/El mal negocio de Boca: forma jugadores, pero no les hace lugar, se van, y al tiempo los compra

El mal negocio de Boca: forma jugadores, pero no les hace lugar, se van, y al tiempo los compra

 

Pol Fernández, un ejemplo contundente: jugó 25 partidos en su primer ciclo en Boca, y este año volvió para ser campeón Crédito: Instagram @polfernandezz

Cuántos años las inferiores de Boca han sido foco de las crítica? Los pedidos de los entrenadores de Primera de salir al mercado con una billetera cargada y los apresuramientos dirigenciales por vender cuanto juvenil generara un ofrecimiento irresistible, hicieron que muchas veces surgiera el interrogante de si el semillero azul y oro no tenía buen material o si estaba mal administrado. Sin embargo, hay una cuestión llamativa en esta historia: Boca disfruta poco a jugadores de su cantera y, al tiempo, muchos de esos casos despiertan un fuerte deseo para repatriarlos, terminen llegando o no. Con doble gasto: el de la preparación juvenil y el de la negociación para que reingresen por la puerta de Brandsen 805.

Desde el 2000 hasta estos días, un ejemplo claro es Guillermo Fernández . Debutó en 2012 y disputó 25 partidos oficiales como titular en un año y medio, de los 88 que dirigieron entre Julio Falcioni y Carlos Bianchi. Y a partir de entonces empezó su curso a préstamo, como suele suceder con los chicos que no tienen minutos: Rosario Central, Atlético de Rafaela y Godoy Cruz, que adquirió el pase por su buen rendimiento, algo que se mantuvo luego en Racing, donde fue campeón. Miguel Ángel Russo necesitaba un volante de juego y en enero fueron a buscarlo , a préstamo por un año, aunque el presidente Jorge Ameal ya reconoció que la entidad quiere adquirir su pase.

Andrés Cubas, otro producto de las inferiores de Boca que buscó otros horizontes
Andrés Cubas, otro producto de las inferiores de Boca que buscó otros horizontes Fuente: LA NACION – Crédito: Mauro Alfieri

Algo similar estuvo cerca de pasar con Andrés Cubas . Desde que apareció, allá por 2014, ilusionó a los hinchas: un número 5 clásico que prometía, mediante su actitud, ser el heredero de un puesto por el que habían pasado ídolos como Serna, Battaglia y Cascini en tan sólo una década. ‘Cubitas’ jugó mucho menos de lo que cualquiera puede recordar: 37 encuentros como titular de 115 partidos dirigidos entre Rodolfo Arruabarrena y Guillermo Barros Schelotto.

Cubas no entraba en el paladar de Barros Schelotto y fue cedido a Pescara, de Italia, primero, y a Defensa y Justicia, después. Ya no vistió la azul y oro: el 50% del pase fue entregado a Talleres, de Córdoba, para abaratar los costos de la compra de Emanuel Reynoso. Sin embargo, Juan Román Riquelme, cabeza del Consejo de Fútbol, volvió a poner sus ojos en él para que retornara a su primera casa, aunque -por el momento-, el pase no prosperó.

No hay que remontarse demasiado para llegar al caso de Walter Bou : lo dejaron libre en Reserva, a finales de 2013, y partió a Gimnasia. ¿Cuántos años pasaron hasta su vuelta? Menos de tres, cuando el Mellizo pidió que lo compraran.

Mauro Boselli: podía ser el sucesor de Palermo, pero no encontró lugar
Mauro Boselli: podía ser el sucesor de Palermo, pero no encontró lugar Fuente: FotoBAIRES

El nombre que rápidamente se vendrá a la cabeza de muchos es el de Mauro Boselli . Soñaba con triunfar en Boca, pero en 2008 asumió que permanecer a la sombra de Martín Palermo no le permitiría crecer, pese a mostrar un buen rendimiento cada vez que ingresaba en el equipo. Entonces, aceptó la propuesta de Estudiantes (compró el 50% del pase en 2.500.000 dólares), donde fue campeón y goleador de América. En los siguientes años fue protagonista, constante, en la lista de posibles refuerzos, pero no aceptó volver antes de que contrataran a Darío Benedetto, en 2016, ni cuando el ‘Pipa’ partió a Francia, a mediados de 2019.

