57 años atrás, la Selección conquistó su único triunfo oficial como visitante ante la Canarinha en la Copa de las Naciones 1964, un torneo que se festejó como un Mundial en ese entonces y con el correr del tiempo pasó al olvido.
7 años. 20.885 días. Ese es el tiempo que la Selección Argentina lleva sin festejar un triunfo oficial en Brasil. Ese es el tiempo que el sábado, en la final de la Copa América 2021, Lionel Messi y compañía intentarán que deje de correr. Desde el 3 de junio de 1964 pasaron 26 entrenadores y cientos de jugadores que no pudieron conocer el placer de ganarle al clásico rival sudamericano en su casa. Aquellos únicos privilegiados golearon a la Canarinha -bicampeona del mundo y con Pelé, el mejor jugador de su historia- por 3-0 en el mítico Pacaembú de San Pablo y tres días despues coronaron la hazaña con la Copa de las Naciones, el título más valioso del país hasta ese entonces ante Inglaterra, Portugal y los vecinos que hoy lucha contra el olvido.
Más de 65 mil personas agotaron las entradas para presenciar el duelo y la Albiceleste saltó a la cancha bajo una silbatina infernal que se acalló mientras se acercaba el inicio. José Agustín Mesiano, defensor de Argentinos Juniors de 22 años y con la 11 en la espalda para desconcertar rivales, era el elegido para domar a la bestia. Sin embargo, la bestia lo domó a él por las malas, con un cabezazo sin pelota que le rompió el tabique y lo desmayó. Ni los festejos pudo disfrutar, pero le dejó su lugar a otro protagonista clave: Roberto Telch.
Con un delantero más, Antonio Rattín tomó la responsabilidad de seguir a Pelé hasta abajo de la cama y la Argentina dirigida por José María Minella -contra todos los pronósticos- dominó de principio a fin en el primer tiempo, pero recién pudo traducirlo al resultado a los 43 minutos cuando Ermindo Onega la puso con su derecha al costado de Gilmar para gritar el 1-0 y silenciar a los paulistas. Después, el dominio se mantuvo en el complemento y Telch, a los 18′, puso el 2-0 con otro fuerte disparo.
Como si el dramatismo no bastara, Amadeo Carrizo se lució a los 25′ para desviar un injusto penal sancionado sobre el deslucido Pelé, quien ni siquiera quiso hacerse cargo del tiro que el arquero argentino le tapó a Gerson con un manotazo a su izquierda. Finalmente, otra vez el recordado Oveja firmó el 3-0 a los 44‘ para la celebración de los once titulares, un puñado de suplentes con buzos azules y un grupo celeste y blanco minúsculo en la inmensidad verdeamarelha de las tribunas, que no veían perder a sus representantes en casa desde el Maracanazo uruguayo del ’50. En el medio, Pelé se fue cabizbajo y con la diez celeste y blanca al hombro, sin la suya.
«Esa camiseta la tengo yo, está guardada en mi casa», cuenta el diez visitante de esa noche: Alfredo Rojas. Hoy de 82 años pero con 27 en aquel torneo, jugó 253 partidos entre Lanús, Celta, Betis, River, Gimnasia, Boca, Peñarol y el fútbol chileno, dos Copas del Mundo (1958 y 1966) y convirtió 124 goles. Sin dudas, uno de los más importantes se lo hizo tres días después a Inglaterra en el Maracaná para sellar aquel título, al que define como «importantísimo contra los grandes: los dos mejores de América y los dos mejores de Europa, con Pelé, Eusebio y Bobby Charlton».
«Fue una gloria hermosa, más en ese estadio y contra los padres del fútbol. Fuimos muy bien recibidos en Ezeiza. No teníamos el Mundial en esa época y ganamos contra los tres grandes del mundo», agrega el Tanque, quien también infló la red en el 2-0 del debut sobre Portugal, mientras del otro lado del teléfono reniega porque a la Selección actual le falta impronta del fútbol argentino. Todo lo contrario a ese plantel, con 22 de 22 procedentes del medio local. Esos que dieron el gran golpe ante Brasil, el que el equipo de Lionel Scaloni intentará dar en la final de la Copa América.
Argentina 3-0 Brasil
Fuente:Juan Manuel Collazo TyC Sports – Fotos: El Gráfico. – TyC Sports – Video: AFA.- TyC Sports – You Tube