El capitán fue parte de un acalorado encuentro de los referentes con los laderos de Román Riquelme, en el que reclamaron el pago de una deuda antes de la revancha con Corinthians.
Parecía un viernes normal, más allá de estas horas en las que Boca busca un entrenador tras la destitución de Sebastián Battaglia, tras la eliminación de la Copa Libertadores y sus posteriores frases inoportunas aludiendo al Consejo de Fútbol y el mercado de pases. Ya se sabía que Hugo Ibarra, junto a su asistente Leandro Gracián y Mariano Herrón, el DT empleado del club, sería -en ese orden- el trinomio que estará al frente del interinato, que tendrá su primer compromiso este sábado en el Nuevo Gasómetro, ante San Lorenzo. Entonces, sólo restaba definir el equipo que jugará en Bajo Flores. No obstante, en ese mundo azul y oro permanentemente convulsionado, de la situación más tranquila se puede desprender la bomba del día: Carlos Izquierdoz fue sacado del conjunto titular. Y esto, además, potenció el mal clima interno de los jugadores con Juan Román Riquelme, presidente del Consejo de Fútbol.
El capitán, al banco. Ecuación rara, teniendo en cuenta que su rendimiento ante los brasileños fue sólido e, incluso, convirtió su ejecución en la serie de penales en la que el conjunto de la Ribera cayó 6-5. No había motivos futbolísticos. Y más extraño es que un DT interino tome una decisión así de drástica por cuenta propia. No se recuerda un caso así no sólo en Boca sino tampoco en otro club. El “interino” que suele asumir cuando se despide a un entrenador principal suele retocar lo menos posible, pilotear la tormenta sin modificar mucho. Al menos de un partido a otro. Y aunque el título simple fuera “Ibarra sacó a Izquierdoz”, se sabe que el exlateral es simplemente un actor extra que, de repente, recibió un empujón hacia un escenario vacío para hacerse cargo de la obra. En realidad, había una historia mucho más profunda detrás.
“El cuerpo técnico toma la decisión que pretenda. No sé de dónde salen las versiones distintas, acá hay un tridente técnico que toma las decisiones. En ningún momento ha habido una reunión en el que terminara uno afuera o uno adentro. Son especulaciones”, fue lo que sentenció este viernes Jorge Bermúdez, integrante del Consejo de Fútbol, a ESPN acerca de la sorprendente noticia futbolística. Por algo será que Ibarra ya les dejó en claro que, no bien consigan un entrenador, su intención es retornar rápidamente a dirigir a la reserva: segundo día a cargo del plantel profesional y ya su apellido quedó expuesto en los medios por una situación que trasciende a sus decisiones.
Y es que la suplencia de Izquierdoz, según supo LA NACION, comenzó el lunes, un día antes de jugar la revancha con Corinthians, en la que –por supuesto- fue titular. En ese arranque de la semana hubo una reunión entre los referentes y el Consejo por una deuda (aparentemente de premios) que reclamaban los primeros. “Una charla tensa”, le detallaron a este diario, en la que los futbolistas barajaron la posibilidad de no concentrarse la noche previa a jugar ante el “Timão”. Claro, del lado del equipo de trabajo de Juan Román Riquelme hubo una respuesta contundente: “Preocúpense por ganar y después vemos”.
Cuando Boca se predisponía a saltar al campo de juego llamó la atención la arenga que optó Darío Benedetto, otro de los líderes del vestuario en pleno túnel de la Bombonera: “Ey, les digo otra cosa: ayer nos trataron de perdedores, eh. Entonces, demostrémosle a estos hijos de p… que nosotros queremos ganar, que nosotros somos ganadores”. En un principio, pareció hacer alusión a alguna situación vinculada al rival de turno y lo picante que fueron los duelos de fase de grupo y el primero de octavos de final. Sin embargo, ahora se atan otros cabos internos.
El cambio que sí es futbolístico por parte de Ibarra es el ingreso de Juan Ramírez en lugar de Exequiel Zeballos para utilizar el esquema que más tiene trabajado (4-3-1-2), poniendo a Oscar Romero como enganche. Sin embargo, la de “Cali” es una novela que parece recién comenzar: a fin de año se le termina el vínculo y, evidentemente, el conflicto es importante.
Bermúdez tocó otros temas. Uno de ellos, la destitución de Battaglia. “Muchos decían que no estaba preparado. Asumimos la responsabilidad. Cuando para todo el mundo tenía que dejar de ser el DT después de Godoy Cruz (1-1, en la Bombonera, durante la Copa de la Liga), lo apoyamos”, comenzó un discurso orgulloso por sostenerlo en el momento más crítico del ciclo. Incluso, indirectamente pareció ratificar que la decisión de echarlo se activó con el reproche del extécnico por no tener a mano incorporaciones: “Los DT’s no son evaluados por la Libertadores, sería injusto. Es el sueño más grande del hincha y lo vivimos con impotencia. El DT debe sentirse respaldado”.
Aceptó que el lugar que optaron para comunicarle a Battaglia que dejaba de ser el técnico xeneize fue una estación de servicio: “Fue un día movidísimo. El plantel trabajó en el predio por la tarde y el regreso de Sebastián a la Zona Norte fue difícil para él. Entonces, lo llamamos para tener un encuentro con él proponiéndole un destino equidistante. No fue con mala intención como lo quisieron poner. Él siempre será nuestro amigo”, explicó y cerró el tema.
A propósito, se refirió al plantel y al hecho de no contar con refuerzos en este mercado de pases, que para Boca cierra el lunes: acaso lo que reprochó el ahora exentrenador no bien se produjo la eliminación de la Libertadores. “Estamos felices con nuestro plantel. Tenemos el mejor de la Argentina. Estuvimos a la altura en la Libertadores, porque fuimos mejores que Corinthians y, por cuestiones de fútbol, quedamos afuera”, sacó pecho y fue a contramano de aquellas declaraciones de Battaglia. Y agregó: “Estamos convencidos de que vamos a seguir ganando”.
Incluso, se refirió a Arturo Vidal y lo que terminó siendo sólo una posibilidad que se esfumó rápido por las diferencias económicas y porque enseguida apareció Flamengo, de Brasil, que terminó contratándolo y se metió en los cuartos de final de la competición subcontinental: “Nos quedamos solamente con el esfuerzo que hicimos y las conversaciones que tuvimos”.
Boca vuelve a ser un caos. Sin un entrenador que se fue echado por hablar en un momento equivocado, un capitán castigado que verá el encuentro con San Lorenzo desde el banco de suplentes y un plantel que no tomó bien la decisión sobre Izquierdoz.
Fuente: Franco Tossi LA NACION Deportes – Andre Penner – AP – Prensa Boca – Mauro Alfieri – LA NACIÓN – LA NACION Deportes