Los audios de Marcelo Tinelli y Julio Grondona movieron al fútbol argentino. En aquellos días de 2013, el teléfono del expresidente de la AFA estaba intervenido por orden judicial en el marco de la investigación de la financiera Alhec Tours y en las últimas horas se conocieron una serie de escuchas a través del programa «Lanata sin Filtro», por radio Mitre. Un pedido de cambio de horario para un partido de San Lorenzo, la sugerencia de un árbitro para el clásico entre el Ciclón e Independiente, la exigencia de un pago y la mención a unos cheques por las obras del estadio azulgrana resultaron las cuestiones.
La relación entre el ex hombre fuerte de la AFA y Tinelli siempre se dio en buenos términos. Los audios pusieron a la luz lo que siempre fue un secreto a voces en el fútbol local: las presiones de los dirigentes -de decenas de clubes-, ya sea para cambiar horarios de partidos o para mostrar su preferencia por tal o cuál árbitro.
En su defensa, Tinelli involucró a Norberto Oyarbide, la AFI y una supuesta «extorsión» de Daniel Angelici. Y lanzó una serie de tuits. «¿Estas escuchas que me dicen que pasaron por radio serán las mismas que decía poseer un ex presidente de Boca, que se las había obsequiado un juez, antes de ser separado de su cargo?», se preguntó. Y siguió: «Calculo que ya estará trabajando algún fiscal de oficio en investigar quién entregó este material privado, o que debería haberse destruido, para que se difunda en un medio. Jamás hice algo ilegal. A disposición absoluta de la justicia. Sino seré querellante».
Estas escuchas que me dicen que pasaron hoy por radio, serán las mismas que decía poseer un ex presidente de Boca, que se las había obsequiado un juez, antes de ser separado de su cargo???
— marcelo tinelli (@cuervotinelli) June 29, 2020
En el último año Tinelli se convirtió en un personaje central del fútbol argentino. A mediados de 2019 se decidió a tener un mayor protagonismo, que también incluyó la política. Desde el 2014 había sido -con Matías Lammens como presidente- una de las piezas importantes para que el Ciclón celebre la Copa Libertadores por primera vez. Luego, el camino incluyó algunas licencias en Boedo y la mirada puesta en su familia y en su productora. Pero en el cierre del último año Tinelli apostó fuerte y se erigió como presidente del Ciclón por primera vez. Una postura que llegó luego de pedir la unidad entre todas las listas y de anunciar que acompañaría a Horacio Arreceygor desde una vicepresidencia. De repente, el último día de noviembre, por redes confirmó que sería él quien encabezaría la lista.
Y para eso se fueron aglutinando varios factores. Hubo charlas con Alberto Fernández. También resultó importante la reunión que se realizó en la Conmebol. Una suerte de reencuentro entre hombres ligados a San Lorenzo y, también, a River. En la cena de gala en la antesala de la final de la Copa Sudamericana Tinelli tuvo una presencia central, junto con Alejandro Domínguez, el presidente de la Conmebol, y Rodolfo D’Onofrio.
En una entrevista con LA NACION, previo a ganar la presidencia de San Lorenzo, Tinelli había expresado cómo haría para garantizarle estabilidad a Diego Monarriz, que tras la salida de Juan Antonio Pizzi fue confirmado en su cargo. «Rodeándolo bien, dándole seguridad. Mejorando todos los sistemas de trabajo, pensando en la tecnología para aplicarla en el desarrollo del equipo», sostuvo. En febrero de este año la dirigencia azulgrana decidió ponerle fin al ciclo de Monarriz, después de haber dirigido a San Lorenzo en diez compromisos, de los que ganó cuatro, empató dos y cayó en los cuatro restantes. Antes, Tinelli debió interceder también en el conflicto que se había generado entre Monarriz y los hermanos Oscar y Ángel Romero.
El inicio de marzo trajo más novedades en relación a Tinelli. La primera división volvió a su lugar de origen y disolvió la Superliga (él había defendido la autarquía de la misma en diciembre, cuando todavía no había asumido como presidente de San Lorenzo) a tres años de su creación. En aquellos días, Mariano Elizondo (presidente-CEO de la Superliga), de estrecha relación con Tinelli, renunció a su cargo. Tampoco estuvo su número dos, Jorge Brito (River). Y quedó al frente el presidente de San Lorenzo, que tenía la vicepresidencia segunda de la entidad y era tercero en la línea de sucesión. Aquello era parte de la transición para darle pie a la nueva Liga Profesional.
Esos días fueron frenéticos para Tinelli en cuanto a la exposición pública. El 14 de marzo, a contramano de lo dispuesto por la AFA y la Superliga, que decidieron que hubiera actividad a puertas cerradas por el brote de coronavirus, River decidió no presentarse a jugar frente a Atlético Tucumán por la primera fecha de la Copa Superliga. Ante eso, hubo reacciones a favor y en contra. D’Onofrio fue criticado por Tinelli y otros dirigentes, que lo acusaron de «individualista». La Superliga, en una carta firmada por Tinelli, criticó el accionar de River. «En momentos de incertidumbre mundial por una situación totalmente atípica, en nuestro fútbol no debería haber lugar para posiciones individualistas o unilaterales». Unos días después, ambos se reunieron para tomar un café y acercar posiciones.
El 16 de marzo, el primer día de Soso como entrenador de San Lorenzo, contó con una particularidad: el coronavirus provocó que no se realizara la clásica presentación ante los medios de prensa y el club decidió entrevistarlo en sus redes sociales a través de Tinelli.
Ya en mayo, en la Asamblea virtual de la AFA que reeligió a Claudio Tapia como presidente hasta 2025, también nació formalmente la Liga Profesional de Fútbol. «Para mí significa un gran orgullo y un enorme desafío que mis pares me hayan elegido para conducir esta nueva etapa. Agradezco a todos los dirigentes de los clubes que integran la LPF por confiar en el plan de trabajo que pensamos implementar». Palabras de Tinelli, el presidente ejecutivo del nuevo orden de la primera división.
Fuente: Fernando Vergara – LA NACION DEPORTES – Fotos: LA NACION – Twitter: marcelo tinelli@cuervotinelli – LA NACION DEPORTES