Aliendro marcó el único gol de la tarde en el Cementerio de los Elefantes.
SANTA FE.- Y una tarde, Colón volvió a sonreír. El último campeón del fútbol argentino quebró una racha de cinco fechas sin ganar. Esta tarde derrotó por 1 a 0 a Central Córdoba de Santiago del Estero (gol de Aliendro en el primer tiempo). Pero el sabalero, sin un nueve de área, sufrió más de lo previsto. La falta de resolución de cada acción de ataque siguió siendo la constante de este equipo que necesita de resultados para fortalecerse anímicamente. El visitante hizo lo que pudo pero también se quedó sin ideas en el área donde el golero Burián se lució. Para el rojinegro santafecino lo único rescatable fue el resultado.
Colón necesitaba este triunfo para zafar de la irregularidad inquietante que mantenía en las últimas fechas, especialmente a partir de la séptima (la derrota por goleada ante Aldosivi, 0-3 en Mar del Plata). Hacía cinco fechas que no ganaba, lo cual lo llevó a retroceder en la tabla. El resultado favorable de hoy cambia el ánimo del plantel. Central Córdoba, que había interrumpido una racha similar (7 juegos sin ganar), el martes pasado con su triunfo sobre Atlético Tucumán en el debut de su entrenador Sergio Rondina, volvió a perder y se complica.
En Colón, el traslado terminó siendo impotencia pura cuando Bernardi, Ferreira y Farías no podían sortear el escalonado trabajo defensivo que le propuso Central Córdoba. Solo Rodrigo Aliendro fue sencillo y práctico. Y lo ratificó cuando, desde fuera del área, vio el claro, remató y con la ayuda de Salomón, descolocó a César Rigamonti para abrir el marcador. La visita debía animarse para intentar cambiar su suerte, pero siguió igual. Colón siguió imponiendo el ritmo aunque el juego seguía equilibrado.
El equipo del “Huevo” Rondina pareció despabilarse para el complemento. Volvió más dinámico, pero especulador y como Colón seguía sin mejorar su juego, algunas cosas se le facilitaron. Sequeira estuvo ordenado y habilitó criteriosamente a los hombres que lo acompañaban. La tibieza de los delanteros hizo lo demás. Hasta que el equipo de Dominguez pareció recuperar la memoria y con Farías más metido en el juego fue obligando al rival a replegarse. Pero Ferreira, que debía estar más cerca de Rigamonti, corrió más de lo que jugó y fue apagando todo intento ofensivo del local. Las modificaciones mejoraron al visitante; el local prefirió defender el resultado y se fue cada vez más cerca de su arco..