En cualquier club del mundo, un partido como el del domingo habría pasado inadvertido. Pero no en Independiente, donde los últimos tiempos tumultuosos magnifican hoy cada detalle. El equipo de Avellaneda tiene que recuperar el tiempo y el dinero. Si bien la Copa Sudamericana, por la que visitará el miércoles a Lanús, en el primer partido de los cuartos de final, es el gran estímulo deportivo y económico, el torneo local encierra para los Rojos un manojo de desafíos.

Independiente y su entrenador, Lucas Pusineri, viven en permanente evaluación. Hay equipo joven, con un par de piezas de experiencia, que desea volver al corazón de una hinchada descreída, dolida por las últimas experiencias de jugadores caros y desganados. Hay un DT cuya continuidad sigue siendo un tema de debate, pese que tuvo que arreglárselas como pudo durante buena parte de este año al frente del equipo.

Los chicos, como los que jugaron este domingo, tienen que probar que pueden ser una solución en el corto y mediano plazo y Pusineri, entonces, debe probar el buen ojo para elegirlos en busca de resultados en las posiciones y en la tesorería. El recurso de la cantera es el apuntado para enderezar un rumbo financiero que lleva años torcidos. Entonces, un partido aparentemente sin apremio, ya clasificado para la rueda de ganadores y con la mente en el desafío internacional, también concentra una parte importante del futuro para los Rojos.

El ambiente está sensible en Independiente. Después de la emoción por el homenaje a Diego Maradona, en el que participaron Ricardo Bochini, el manager Jorge Burruchaga y uno de los hermanos del ex futbolista, Lalo, que jugó en Defensa y Justicia en la temporada 1991/92, los gritos y cierta tensión crecen con el devenir del juego. Y eso que los Rojos se ponen rápidamente en ventaja con una aparición de Soñora, que, por la izquierda, aprovechó un centro de Asís y un toque de cabeza de Messiniti.

El buen comienzo se alía con la desorientación de Defensa y Justicia, que solo con el transcurrir de los minutos encuentra algo de aire fresco. Es, precisamente, el momento en el que Independiente pone la mente en blanco y aparecen antiguas dudas. Por ejemplo, sobre el colombiano Roa, errático y de apariciones esporádicas, uno de los hombres por los que se hizo un gran esfuerzo en Avellaneda. Tan curioso es su caso que, pese al flojo rendimiento, se renegoció el pase con Deportivo Cali para no perder lo ya invertido. En todo momento se mezclan los billetes con la pelota. De hecho, clara repercusión tiene uno sobre otro.

Por ejemplo, una de las grandes promesas de Independiente, Alan Velasco, de 18 años, renovó en las últimas horas el contrato hasta 2023. Pero ya se escucharon varios pedidos de cotización desde el exterior. Y nada se descarta por Avellaneda. De esos resultados también dependerá Pusineri, cuyo contrato vencerá a fin de año y, pese a la cercanía, la decisión se dilata.

Burruchaga no dio detalles al respecto. Aunque, según pudo reconstruir LA NACION, el manager tiene algunos reparos sobre la gestión del entrenador. Sin embargo, pese a los modos y las formas, Independiente llegó a los 12 partidos invicto, entre tornes locales y Copa Sudamericana, con ocho victorias y cuatro empates. Hugo Moyano, que no se presentaría en las elecciones del año próximo, dejaría la determinaciones en manos de Burruchaga. Aunque el líder sindical delega cada vez más en otro de sus hombres de confianza: el secretario general Héctor Maldonado.

Independiente se desdibuja mientras se acerca el final y otra preocupación se expande: si no se recupera de una molestia muscular, ¿quién reemplazará al goleador Silvio Romero frente a Lanús? Menéndez y Messiniti demostraron que les cuesta asumir el papel de referencia ofensiva. Ya se verá. También quedó tiempo para los debuts del delantero Mauricio del Castillo, de 24 años, hermano de Sergio Agüero, que estuvo a préstamo en clubes del ascenso, y el defensor Patricio Osatchuk, de 19.

Defensa busca sin demasiado criterio e Independiente cierra los caminos para cumplir con la cosecha en esta evaluación permanente en la que se encuentra.

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