Venció 1-0, con un tanto del defensor Villalba a tres minutos del cierre; el conjunto rosarino jugó todo el segundo tiempo con uno menos por la expulsión de Cristaldo.

En los últimos 10 minutos, la insistencia de Argentinos fue imposible de sostener para Newell’s. El equipo de Gabriel Milito había sido superior en el primer tiempo e inclinó más la balanza en el segundo, cuando el conjunto rosarino se quedó con 10 desde el primer minuto por la expulsión de Jonathan Cristaldo. Cuando no podía llegar al gol con el doble 9 que formaban Ávalos y Reniero, Argentinos desniveló con los defensores: cabezazo de Torrén en un córner y la doble arremetida de Lucas Villalba para el 1-0 a los 42 minutos de la segunda etapa. Un gol muy celebrado en la Paternal, tanto como el lamento posterior por el gol insólito que desperdició Nicolás Reniero.

Progresivamente, Argentinos se hizo con el control del juego en el primer tiempo, luego de unos primeros minutos en los que Newell’s insinuó tomar la iniciativa. Fue una sensación efímera. Aun con dificultades para generar peligro, Argentinos se juntó mejor a partir de su línea de cinco volantes. Pese a la baja del lesionado Sandoval, Gabriel Milito no abandonó su idea de la línea de tres en defensa, con el lateral Villalba reconvertido en zaguero izquierdo.

El gol del triunfo de Argentinos

Pronto, el desarrollo se hizo muy cortado y trabado. Sin ser violento, en el primer tiempo se contabilizaron 24 foules. Imposible que hubiera continuidad. El defensor Mansilla necesitó un apósito y de una gorra de natación para cubrir un corte en el cuero cabelludo tras un choque con el arquero Chaves. El cuerpo a cuerpo se repetía en todos los sectores.

Argentinos buscaba a Ávalos, bien controlado en el juego aéreo por Lema y Mansilla. En su función de pivote fuera del área, el centro-delantero fue importante en una asistencia por abajo para Florentín, cuyo remate fue desviado por Aguerre. Fue una de las pocas acciones bien hilvanadas de la primera etapa. Hauche barría el frente de ataque, pero le costaba encontrar espacios para su chispa y gambeta. Newell’s había llegado dos veces: con un cabezazo de Lema y luego de una mala salida con el pie del arquero Chaves.

Reniero no olvidará jamás el gol que se perdió

Por diferentes motivos, Newell’s no contó con los referentes de la vieja guardia -Maxi Rodríguez, Pablo Pérez, Ignacio Scocco-, además de Julián Fernández, una pieza con oficio para el medio campo. Cerca de la media hora, viendo que su equipo no mejoraba, el técnico Gamboa lo reprendió con un “no estamos jugando a nada”. Newell’s era despliegue y sacrificio, pero en ataque construía poco y nada.

Tanto ir al choque, antes del primer minuto del segundo tiempo se dio una situación violenta: Cristaldo, que como único delantero no había rematado al arco, fue con la pierna alta, en forma temeraria, a disputar una pelota con Kevin Mac Allister. El planchazo le provocó un corte en la boca al defensor; el árbitro Baliño le mostró tarjeta roja directa a Cristaldo.

Con un jugador más, el dominio de Argentinos se acentuó. Así llegó a disponer de una doble situación muy favorable, con una tapada de Aguerre a una definición de Hauche; el rebote le quedó a Romero, que cerca del área chica remató increíblemente por encima del travesaño.

Los técnicos trataron de influir con una danza de cambios. Gamboa, para refrescar a un equipo que debía hacerse más resistente; Milito, para encontrar variantes en ataque. Al Bicho lo fue atrapando la ansiedad, mientras que Newell’s se abroquelaba cerca de su área y muy esporádicamente armaba algún contraataque.

Cabrera, con una incursión por la derecha, lo dejó al ingresado Reneiro de cara a gol, pero el ex San Lorenzo y Racing definió desviado. Argentinos desperdiciaba lo que no sobraba. Newell’s despejaba todo lo que llegaba por arriba, con Lema como estandarte. La entrada del colombiano Sabbag en Newell’s derivó en un inmediato choque a los golpes con el duro Torrén.

Argentinos encontró el gol por la vía que más le había costado: Torrén cabeceó un córner en el primer palo y Villalba, con un doble remate, consiguió la merecida ventaja. Argentinos pudo asegurar la victoria, pero Reniero, con el arco vació a su disposición, remató desviado. Los pocos minutos que quedaban no le alcanzaron al delantero, ni a nadie, para creer lo que se había perdido.