El entrenador millonario valoró el corazón de sus dirigidos tras ganarle 2-1 a Santa Fe pese a las 20 bajas por Covid-19; dijo que la victoria “quedará marcada a fuego en la historia del club”.
Marcelo Gallardo vivió los 90 minutos del histórico triunfo de River sobre Santa Fe de pie. Caminó de acá para allá. Siguió cada jugada con intensidad. Ordenó, arengó, indicó, festejó y sufrió. Al final, pudo celebrar. Pero no lo hizo solo. Su ayudante Matías Biscay, los médicos Pedro Hansing y Federico Brandt, los kinesiólogos Jorge Bombicino y Marcos Loyarte y el preparador físico Pablo Dolce tampoco se sentaron en ningún momento. Los seis integrantes del cuerpo técnico que estuvieron en el banco sin suplentes siempre se mantuvieron activos sin ocupar los asientos. Sin jugadores para reemplazar a los 11 que ingresaron ni hinchas en las tribunas, el aliento llegó desde el cuerpo técnico millonario. Así se construyó parte de la histórica victoria por 2-1 de River sobre Santa Fe en la Copa Libertadores. Y el técnico la definió como una “noche mágica”.
Con 20 bajas por Covid-19, el lesionado Enzo Pérez como arquero improvisado, dos juveniles debutantes en primera y una lista de tan solo 11 jugadores para afrontar un duelo crucial, River no dejó de ser River. Se entregó al máximo y siguió su libreto habitual. Hasta donde pudo desde lo físico, fue protagonista. Salió dispuesto a ganar el partido y lo consiguió: Fabrizio Angileri y Julián Álvarez abrieron el marcador por duplicado en cinco minutos. Y con esos dos cachetazos construyó un heroico triunfo. Controló la pelota, atacó y buscó ampliar la ventaja hasta donde pudo. Luego, hizo lo que debía: defendió con el alma y alejó la pelota de Enzo Pérez, quien, pese a la distensión muscular en el isquiotibial derecho, respondió cada vez que tuvo que hacerlo.
“Nunca se ha vivido una situación parecida a la de hoy. Por eso quedará marcada y registrada muy a fuego en la historia de nuestro club. No es normal haber jugado en estas condiciones. Me queda remarcar el corazón de los futbolistas que estuvieron en el campo. Cómo se desempeñaron y cómo se ayudaron. Cómo jugaron por ellos y por un montón de gente que creía en una posibilidad que era lejana. Se terminó convenciendo de que un grupo de jugadores y un gran equipo puede lograr algo que parecía muy adverso. Esto también es para los chicos que están atravesando un momento difícil y seguro están contentos y emocionados. Y también es una alegría para la gente en un momento muy difícil. Les pudimos sacar una sonrisa esta noche mágica de Copa”, dijo Gallardo en conferencia de prensa.
¿Cómo pensó el partido? “Teníamos pleno convencimiento de que íbamos a tener la posibilidad de dañar. Nunca quisimos refugiarnos ni hacer un partido mezquino. Salimos a jugar con la decisión de hacerlo como sabemos. Pegamos en los momentos justos y defendimos con hidalguía en el segundo tiempo”, comentó el entrenador. Y tiene razón: según los datos de Opta, parte de Stats Perform, su equipo perdió 69.3% a 30.7% la posesión, pero hizo menos faltas (16 a 22) y fue mucho más efectivo con 6 remates al arco en 9 intentos contra 5 de Santa Fe en 22 intentos.
Los números parecen poco creíbles al saber que el arco millonario fue defendido por Enzo Pérez, quien el domingo pasado en la Bombonera sufrió el problema muscular y recién el martes fue probado en la práctica para saber si podía estar presente. Pero el volante central de 35 años demostró su rol de referente y su amor por la camiseta: fue el primero en levantar la mano para ubicarse bajo los tres palos, calzarse los guantes cedidos por Germán Lux y sostener la victoria junto con un memorable trabajo de la defensa millonaria con Jonatan Maidana a la cabeza.
“Éramos once para completar y uno de ellos estaba tocado con una lesión. Si bien no era de gravedad, le iba a impedir desempañarse con habitual normalidad. La opción que teníamos de los jugadores de campo era él. La asumió con mucha valentía, no es fácil pararse en un puesto que se desconoce. Fue una decisión en conjunto. Yo necesitaba que él se sintiera con esa confianza para asumir esa opción, más allá de que la responsabilidad era mía. Tampoco hubo otros nombres. No tuvimos un plan B. Siempre fue la primera opción. Íbamos a necesitar jugadores con piernas en el resto del partido y era el único que no iba a poder hacerlo”, destacó Gallardo sobre la tarea del arquero improvisado, con quien se fundió en un sentido y emotivo abrazo al terminar el partido.
Para siempre.#JuntosSomosMásGrandes ⚪️❤️⚪️ pic.twitter.com/Gmqx69bbkn
— River Plate (@RiverPlate) May 20, 2021
Luego, para cerrar, opinó del debut de los juveniles Tomás Lecanda (19) y Felipe Peña (20), quienes demostraron por qué hay tantas expectativas centradas en su crecimiento en la Reserva: “Lo hicieron muy bien, estoy muy contento por ellos. Era todo atípico, entre ellos chicos debutantes, Enzo al arco y jugadores que venían de hacer esfuerzos no hace muchos días… era una situación adversa muy difícil. Nunca fue la intención victimizarnos, sino asumir la responsabilidad de la mejor manera posible y creer que podíamos ganar si hacíamos esfuerzos parejos para defender a nuestro arquero también. Teníamos que tratar de que no nos patearan, aislarlo para que no tuviera acción. Y eso se hizo. Tienen un valor enorme los chicos que debutaron, se acalambraron los dos y es normal por la tensión, lo que representa jugar con la camiseta de River y debutar en la Copa con el mundo mirando. Había mucho morbo en la previa y los chicos se la bancaron muy bien. Son inteligentes”.
Fuente:Juan Patricio Balbi Vignolo PARA LA NACION – Fotos: Pool Argra – LA NACION – Twitter