El experimento de Marcelo Gallardo en Mendoza terminó dejándole una tímida sonrisa a River. En tan solo tres minutos, entre los 30 y los 33 del segundo tiempo, resolvió el partido de arco a arco: de la inesperada aparición del delantero juvenil Federico Girotti con una palomita para el 1-0 contra Godoy Cruz al minuto de ingresar, llegó la salvadora atajada de la figura Enrique Bologna en un penal frente a Tomás Badaloni. Pero, pese a sumar el segundo triunfo consecutivo en la zona 3 de la Copa Liga Profesional, el conjunto millonario no logró potenciar su versión bajas calorías del ámbito local, especialmente en la zona defensiva, que tenía la lupa encima y quedó con un boletín de actuaciones dispares.

Sin Franco Armani, Gonzalo Montiel, Robert Rojas, Paulo Díaz y Nicolás De La Cruz por la fecha FIFA, y con las bajas de Rafael Borré (coronavirus) e Ignacio Fernández (desgarro en el recto anterior izquierdo), Gallardo buscó variantes para paliar los huecos en un plantel no muy extenso y apostó por nueve juveniles en la lista de 20 futbolistas que viajaron.

Girotti: ingreso, palomita y gol

En el experimento frente a Godoy Cruz, apostó por un 4-1-3-2 con miras a futuro: Enrique Bologna reemplazó a Armani; Santiago Sosa fue el primer defensor central, al lado de Javier Pinola; Milton Casco se ubicó como lateral derecho y Fabrizio Angileri como izquierdo, y Enzo Pérez y Leonardo Ponzio fueron los volantes centrales, que alternaron posiciones.

Los jugadores que más focos tenían encima superaron la prueba, pero el que más se lució fue Bologna en su décimo partido oficial en River: no solo resolvió el penal (se adelantó, al punto de que se podría haber repetido la ejecución), sino que además fue figura con diversas apariciones para sostener la valla en cero, se mostró muy seguro en el juego aéreo y con la pelota en los pies y le ganó un mano a mano a Sebastián Lomónaco en el inicio del partido, tras un error de Pérez en la salida en el área.

Las intervenciones cruciales de Bologna

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En julio, «Beto» renovó su contrato por 18 meses hasta diciembre de 2021, con dos cláusulas: la posibilidad de rescindirlo de común acuerdo en junio de 2021 y un pago extra por cada firma de planilla oficial. Dueño de siete títulos y receptor de 13 goles en los nueve partidos en que había atajado desde su llegada, ocurrida en julio de 2016, el arquero de 38 años confirmó en la noche mendocina por qué Gallardo prioriza su figura por encima de la de Germán Lux, hoy relegado a ser el tercer arquero. Y se repuso de su pálido último desempeño: en marzo pasado había sido titular en la caída por 3-0 contra Liga en Quito en el debut por la Copa Libertadores, y además había sido expulsado, a los 71 minutos.

Por fuera de la figura de Bologna, otros dos jugadores que buscan su lugar se lucieron. Sosa cumplió con creces en su inesperado rol de zaguero central con buen juego de arriba y templanza para marcar, pese a algunos errores puntuales, mientras que Angileri se mostró activo, atento y dinámico, tanto para atacar como para retroceder. Además, el otro gran ganador fue el delantero juvenil Girotti: a los 21 años, transformó el gol la primera pelota que tocó, aprovechó su chance y demostró todo su ímpetu ofensivo en su cuarto partido en primera.

Del otro lado, los más experimentados no lograron lucirse ni mejorar su imagen después de sus muchas irregularidades en los dos partidos iniciales. Pinola sigue sin transmitir su habitual seguridad; Casco volvió a aparecer intermitente, sin potencia ofensiva ni solvencia defensiva, y se lo vio condicionado en la banda derecha, y Ponzio y Pérez (se retiró con una preocupante molestia muscular) alternaron buenas y malas y se chocaron en el eje del campo.

River se llevó de Mendoza tres puntos en una noche de ensayo, y su balance termina siendo positivo por las circunstancias. Pero, con tan solo el compromiso del viernes que viene frente a Banfield por delante antes de jugar frente a Athletico Paranaense el 24 de noviembre por los octavos de final de la Copa Libertadores, las dudas en rendimientos individuales y en el colectivo siguen sin despejarse.

 

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