A San Lorenzo no le salió nada contra Talleres y hasta falló su jugador de moda

San Lorenzo es uno de los mejores equipos en lo que va del torneo y terminó primero e invicto la etapa de grupos. Pero en el comienzo de la Zona Campeonato de la Copa Diego Maradona mostró una cara totalmente opuesta y cayó derrotado por 2-0 contra Talleres, en el Nuevo Gasómetro. El equipo cordobés se defendió bien, expuso una dosis de garra, buen fútbol, avanzó y exhibió contundencia. Se marchó de Buenos Aires con un triunfo muy justo.

El compromiso con Talleres asomaba como un desafío para el DT Mariano Soso porque tuvo que afrontarlo con tres bajas en la defensa (Gino Peruzzi, Alejandro Donatti y Bruno Pittón), uno de sus puntos altos en el torneo, ya que había recibido apenas un gol en sus seis primeros partidos y tuvo la valla menos vencida en la etapa inicial del campeonato. Anoche todo cambió. La línea formada de emergencia no logró responder con creces ni volvió a lucir sólida. Pareció retroceder un par de casilleros en el tablero de esa zona de la cancha.

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Después de un inicio con varios hechos positivos e intercambiando ataque por ataque, a los 5 minutos Marcos Díaz exhibió una gran reacción en un mano a mano con Ángel Romero. En la respuesta a esa jugada, Fragapane desbordó por la izquierda, envió un centro que conectó Tenaglia de primera y Monetti se lució con una atajada a contrapierna. El arquero del Ciclón volvió a ser protagonista a los 15: corrigió su propio error en una salida con los pies y salvó al arco azulgrana.

Atacó Talleres con ideas, porque expuso mayor ambición y fuerza ofensiva. A los 18 minutos, Salazar se llevó por delante un centro de Retegui y los cordobeses abrieron el marcador en el Nuevo Gasómetro. Se imponía bien el conjunto de Medina. Siempre combativo, se paró con una clara intención de ataque. Ganó por los laterales y encontró profundidad. Y varias de sus mejores cartas (Pochettino, Valoyes, Fragapane) le agregaron una dosis de claridad al esquema del técnico uruguayo.

Talleres celebra su segundo gol y el buen inicio en la etapa Campeonato. Crédito: Pool Argra

A medida que transcurrieron los minutos, Talleres creció en ambición y San Lorenzo retrocedió más de un paso. Con Pochettino -uno de sus exponentes más regulares en el certamen- como estandarte, el equipo cordobés avanzó con más decisión y su superioridad se notó en todas las líneas.

Al Ciclón le costaba una enormidad progresar en el terreno. Ángel Romero aparecía poco, su hermano Oscar buscaba hacerse eje, pero no siempre encontraba receptores ni tampoco mostraba precisión en sus habilitaciones. Sin lucidez en los pies de Menossi, el juego se hizo repetitivo, confuso, demasiado obvio. Así, los avances fueron tan intermitentes que no supo cómo, cuándo ni por dónde encontrar un poco de fuerza en la delantera. Aquí además hubo un gran mérito de Talleres, que en el primer tiempo casi nunca lo dejó armarse. Maniató constantemente a su rival.

También en el segundo tiempo Talleres supo cómo y cuándo cambiar la marcha e imponer sus condiciones. Volvió tomar el control. A los 7 minutos, un centro de Pochettino encontró a Valoyes, solo y sin marcas por el segundo palo. Así estiró la diferencia y el 2-0. La de los visitantes era una receta tan sencilla como efectiva: concentración, practicidad y contundencia.

La reacción de San Lorenzo era previsible. Talleres dejó que su rival se adelantara para responder de contraataque. Pero el equipo dirigido por Soso se acercó hasta Marcos Díaz en forma poco clara. Cayó en una red de vértigo y desprolijidad que le impidió avanzar con lucidez. Para entonces, Talleres le había cortado los circuitos.

Ángel Romero, la figura azulgrana en los últimos tiempos, desperdició un penal en el desenlace del encuentro. Crédito: Mauro Alfieri/Pool Argra

El Ciclón deberá erradicar actuaciones opacas como las de anoche si sueña con arrimarse a los que pelearán por el título. Contra Talleres no le salió ni el tiro del final: cerca del cierre, Ángel Romero ejecutó un penal afuera.

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