En Sarandí, la Academia tuvo muchos problemas en defensa, cayó por 2-1 y no pudo meterse entre los cuatro mejores equipos de la Zona A.

El polémico triunfo en el clásico ante Independiente no le sirvió a Racing como despegue. Si se esperaba que la victoria en el partido más importante del año fuera una bisagra para el ciclo de Juan Antonio Pizzi la idea duró apenas un par de días. Primero, todas las dudas volvieron en el partido de Copa Argentina, ante San Martín de San Juan, en el que Gabriel Arias lo rescató de la eliminación en los penales y lo clasificó a los octavos de final. Esta vez, ante Arsenal, el resultado fue de la mano del flojo rendimiento: cayó por 2 a 1, en Sarandí, y su situación en el grupo B de la Copa de la Liga se complica, justo cuando se viene el arranque de la Copa Libertadores.

Cuando el partido todavía estaba asomando Pizzi se fue expulsado, luego de que el árbitro Fernando Espinoza le sacara una amarilla por protestar, y la segunda, tras otros gritos que llegaron desde el banco de suplentes de Racing. El técnico siguió con cierta desazón el resto del partido desde una ventanilla del vestuario visitante que daba al césped. La imagen de Pizzi asomado detrás de unas rejas era una buena foto del presente de la Academia, que tardó minutos en volverse meme. En las redes sociales, el termómetro que queda ante la falta de público en las canchas, la críticas de los hinchas fueron lapidarias. “Hay muchas cosas de este equipo que me gustan. Y muchas que no”, fue el escueto análisis de Pizzi, que se refirió a su expulsión. “No entendí la decisión. Se que están esperando que hable de los árbitros, pero no va a suceder”, agregó el técnico.

El gol de Candia

Es que en la semana, luego del error de Mauro Vigliano en el partido ante Independiente, Pizzi dio una entrevista con el canal oficial del club, en la que declaró que no quería que ese fallo de Vigliano se vuelva en contra en los próximos partidos. Parte del juego mediático que se instaló en el fútbol argentino hace años. “La guardia alta”, lo definió alguna vez Marcelo Gallardo. Lo que reclamó el banco de suplentes de Racing en Sarandí es que no había sido córner la jugada previa al segundo tanto de Arsenal. Parece apenas un detalle en los magros 90 minutos que jugó la Academia.

Gastón Suso puso el 2-0 para Arsenal

El ciclo de Juan Antonio Pizzi en la mitad celeste y blanca de Avellaneda ya lleva 13 encuentros. Y más de cuatro meses de entrenamientos, con ocho refuerzos a los que su cuerpo técnico le dio el visto bueno. Es difícil encontrar alguna buena presentación del equipo en este tramo, acaso el cauteloso planteo en el 0 a 0 ante River, en el Monumental. Cinco victorias, cuatro empates, cuatro derrotas es la marca que lleva el equipo en esta temporada. Desde los números aún tiene respaldo Pizzi. Desde el juego las dudas están desde la primera presentación ante Banfield.

Las críticas que se gritan en las redes sociales también se perciben puertas adentro. Tras el mal arranque en el campeonato y el 0-5 ante River en Santiago del Estero, Víctor Blanco ya avisó que echar a Pizzi no es una opción por un tema presupuestario. Pero no son muchos los dirigentes que piensen que el entrenador puede cambiar este rumbo errante. El contrato del santafesino es hasta fin de año. Deberá surfear su continuidad a base de resultados, como lo hizo en estos meses, donde la mejor noticia que encontró el DT fue la banca de sus jugadores: los cinco triunfos que consiguió la Academia llegaron en los minutos finales, una buena muestra de apoyo.

Chancalay acortó la distancia

Ahora, en el horizonte académico aparece la presentación en la Copa Libertadores. Para Racing es la quinta participación en los últimos siete años en el certamen continental más importante. Con la experiencia de haber quedado cerca de cruzar la frontera de los cuartos de final la última edición, en la eliminación ante Boca, el objetivo debiera ser por fin meterse entre los mejores cuatro de América después de 24 años. Hoy parece una meta demasiado ambiciosa. En el grupo E, la Academia estará acompañado por San Pablo, de Brasil; Rentistas, de Uruguay; y Sporting Cristal, de Perú.

Serán 10 partidos en 37 días, u once si Racing se logra meter en los cuartos de final del torneo  local. Una seguidilla importante que arrancará este miércoles, en Montevideo, ante Rentistas. Ayer en Sarandí Pizzi decidió cuidar a Eugenio Mena, Leonardo Sigali y Lorenzo Melgarejo de cara al debut copero. Pero a Racing no parece sobrar nada, como si no estuviera en condiciones de guardar ninguna carta. La derrota ante Arsenal lo dejó fuera de los cuatro clasificados en la Copa de la Liga.

De la derrota en La Bombonera que lo eliminó de la Copa pasada pasaron apenas cinco meses. Pero parece que hubiera sido hace décadas. La partida del capitán Lisandro López y del director deportivo Diego Milito, los dos grandes ídolos modernos del club, dejaron un vacío enorme en la Academia. En ese contexto desembarcó Pizzi, con la Copa Libertadores como gran objetivo. Ahora deberá rendir examen cada tres días por las próximas seis semanas. De cómo sortee Racing la fase de grupos dependerá la continuidad de un técnico al que ni siquiera los resultados lograron darle confianza hasta ahora.