El 1-1 en el Nuevo Gasómetro, por la 10ª fecha de la Zona 1, castigó al equipo local, que tuvo muy poco la pelota (el 35%) y, cuando lo hizo, la manejó sin criterio; cortó así una racha de tres victorias seguidas y está fuera del Top 4.
El gol de Gabriel Hauche fue un castigo para San Lorenzo. Es cierto que en la jugada previa al 1-1 de Argentinos pudo haber definido el partido con una situación muy clara desperdiciada por Jalil Elías, pero el Ciclón jugó mal y no mereció ganar en el Nuevo Gasómetro, encuentro por la zona 1 de la Copa de la Liga Profesional. Tenía la idea seguir subiendo y meterse entre los cuatro primeros de su grupo para acceder los cuartos de final, pero tuvo un rendimiento muy flojo, casi no generó chances de gol y encima en la segunda etapa se defendió tan cerca de su arco que casi que “invitó” a Argentinos a igualarle.
De esta manera no pudo hilvanar su cuarta victoria seguida en el certamen local, luego de los triunfos conseguidos ante Estudiantes (2-0), Rosario Central (2-0) y Platense (3-2). El equipo de Milito, por el contrario, volvió a marcar un gol tras dos 0-0 ante Colón y Central Córdoba.
Lo mejor del partido
En el primer tiempo, el equipo de Diego Dabove tuvo una asombrosa efectividad: una llegada clara, un gol. Porque había tenido una aproximación con Uvita Fernández tras un centro atrás de Peruzzi, pero en la única que pudo llegar hasta el fondo convirtió: centro cruzado de Gabriel Rojas desde la izquierda pasado, Fernández la cruzó con el primer cabezazo y Angel Romero (ingresando por la izquierda) venció a Chaves con otro cabezazo cruzado. Iban 36 minutos y en ese tanto también hay que marcar un gran déficit defensivo de los tres centrales de Argentinos (Kevin Mac Allister, Torren y Quintana -más Elías Gómez-) y la floja respuesta del arquero Cháves.
El 1-0 de Angel Romero
Argentinos, desde el esquema 3-4-2-1 de Gabriel Milito, tratando de hacerse ancho con los carrileros Matías Romero y Elías Gómez, se imponía en el medio campo. Jugó mejor en esa zona donde el 4-1-4-1 de San Lorenzo no hacía pie desde la posesión y terminaba jugando más en campo propio que en el adversario.
La estrategia de Dabove: mantener a los hermanos Romero como titulares por el envión conseguido en los últimos partidos, así hizo convivir a varios futbolistas ofensivos. Por delante del Torito Rodríguez se ubicó una línea de 4 con Uvita Fernández, Oscar Romero, Juan Ramírez y Angel Romero, mientras que el futbolista más adelantado (como 9) fue Franco Troyansky. El DT no contó con Franco Di Santo, una de las figuras de la levantada del Ciclón en los últimos encuentros, tanto en el certamen local como en la etapa previa de la Copa Libertadores.
El 1-1 de Hauche
Pero esas características no fueron sinónimo de buen juego. En el inicio San Lorenzo abusó demasiado de los pelotazos y -en el juego de las “pelotas divididas” y de la lucha- se sentía más cómodo Argentinos, que iba ganando terreno con empuje y fabricando infracciones que luego eran utilizadas para jugadas preparadas de Milito hacia el área de Devecchi.
Y también salió más despierto el ex equipo de Dabove. A los 15 segundos de juego había creado una chance muy favorable, con un centro de Matías Romero y un cabezazo de Carabajal que exigió a Devecchi.
En el segundo tiempo, Milito metió dos cambios para hacer reaccionar al equipo, que (en rendimiento) había ido de mayor a menor. Ingresaron Jonatan Gómez por Fausto Vera y Emanuel Herrera (1m86) por Cabrera para jugar de doble 9 con Avalos (1m88). Y por la vía aérea tuvo un par de chances: un cabezazo de Quintana que controló Devecchi y un mano a mano del arquero ante Jonatan Gómez.
Dabove vio que seguía perdiendo el medio campo y ubicó a Jalil Elías (volante de marca) por Uvita Fernández (delantero). Pretendió darle un socio para la recuperación a Torito Rodríguez, aunque el balón lo seguía manejando el equipo de Milito (64% a 36% en la posesión).
El minuto del partido que cambió la ecuación fue el 25 de la segunda etapa: de un área a la otra, lo que pudo ser el 2-0 de Jalil Elías tras una buena jugada de Ángel Romero (lo perdió entrando a la carrera por el segundo palo) fue el empate de Gabriel Hauche, que con sólo cuatro minutos en la cancha (ingresó por Avalos) le dio un festejo a Milito: aprovechó el quedo de la defensa del Ciclón y batió a Devecchi con un derechazo fuerte.
San Lorenzo no reaccionó ni mejoró luego del empate. Incluso estuvo más cerca de perderlo que de ganarlo.