La espera valió la pena. Con la agónica caída de Francia ante Escocia por 27-23 en París, Gales se consagró campeón del Torneo de las Seis Naciones sin jugar.
El sábado pasado, Francia había vencido a Gales para extender la definición hasta este viernes, cuando disputó un partido postergado como consecuencia de casos de Covid-19, correspondiente a la tercera fecha. Para ser campeón, Les Bleus debía imponerse con cuatro tries y 21 puntos de diferencia, pero no sólo no lo logró, sino que con un try en tiempo cumplido Escocia le arrebató la victoria.
Con un total de 20 puntos, Gales quedó como único líder, seguido por Francia (16), Escocia, Irlanda (15), Inglaterra (10) e Italia (0). Es el 28º título para Gales en el certamen de selecciones europeo por excelencia, que lo deja a uno de Inglaterra en el historial de máximos ganadores.
Gales había quedado a segundos de conquistar el Grand Slam (premio adicional al que obtiene el título habiendo ganado todos los partidos) el sábado en la última fecha ante Francia. Ganaba por 10 puntos y tenía un jugador de más, pero en un final polémico recibió dos amarillas y los franceses marcaron dos tries en los últimos cinco minutos (el último con el tiempo cumplido) para quitarles el honor y mantenerse con vida.
Debió esperar cinco días, pero el título finalmente llegó con la caída de Francia. Gales termina siendo un merecido campeón, aunque el Grand Slam hubiera sido un premio excesivo considerando que su juego no resultó demasiado brillante. Sí cabe rescatar la rápida recuperación que logró el entrenador neozelandés Wayne Pivac luego de un 2020 nefasto: siete derrotas y tres victorias ante rivales menores como Italia (dos veces) y Georgia.
Pivac tuvo la difícil misión de suceder a una leyenda del seleccionado de Gales como es su compatriota Warren Gatland, que entre 2007 y 2019 los llevó a ganar cuatro veces el Seis Naciones (tres con Grand Slam incluido, el último dos años atrás) y la semifinal en el Mundial de Japón 2019. Al principio parecía que no daba con la talla y no fueron pocos los que reclamaron que no llenaba los zapatos de su antecesor. Sin embargo, Pivac, que tenía como antecedente haber llevado a Scarlets al título de la Liga Celta en 2018, confió en el proceso iniciado y terminó dándole a Gales el cuarto Seis Naciones en 10 años.
El nuevo entrenador confió en la base de veteranos liderados por el capitán Alun-Wyn Jones, el jugador con más caps en la historia del rugby, y baluartes como el apertura Dan Biggar, el repatriado Toby Faletau y los centros George North y Gareth Davies. A su vez, empezó a incorporar jugadores jóvenes. El más saliente fue el wing Louis Rees-Zammit, el tryman del equipo con cuatro conquistas, pero también se lucieron jugadores de recambio como el apertura Callum Sheedy o el pilar Leon Brown. Más significativo, Pivac le dio a Gales una fisonomía distinta en el costado ofensivo, mucho más atrevido que el conservadurismo de Gatland.
En París y bajo una intensa lluvia, el local nunca estuvo cerca de lograr el objetivo. El try de Damian Penaud al inicio del segundo tiempo lo adelantó 18-10. Con mucho por jugar, necesitaba dos tries más. No obstante, fue Escocia el que tuvo la iniciativa la mayor parte del encuentro. Y en la última acción, Duhan van der Merwe (tryman del certamen), apoyó el try que les dio la victoria a los escoceses, que cerraron un gran certamen que incluyó victorias en Twickenham y el Stade de France y perdió por uno ante el campeón jugando los últimos 26 minutos con uno menos.
En julio, si el Covid lo permite, Gales visitará la Argentina para enfrentarse a los Pumas en dos Test Matches.
Fuente: Alejo Miranda PARA LA NACION – Fotos: PA Images – LA NACION – Video: ESPN – LA NACION