/Argentina, Francia, rugby y el buen vino: un maridaje de fraternidad que lleva 75 años y con resultados increíbles

Argentina, Francia, rugby y el buen vino: un maridaje de fraternidad que lleva 75 años y con resultados increíbles

Las bodegas de nuestro país importaron un modelo similar al galo y hay enólogos que estudiaron en Europa. La atracción es tal que cuatro ex Pumas y amigos llevaron adelante una iniciativa para mantenerse unidos una vez que finalzaran sus carreras.

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18 de julio de 2024 – 00:05 – 07 minutos de lectura

MENDOZA.– “En el rugby y en el vino, Francia y Argentina son como primos”. La rima es involuntaria, pero el enunciado entraña una gran verdad. Hace poco menos de dos semanas, todos los vectores de esta larga fraternidad coincidieron en tiempo y espacio. Los Pumas y Les Bleus jugaron por primera vez en Mendoza, con victoria de los visitantes. El epicentro vitivinícola de este país por excelencia debe buena parte de su auge a la influencia francesa, de la misma manera que el rugby argentino llegó a inmiscuirse entre las potencias también en gran parte gracias a una estrecha relación con el rugby francés que comenzó hace 75 años.

Julien Fouquet, el autor de aquella frase, es francés. Vive en Bordeaux y como Route Manager para América Latina de Balguerie, una gigante multinacional de más de 300 años que entre sus áreas de negocio comercializa vinos de todas partes del mundo, viene dos veces por año a Mendoza. En esta oportunidad, el viaje coincidió con el test match, al que asistió con la bufanda azul y blanca de Bègles. Como buen originario del sudoeste de Francia, es amante del rugby, deporte que practicó hasta los 35 años. “El vino y el rugby son compañeros”, continúa. “Muchos dueños de bodegas en Mendoza son argentinos, y hay muchos enólogos argentinos que estudiaron en Francia. Las bodegas de acá importaron un modelo de producción similar al de Francia”.

Pablo Matera avanza sobre la defensa francesa en el último test, en Vélez, ganado por los Pumas
Pablo Matera avanza sobre la defensa francesa en el último test, en Vélez, ganado por los PumasLA NACION/Rodrigo Néspolo

Uno de los proyectos en los que el rugby y el vino quedan mejor explicitados es el vino 2456. Se trata de una iniciativa de los ex Pumas Eusebio Guiñazú, Manuel Carizza, Patricio Albacete y Julio Farías. El nombre responde al número de la camiseta que usaba cada uno en el seleccionado. “La idea era trascender más allá del deporte y mantenernos unidos una vez que terminaran nuestras carreras”, cuenta el mendocino Guiñazú. “Iniciamos este proyecto vitivinícola radicado en Mendoza que ha sido un camino increíble. Nos ha permitido seguir en contacto con todos nuestros amigos en el mundo del rugby, y ahora en el mundo del vino, y nos ha permitido seguir juntos con un proyecto que se parece muchísimo a nuestra experiencia como jugadores. Empezamos con 8000 botellas y hoy es un proyecto con más de 60.000 botellas, muchas variedades y una línea Reserva. Se vende en el mercado interno y se exporta a siete destinos alrededor del mundo”.

Guiñazú, Carizza, Farías y Albacete saludan al público en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza tras una victoria sobre los Springboks. Hoy siguen unidos por 2456, algo más que sus números de camisetas
Guiñazú, Carizza, Farías y Albacete saludan al público en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza tras una victoria sobre los Springboks. Hoy siguen unidos por 2456, algo más que sus números de camisetasRodrigo Néspolo – Archivo

El jueves previo al test, en su día de descanso, varios integrantes del seleccionado aprovecharon para ir, dónde si no, a una bodega. Eligieron Trapiche, una de las más grandes y antiguas de la región. La relación con Francia se remonta a sus orígenes. “El Fond De Cave, por ejemplo, que es uno de los vinos más reconocidos de la bodega, comienza a producirse en la primera década del 1900 cuando nuestros enólogos se fueron a estudiar a Francia”, cuenta Juan Schamber, gerente de Relaciones Institucionales del Grupo Peñaflor, ex jugador de Liceo Naval y uno de los fundadores de la revista Pre-Match. “Hoy los vinos argentinos no tienen nada que envidiarle a Francia. El malbec, que introdujo Sarmiento, es una uva francesa que se afincó muy bien en la Argentina por las condiciones climáticas y del terroir (terruño). Hoy la Argentina es el rey del malbec, porque es el país donde más se produce. El 56% de las exportaciones de los vinos argentinos en el mundo es de malbec, y Trapiche es el principal productor de malbec del mundo”.

