Bill Beaumont le ganó ajustadamente a Agustín Pichot la elección para presidente de la World Rugby Fuente: Archivo – Crédito: Toru YAMANAKA / AFP
Antes de despedirse, prometió repetir la experiencia. La pandemia tiene efectos colaterales positivos. En el primer día de su segundo mandato como presidente de World Rugby y luego de derrotar en una ajustada elección a Agustín Pichot , el inglés Bill Beaumont realizó una conferencia de prensa virtual con unos 50 periodistas de todo el mundo en la que marcó los lineamientos que lo guiarán durante los próximos cuatro años: volvió a poner sobre la mesa la Liga de Naciones, aceptó la necesidad de darle más participación a los países en desarrollo tanto deportiva como políticamente e instó a continuar con el crecimiento del rugby femenino y el seven . Ineludiblemente, la cuestión del coronavirus estuvo latente de principio a fin y al respecto sobresale la posibilidad de jugar las dos ventanas (julio y noviembre) en continuado, además de ratificar el rescate para las uniones afectadas por la crisis.
«Mi propuesta representa un cambio ambicioso», comenzó diciendo. «Soy bueno escuchando y uniendo partes. Creo que bajo mi administración he sido capaz de alcanzar consensos y tengo cuatro años más para marcar una diferencia a través del poder del debate y la persuasión. Cada argumento tiene dos lados y hay que respetar la mirada del otro».
Acostumbrado a dirigirse a través de comunicados acartonados, la conferencia de prensa de por sí muestra un cambio, al menos en las formas. Beaumont se mostró ameno y relajado y felicitó a Pichot por la elección: «Quiero rendirle tributo a Gus (así lo llama) porque pese a haber estado en la vereda de enfrente estamos alineados en muchas, muchas cosas y le agradezco su trabajo como vicepresidente durante los últimos cuatro años».
Que Pichot se haya enfrentado a quien lo llevó a la vicepresidencia responde en gran parte, según dijo el argentino, a la imposibilidad de concretar la Liga de Naciones el año pasado, un tema que Beaumont volvió a poner sobre la mesa de discusión. «Hay una necesidad de revisar la Liga de Naciones, juntando las dos ventanas que tenemos [julio y noviembre]», adelantó, aunque puso un freno a la posibilidad de que haya ascensos y descensos en el Seis Naciones, lo que frenó la iniciativa en su momento. «Eso le corresponde discutirlo a las uniones involucradas, no podemos imponerlo desde World Rugby. El Seis Naciones le pertenece al Seis Naciones y el Rugby Championship a la Sanzaar, pero vamos a incorporar una nueva competición que mantenga al Seis Naciones independiente, sólo que quizás no todos sus equipos participarían en ella», apuntó. Beaumont insistió dos veces en que desde el acuerdo logrado en San Francisco en 2018, los enfrentamientos entre seleccionados del Tier 1 y el Tier 2 crecieron en un 38%.
Bill Beaumont
Respecto de la actividad internacional en lo que resta del año, el presidente advirtió que todavía es muy pronto para tomar decisiones. «En Francia no van a permitir la práctica de deportes hasta septiembre, en Inglaterra lo quieren abrir antes. Estamos mirando el escenario a escala global», dijo. «Está la posibilidad de jugar las dos ventanas a fin de año, pero hay que tener en cuenta que también está el Rugby Championship. Esta situación estimuló el debate y nos demostró que debemos confiar en el otro».
También auspició cambios en el sistema político: Beaumont asumió con el voto de 18 uniones nacionales y seis continentales. «Nuestro objetivo es tener una representación más diversa, que no sólo sostenga a la vieja guardia. Desde que soy presidente, la estructura de votación fue cambiando. Ahora hay más países que votan. Se sumaron Samoa, Uruguay, Estados Unidos y Fiji», afirmó. «Los cambios no necesariamente tienen que venir del presidente. Cualquier unión lo puede proponer y con las dos terceras partes del Consejo se modifica».
El Seven y el rugby femenino también ocupan un lugar relevante en la agenda, como lo demostró en sus primeros cuatro años de mandato. El primero como «herramienta» de expansión hacia otros territorios, y citó el ejemplo de Kenia y el legado de los Juegos Olímpicos de Río, y para el segundo manifestó la intención de crear una competencia global con varios niveles. «El rugby femenino es parte de nuestro plan a largo plazo».
Finalmente, Beaumont ratificó el aporte de 75 millones de libras esterlinas para paliar los efectos de la crisis provocada por el coronavirus en el seno de las uniones nacionales. «Sabemos que no va a ser suficiente, pero gracias al éxito del Mundial de Japón, estamos en posición de ayudar», dijo.
«Vamos a repetir esto más seguido», dijo antes de despedirse. En las formar, al menos, World Rugby muestra un cambio. No está mal para empezar.
Fuente: Alejo Mirnda – LA NACION DEPORTES / JR – www.actualidaddeportes .com.ar – Fotos: Archivo – Crédito: Toru YAMANAKA / AFP – Archivo – Crédito: REUTERS/Issei Kato – AP – Crédito: Eugene Hoshiko –