Boca eliminó a River por penales y se clasificó a cuartos de final de la Copa Argentina.
Empataron sin goles en tiempo reglamentario, pero los xeneizes se impusieron por 4-1 en la definición desde los doce pasos; durante el partido, los dirigidos por Miguel Ángel Russo no le acertaron una sola vez al arco defendido por Franco Armani.
Boca eliminó a River de la Copa Argentina y se medirá en cuartos de final con Patronato de Paraná. El Superclásico terminó empatado sin goles tras el tiempo reglamentario, pero en la definición por penales se impusieron los dirigidos por Miguel Ángel Russo, que acertaron sus cuatro disparos. Agustín Rossi le atajó el tiro a Julián Álvarez, mientras que Braian Romero desvió su remate. El encuentro se disputó en el estadio Ciudad de La Plata.
Los primeros diez minutos fueron del equipo xeneize, que presionó a River en su campo y no le permitió salir jugando con pelota dominada. A los dirigidos por Russo les faltó profundidad, aunque el recién llegado Advíncula tuvo una chance que no pudo definir, tras una buena triangulación con Juan Ramírez por la banda derecha. La presión alta de Boca complicó la salida limpia del equipo millonario.
La incomodidad de River se hizo notoria con las dos tarjetas amarillas que vieron Enzo Pérez y David Martínez. Ambas fueron por sendas infracciones sobre Juan Ramírez, el más criterioso de los mediocampistas xeneizes en los primeros minutos de juego. La presión de Boca sacó del guión imaginado a River, obligado a jugar al pelotazo.
De todas maneras, River estuvo a un par de metros de abrir el marcador. Julián Álvarez sacó a pasear a Izquierdoz con un quiebre de cintura y tiró un centro rasante, a la búsqueda de una pierna que empujara el balón. Lo rozó Agustín Rossi en su estirada y Braian Romero se perdió un gol increíble, debajo del arco. Hubo un segundo remate de Zuculini, que se fue lejos. El partido cambió y River comenzó a amigarse con la pelota.