Los Pumas antes del primer test con Francia pasaron por una de las bodegas mendocinas
Los Pumas antes del primer test con Francia pasaron por una de las bodegas
mendocinas

Muchos de los franceses que estuvieron en el estadio son residentes mendocinos que trabajan en torno a la industria vitivinícola. Uno de ellos es el enólogo Quentin Pommier, director técnico de la bodega Piedra Negra. “Me recibí de enólogo en 2006 en Montpellier, vivía en Toulouse y jugaba al rugby. Fui a Nueva Zelanda, España y quise ir a Sudamérica. En Mendoza me enamoré de la que hoy es mi mujer; a las tres semanas nos fuimos a vivir juntos. No me fui más”. Hoy tienen dos hijos y el varón juega al rugby en Liceo.

“Piedra Negra es un emprendimiento de vinos biodinámicos de François Lurton, un francés que proviene de una familia de larga trayectoria en la vitivinicultura bordolesa. Llegó acá hace 30 años y se instaló en Los Chacayes, al pie de la Cordillera, cuando era un desierto. Hoy es una zona reconocida a nivel mundial por tratarse de plantaciones de entre 1000 y 1550 metros de altura, que produce un vino generoso, con taninos de mucho color”. Uno de sus vinos insigne es el Chacayes, 50% malbec y 50% cot, una cepa francesa clon del malbec. “Sintetiza la historia de la unión entre Argentina y Francia”.

Pommier da cuenta de la influencia francesa en el crecimiento de la industria vitivinícola argentina: “La llegada de inversores extranjeros, la mayoría franceses, en los 90, marcó el inicio de la transformación de la vitivinicultura argentina. Hoy Argentina está entrando en las ligas mayores, tiene un potencial enorme en cuestión de vino. Sin duda, los franceses acompañaron e iniciaron esa transformación a fines de los 90, pero hoy la argentina vuela con sus propias alas”.

Patricj d'Aulan fundó en Mendoza la bodega Alta Vista en 1999. "Amo el rugby porque representa valores que son queridos por mí y por los equipos de Alta Vista: el sacrificio, la abnegación, el precio de la iniciativa y la cooperación”, dijo
Patricj d’Aulan fundó en Mendoza la bodega Alta Vista en 1999. «Amo el rugby
porque representa valores que son queridos por mí y por los equipos de Alta
Vista: el sacrificio, la abnegación, el precio de la iniciativa y la cooperación”, dijo

Otra bodega mendocina de origen francés es Alta Vista, fundada en 1999 por Patrick d’Aulan. “Descubrí un terroir excepcional y reuní un apasionado equipo que comparte mi sueño: lograr la máxima expresión del vino argentino y el savoir faire francés”, cuenta a LA NACION. “Amo el rugby porque representa valores que son queridos por mí y por los equipos de Alta Vista: el sacrificio, la abnegación, el precio de la iniciativa y la cooperación”. La bodega está situada en Chacras de Coria y contribuye con el club local Banco Mendoza como patrocinador. “Es una fuente de inmenso orgullo local y estamos comprometidos a contribuir a su influencia entre los apasionados por este deporte”, agrega D’Aulan, que presentó la particularidad de alentar… a los Pumas. Y tuvo su explicación: “Mi mente está en Francia, pero mi corazón está en Argentina”.

Los procesos, como el del rugby

El rugby atravesó un proceso similar al del vino. Fue Francia el primer seleccionado nacional en realizar una gira por la Argentina, cuando todavía era un equipo muy marginal. En 1949, 26 años antes del nacimiento de los Pumas y en conmemoración del 50º Aniversario de la creación de la Unión de Rugby del Río de la Plata, llegó a nuestro país una delegación de 25 jugadores para disputar 10 partidos en 28 días. Ávida de expandir las fronteras del rugby, al contrario del conservadurismo de las Home Nations (Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda), y sorprendida por el nivel que encontraron en estas latitudes, Francia se convirtió en un asiduo rival del seleccionado argentino y contribuyó así a su desarrollo. A punto tal que es el seleccionado al que más enfrentó en su historia, más incluso que a Uruguay: ya fueron 55 los duelos oficiales entre ambos. Francia también es la potencia a la que los Pumas vencieron más veces: 15 en total, la última en 2024 (la revancha en Vélez, el último sábado), contra 39 derrotas y un empate.

La más reciente fue la quinta oportunidad en que el seleccionado de Francia jugó en Mendoza, con la salvedad de que en las anteriores lo hizo para enfrentarse al seleccionado de Cuyo: en 1974, 1977, 1985 y 1992, cuando se produjo la única victoria local (32-30). Fue, entonces, la primera vez que Les Bleus jugó en esta ciudad un test match. No hubo mejor manera de celebrar 75 años de fraternidad entre el rugby francés y el argentino que en la tierra del buen vino.

Fuente: Ir a notas de Alejo Miranda Alejo Miranda  PARA LA NACION – Fotos: LA NACION/Rodrigo Néspolo – LA NACION Deportes