El conjunto de Azconzábal necesitaba un triunfo para alcanzar los cuartos de final, pero no pudo: igualaron 1-1 con goles de Rafael Delgado y Juan Manuel García; el Sabalero finalizó primero en la Zona 1.

SANTA FE.- En un clásico con poco fútbol pero máxima tensión, Colón y Unión igualaron 1 a 1, con goles de Rafael Delgado y Juan Manuel García, de penal. Para muchos el resultado no dice mucho. Pero aquí deja muchas cosas para evaluar. Colón, que ya tenía la clasificación asegurada para la próxima instancia, se dio el gusto de eliminar al tatengue. Eso, en esta ciudad futbolera por excelencia, importa y mucho, porque uno –Colón- festejará que dejó al otro con las manos vacías y descansando.

El rojiblanco, más allá de los resultados que se fueron dando en simultáneo, dependía de su propio trabajo (triunfo) para pasar a la otra ronda. E intentó, como pudo buscó, pero no le alcanzó. Quizá se quedó con un sabor amargo de la eliminación, pero lo cierto es que lo que pudo hacer lo hizo, o al menos lo buscó, aunque sin dudas no fue suficiente.

Lo mejor del partido

No es el momento para hablar de merecimientos. En el balance, Colón insinuó un poco más de orden para neutralizar al adversario en la zona de gestación. Hubo un gran trabajo de Rodrigo Aliendro para la recuperación, pero esta vez funcionaron pocos los volantes-laterales que son quienes hacen la diferencia cuando el Sabalero marca el ritmo en el campo de enfrente.

Unión intentó la heroica después del empate. Pero le faltó continuidad. Aunque las modificaciones que ordenó Azconzábal le dieron al equipo una mayor dinámica, Colón escalonó las marcas para no tener sobresaltos. De hecho, si Unión hubiese conseguido aprovechar los espacios hubiese mejorado su suerte.

En el inicio, Unión apretó la salida del rojinegro, pero lo que hacía Acevedo en la contención se correspondía poco con lo que aportaban Cañete y el chileno Peñailillo. Enfrente, el local juntaba hombres cerca de Góez, para encontrar un poco de fútbol con las salidas de Meza, Aliendro y Escobar. Pero con el “Pulga” Rodríguez lejos de Farías y de Alexis Castro, los intentos se desvanecieron apenas la pelota cruzó la línea del medio.

Pero la experiencia del sabalero comenzó a gravitar. Y Unión, quizá conociendo algunos resultados del momento, comenzó a perder la línea y su juego se volvió opaco. Sus salidas perdieron eficacia y ofensivamente hubo escasa gravitación cerca de Burián. En todo caso, los defensores del local supieron cómo resolver los intentos tatengues que, con el correr los minutos se fueron espaciando.

Se iba terminando la etapa inicial cuando entre el acierto rojinegro y la desidia tatengue, movieron el marcador. Delgado aprovechó un desacomodo adversario en defensa y puso al sabalero en ventaja, esa diferencia que merecía pero sin la claridad suficiente hasta ese momento.

Unión fue a buscar no solo la igualdad sino un mejor fútbol. Fueron 15 minutos de presión, donde consiguió el empate con el penal ejecutado por Juan Manuel García y desnudó las falencias sabaleras para salir rápido de ese momento. Colón intentó cambiar. Lo consiguió pocas veces, pero las necesarias para no desfallecer. Lo de Unión se fue apagando. Seguro de lo que estaba haciendo, el sabalero buscó que el rival no lo incomodara. Lo consiguió porque el tatengue ya no tenía luces que alumbrara ese camino hacia el triunfo que lo clasificara para la nueva ronda.