Ceibos, el equipo argentino de la Superliga Americana de Rugby (SLAR), dejará de existir en cualquier momento. En los hechos, esto ya ocurrió. La Unión Argentina de Rugby (UAR) tomó la decisión unilateral de rescindir el vínculo con esta franquicia para hacerle lugar a Jaguares, que se quedó sin competencia luego de la disolución del Super Rugby a causa de la pandemia de coronavirus, y quedó a las puertas de tener que hacer frente a los costos que ello implica.

Para disputar la primera liga profesional de la región en 2020, de la que también participaron un equipo por país de Brasil, Uruguay, Chile, Paraguay y Colombia, la UAR se alió con el empresario rosarino Fernando Riccomi para crear Ceibos.El vínculo establecía que la UAR manejaba la parte deportiva y Riccomi la parte comercial y logística. Se estableció como sede el club Tala de Córdoba y el equipo llegó a jugar dos partidos antes de que el covid obligara a suspender la temporada inicial.

LA NACION pudo saber de una fuente cercana a Ceibos que hace 48 horas Riccomi fue informado de la disolución de Ceibos y de la instauración de Jaguares (probablemente juegue con el nombre Jaguares XV) en su lugar.

De efectivizarse la medida, la UAR deberá responder por la rescisión del contrato, que inicialmente se había firmado por cinco años. Del otro lado, mantiene el valor de la marca Jaguares, más allá del retroceso que implica en materia deportiva retrotraerse al ámbito regional, pero con la intención de retener la mayor cantidad posible de sponsors, en un panorama en el que la economía de la UAR se vio notablemente afectada por los descalabros causados por la pandemia.

Uno de los temas que generó preocupación fue el destino de los jugadores argentinos que integraban el plantel de Jaguares. En principio, la mayoría consiguió emigrar a ligas profesionales del resto del mundo. Pero otros quedaron inactivos.

Recientemente, el equipo colombiano Cafeteros Pro divulgó que había contratado a varios jugadores argentinos que pertenecían a Ceibos (tal el caso de Gonzalo García). Luego Sudamérica Rugby, el ente que organiza el certamen mayormente con recursos de World Rugby, informó que los entrenadores de los equipos extranjeros se habían reunido para definir los destinos de los jugadores argentinos en lo que fue una especie de draft de selección, de acuerdo a las necesidades por puestos en cada equipo.

Olimpia (Paraguay), tendrá 13 jugadores argentinos; Cafeteros Pro (Colombia), 10; Corinthians (Brasil), 4; Selknam (Chile), 4, y Peñarol (Uruguay), 1.

El torneo se jugará entre el 16 de marzo y el 15 de mayo. Será en dos ruedas, todos contra todos, y luego semifinales y final. Todo en dos sedes fijas por confirmar: la primera etapa sería en Santiago (Chile) y la segunda en Montevideo.

Entre los jugadores que permanecerán en esta nueva versión de Jaguares, están Felipe Ezcurra, Francisco Gorrisen, Rodrigo Fernández Criado, Tomás Albornoz y Sebastián Cancelliere. Otros dos jugadores muy valiosos para la franquicia, como Juan Cruz Mallía y Mayco Vivas, tienen ofertas para jugar en el exterior. Pero si no consiguieran consumarlas en los próximos días, también seguirán en el equipo. Algo similar ocurre con Juan Pablo Zeiss.

Lo curioso es que algunos de esos jugadores actuaron en los Pumas en el Tri Nations y otros jugaron la final del Super Rugby 2019, dos de los torneos de mayor jerarquía del planeta rugby. De un año para el otro, pasarán a jugar un certamen que tiene la intención de desarrollar a las naciones emergentes en el continente. Con un nivel, por supuseto, muy inferior a lo conocido.

Por poner un ejemplo, en los dos encuentros que Ceibos jugó en 2020 antes de la suspensión, consiguió dos triunfos bastante cómodos ante Olimpia Lions (48-8) y Selknam (32-16). Con la reestructuración de varios torneos internacionales, la creación del Super Rugby Aotearoa (Nueva Zelanda y Australia) y la Rainbow Cup (equipos de Italia, Irlanda, Escocia, Gales y Sudáfrica), la Argentina no logró encajar en el primer mundo. Este es el lugar que tendrán en 2021 los Jaguares. Mejor que la inactividad, pero un claro retroceso en el desarrollo profesional.