Otro es Facundo Roncaglia . En conflicto con la gestión de Angelici, no renovó el contrato, insólitamente, en medio de la final de la Copa Libertadores 2012. Se fue libre a Fiorentina, pero cuatro años más tarde, con el mismo presidente al mando, Guillermo hizo público el deseo de contratarlo. El Mellizo también quiso incorporar a Wilfredo Caballero a mediados de 2017, un arquero que estuvo tapado por Roberto Abbondanzieri desde el 2002 hasta el 2004, cuando partió a Elche por 700 mil dólares.

En enero pasado, Guillermo Pol Fernández fue presentado oficialmente por el presidente Jorge Ameal como jugador de Boca
En enero pasado, Guillermo Pol Fernández fue presentado oficialmente por el presidente Jorge Ameal como jugador de Boca

Hay dos jugadores que pasaron por las inferiores, no debutaron y luego fueron pretendidos sin éxito por Boca. Uno es Emiliano Insúa, hermano de Emanuel, que sí se puso la camiseta azul y oro sin dejar recuerdo. Tras diez años en las juveniles xeneizes, Emiliano pasó en libertad de acción a Liverpool, desarrolló su carrera en Europa y el Arruabarrena puso los ojos en él a mediados de 2015. Otro es el ecuatoriano Joffre Guerrón: en 2005 pasó por el semillero y no conformó, pero en 2008, en medio de su gran rendimiento en Liga de Quito, Boca llegó a ofertar por el 50% de su pase.

Otro caso llamativo fue el Carlos Marinelli. Llegó a la Ribera desde Argentinos en 1997, en aquel combo que incluyó también los arribos de Riquelme, Coloccini, La Paglia, «Suchard» Ruiz e Islas a cambio de 800.000 dólares. No debutó y Middlesbrough lo compró por poco menos de 2.000.000 de euros. Boca lo repatrió cuando rescindió con el club inglés, en 2004, en plena era dorada de Bianchi, pero no jugó mucho y se fue mal.

Nicolás Blandi tuvo pocas oportunidades en la primera de Boca
Nicolás Blandi tuvo pocas oportunidades en la primera de Boca Fuente: FotoBAIRES

Franco Cángele, Matías Silvestre y Juan Forlín tienen tres imágenes en Boca. El primero, desbordando por la izquierda en el Monumental y tirando el centro que derivó en la «gallinita» de Tevez, en la semifinal de la Copa Libertadores 2004. Silvestre, siendo pilar en la defensa campeona del Clausura 2006. Y Forlín, como titular en el sprint final del Apertura 2008 que obtuvieron los xeneizes con el inolvidable triangular ante San Lorenzo y Tigre.

Está claro que dejaron buenos recuerdos, pero llama la atención lo poco que se los disfrutó en sus primeras etapas. Cángele, que volvió al club en 2013, disputó sólo 17 encuentros de titular de los 88 que dirigió el Virrey entre 2003 y 2004; Silvestre, al que Burdisso fue a buscar a mediados del año pasado, estuvo en Boca desde 2003 a 2007, pero jugando de titular en 65 ocasiones de los 272 compromisos al mando de Bianchi, Brindisi, Benítez, Alves, Basile, La Volpe y Russo, hasta que fue vendido a Catania por cerca de 3 millones de dólares. Y Forlín, que pegó la vuelta en 2014, se fue en 2009 a Espanyol por 4.000.000 de euros tras haber jugado 35 partidos de titular de 84 que dirigieron entre Ischia y el interinato de Alves.

Boca tiene el semillero nutrido, pero no lo aprovecha en la cancha y muchas veces se arrepiente. Y después, lo paga.