En medio de reclamos sociales y gases lacrimógenos fuera del estadio que llegaron al campo de juego, los de Núñez igualaron 1 a 1 con Junior; los goles, Borja y Paulo Díaz.
Una entrada en calor interrumpida por los gases lacrimógenos. Estruendos a cada instante. Graves incidentes en las calles aledañas al estadio. La acción interrumpida a los 22 minutos del primer tiempo…
Quedó en evidencia que el partido entre Junior y River no debió haber comenzado. Que a pesar del esfuerzo de la organización por disimular con música a alto volumen lo que sucedía del otro lado de las gradas, fue un riesgo para la integridad de los protagoniastas.
Pero la pelota rodó igual. Y en ese contexto totalmente desvirtuado por las protestas que atraviesan a toda Colombia, un River alternativo igualó sobre la hora con Junior 1 a1 en Barranquilla.
El partido dio comienzo en medio de un contexto caliente. Durante la entrada en calor, el plantel de River debió regresar rápido a su vestuario para evitar que los gases lacrimógenos lo afectaran. Mientras la TV oficial exhibía un campo de juego impecable, de fondo se escuchaban los estruendos provenientes de las calles aledañas. En la previa, la organización subió el volumen de la música del estadio.
Igual hubo acción y dos goles. El primero llegó a los 20 minutos. Una muy buena contra fue aprovechada por Pajoy, que cedió rápido a Borja. Y el 9, bancando la carga de Rojas y ante la salida de Armani, no perdonó. Fue el sexto tanto del delantero local en la competencia. Cuando todo se encaminaba al triunfo local, Paulo Díaz selló el agónico 1 a 1 para los de Núñez.
En el primer tiempo Borja aprovechó todas las ventajas que le dio la defensa riverplatense. A los 2 minutos dio media vuelta desde la puerta del área y sacó un buen derechazo que Armani controló sin sobresaltos. Y a los 33 desbordó por izquierda, y su fuerte remate cruzado salió apenas desviado junto al poste izquierdo de Armani.
Fue una muy buena primera parte de Junior, que superó a River en todas las líneas y justifica con creces la ventaja, que bien podría ser más abultada. La decisión de Marcelo Gallardo de preservar a los habituales titulares para el Superclásico del domingo ante Boca y el contexto tan extraño y tan lejano a un partido de fútbol seguramente fueron aspectos que influyeron en los jugadores.
A falta de público, la banda sonora del partido fueron los estruendos provenientes de afuera del estadio, donde manifestantes chocaron desde temprano con la policía local. En ese contexto, la pelota siguió rodando. Los efectos de los gases lacrimógenos afectaron a los futbolistas, razón por la cual a los 22 minutos se interrumpieron las acciones. Aunque todo siguió instantes más tarde.
En la segunda parte, Junior salió decidido a definirlo. Borja estuvo cerca a los 30 segundos. Cetre lo tuvo a los 4 en la boca del área chica, pero Paulo Díaz le ahogó con lo justo el grito. Y el mismo futbolista local hizo esforzar a Armani un par de minutos después con un remate desde afuera del área.
Viendo que su equipo era claramente superado, a los 11 Gallardo dispuso el ingreso de Borré y Suárez. Y el equipo se paró mucho mejor.
Con el correr de los minutos, y sobre todo tras la salida de Borja a los 18, Junior se fue replegando y su trabajo se fue desdibujando. La presencia de los dos delanteros más peligrosos que tiene River hizo que el conjunto local enfoque más la atención en no descuidarse atrás.
Pese a ello, el Millonario se acercó cada vez más al arco rival. Y estuvo cerca de la igualdad. En una jugada aérea, Zuculini se tropezó con la pelota y el arquero Viera logró desviarla con una gran reacción. Y a los 32, Casco tomó de primera un rebote de un tiro libre en la barrera y otra vez Viera evitó el 1 a 1 con lo justo.
Con más garra que juego, Junior intentó sostener el triunfo. Pero Paulo Díaz tuvo otros planes. Con un cabezazo de pique al suelo clavó el 1 a 1 a los 90 , que fue celebrado con muchas ganas. Ocurre que una derrota hubiera complicado la clasificación a octavos.
El pitazo final, ya sin estruendos de fondo, lo festejó River, que mejoró mucho en el complemento y tuvo premio a su perseverancia.
Con este resultado, sumado al 2 a 1 del líder Fluminense (8 puntos) ante Santa Fe (2), River es escolta con 6 y los de Barranquilla se mantienen terceros, con 3.
La semana próxima, el equipo conducido por Marcelo Gallardo recibirá a Santa Fe, en un partido donde puede sentenciar su clasificación a los octavos de final.