentes frente a Corinthians, que dejó fuera de la Copa Libertadores a Boca vía penales.
Boca fue mejor en la serie de octavos de final, pero en la Bombonera le faltó chispa en el segundo tiempo. Un cambio de aire que le otorgara otra cosa para romper el cero que se mantuvo tanto en San Pablo como en Buenos Aires. El director técnico apenas miró al banco de relevos para llamar a Juan Ramírez, que entró por Exequiel Zeballos a falta de 10 minutos y justo falló su penal, el último de Boca antes de que Gil clasificara a Corinthians. Al local le faltó acción de peligro en el arco de Cássio durante la segunda mitad y la sensación fue de que debió cambiar más piezas de las que estaban en el campo.
Compacto de Boca 0 vs. Corinthians 0
En la conferencia de prensa Battaglia no dramatizó la eliminación, sino que pareció dar un mensaje que estuviera atorado en su garganta. Consultado sobre las opciones que tuvo entre los suplentes y el último mercado de pases, aludió al Consejo de Fútbol, al que lidera Román Riquelme. “Seguramente”, respondió sobre si Boca habría tenido que ser más determinado en pos de incorporar recambio de jerarquía. “Uno plantea cuestiones. A partir de ahí deberían resolverse en el tiempo en el que tienen que resolverse, pero no se resolvieron”, se quejó, sin mencionar a los integrantes del Consejo ni al vicepresidente segundo del club. Y mostró un evidente inconformismo por las salidas de algunos futbolistas, como Eduardo Salvio: “Es más: se han ido muchachos que eran importantes, pero son situaciones que no manejo yo. Y uno trata de hacer lo mejor con lo que tiene”.
Dio la impresión de ser una réplica a un comentario que en su momento hizo el propio Riquelme, una vez cumplidos los objetivos del semestre pasado. “La verdad es que felicito al Consejo de Fútbol por los jugadores que trajo últimamente. No veo que hablen sobre que tengamos que traer a éste, al otro. Eso quiere decir que tenemos un buen plantel. No se habla de Boca por el mercado de pases”, dijo el vicepresidente. Todo un contrapunto con lo que acaba de sostener el entrenador.
Luego, Battaglia dio una explicación más futbolística sobre no haber hecho más cambios ante Corinthians. “Teníamos que seguir en partido, no desordenarnos. Lo hicimos bien. Sí, es cierto que podría haber metido a otro de los delanteros, pero preferimos seguir así”, justificó. Y se mostró fuerte para seguir, aun cuando el objetivo primordial se frustró prematuramente: “El rival vino a empatar y lo consiguió. Es una derrota que duele, porque siempre la Copa Libertadores es uno de los objetivos importantes. El club merece responder día a día y decir «presente» en todas las competiciones. Lo que pasó hace un rato ya quedó en el pasado, por más que duela”, apaciguó.
La serie de penales
Y también habló de Darío Benedetto, encargado del quinto penal de la serie, que el 9 derrochó insólitamente cuando tenía en sus pies la clasificación para los cuartos de final. “La decisión de que pateara el quinto fue de él. Estaba con confianza y nosotros vamos definiendo también en relación con definiciones anteriores. Fue de esas noches en que las cosas no salen”, expuso Battaglia.
Que también se refirió a la determinación del árbitro de amonestar, y no expulsar, a Raúl Gustavo por el codazo a Pol Fernández que propició el penal para Boca a los 31 minutos, también malogrado por Benedetto. “Creo que fue una interpretación diferente a la de Marcos [Rojo, a quien le cobraron correctamente un penal en la ida], que abrió el brazo. En la de hoy el movimiento fue para pegar un codazo, y podría haber recibido otra tarjeta. Pero son interpretaciones”, opinó, pero queriendo no dar demasiada trascendencia al tema.
Al lado del DT ante los periodistas Carlos Izquierdoz, que apoyó a Benedetto en su noche olvidable. “Tuvimos situaciones y no las concretamos. Después, sabemos cómo son los penales. Pipa nos ha salvado miles de veces; hoy no pudo meterla y ya está, no pasa nada. Hay que agradecerle que está con nosotros. Obviamente, estamos con dolor”, expresó el capitán, que además pidió disculpas a los hinchas por no haber superado en casa los octavos de final.
Por otro lado, el defensor eludió referirse a su futuro en el club: en diciembre se vencerá su vínculo e Izquierdoz nunca cumplió, desde 2018, el sueño de ganar el torneo subcontinental. “Dejame ir a dormir tranquilo, dale. Hace media hora terminamos de jugar y en ese tiempo no voy a estar pensando en la respuesta”, contestó con cierta molestia, pero afectuoso.
El golpe en Boca es evidente. Y en medio, flota es sensación de Battaglia de que con algo más de recambio se podría haber evitado la eliminación. Una frustración, la del entrenador, que bien puede tener repercusiones en las próximas horas.
Fuente: Franco Tossi – LA NACION Deportes – Fotos: Mauro Alfieri – LA NACIÓN – Videos: Sports Center – ESPN – LA NACION Deportes