El conjunto de La Paternal se impuso 2-0 por los goles de Reniero y Carabajal, de penal, por la 6° fecha del campeonato.

Un par de cambios oportunos en el entretiempo y una buena dosis de eficacia le dieron una victoria merecida a Argentinos Juniors sobre Banfield. Fue 2-0, con goles de Reniero y Carabajal, de penal, en un partido con tiempos diferentes, algunos momentos entretenidos y muchos otros con pocas luces. El partido por la 6° fecha del Torneo 2021 se disputó en La Paternal, con el arbitraje de Andrés Merlos.

Nada hacía prever el final después de ver el cuarto de hora inicial. Bien afirmado en la posición central de Lautaro Ríos en el medio, Banfield gozó de un arranque en el que no solo mostró superioridad posicional sino que la transformó en un par de llegadas a fondo.

Lo mejor del partido

La velocidad de los hábiles Álvarez y Enrique para sumarse a Pons en el ataque en cuanto el equipo recuperaba la pelota los dejaba mano a mano con los tres centrales locales y le otorgaba al Taladro espacios suficientes para generar una sensación permanente de peligro que en ese ratito prometedor estuvo cerca de concretar. Primero, Chaves debió esforzarse para desviar un cabezazo picado de Lollo a los 10 y unos minutos más tarde un remate desde afuera del área de Galoppo besó el palo izquierdo. Pero prácticamente hasta ahí llegó su “amor”, y de a poco fue perdiendo gas en sus arremetidas.

Del otro lado, Argentinos Juniors no terminaba de hacer pie. No solo por los problemas que tenía al descubrir las espaldas de Romero y Elías Gómez por afuera, sino fundamentalmente porque no lograba darles profundidad a sus intentos de progresión asociada rumbo al área de Altamirano. De hecho, se trató de un déficit sin solución hasta el descanso.

Bien cerradas las bandas por Coronel y Quinteros y generoso en el despliegue defensivo por adentro, el equipo de Javier Sanguinetti se las ingenió para no pasar complicaciones. Ni Hauche ni Reniero ni Carabajal encontraban pasillos para moverse con libertad, y como Sosa y Lollo eran los dueños de los centros laterales (el Bicho notó mucho la ausencia del paraguayo Avalos, fisurado en un dedo del pie izquierdo), el arco les quedó demasiado lejos a los de La Paternal.

No demoró Gabriel Milito en buscar el modo de sacudir la modorra de la tarde soleada. Cabrera y Florentín (a la postre, el mejor de la cancha) dejaron a Kalinski y Romero en el vestuario tras el descanso y el equipo modificó su diseño a un 4-3-1-2 con mayores pretensiones ofensivas.

Los movimientos del Mariscal obtuvieron una respuesta casi inmediata. Pons desvió en la barrera un tiro libre de Carabajal que llevaba pimienta; Mac Allister cabeceó afuera el córner posterior, y enseguida Reniero apareció libre en otro centro para poner el 1-0 agachándose para conectar el frentazo en la puerta del área chica. Todo en apenas 7 minutos.

Banfield nunca logró recuperar aquella postura del principio. Más aún cuando a los 16 Florentín se llevó a la rastra a Ríos, que acabó tumbándolo en el área. Carabajal transformaría el penal en el 2-0. La tarjeta roja directa que se ganó Sosa por un codazo a Reniero a los 24 y el remate al palo que impidió el descuento de Galoppo a los 31 abortaron las últimas posibilidades de reacción.

Ganó bien Argentinos. Supo cambiar y ponerle efectividad a los minutos en los que tuvo viento a favor, esa que les faltó a los pibes del Taladro para poder contar una historia diferente.