El conjunto alemán hizo historia: se consagró campeón de clubes de Europa al ganar todos los partidos del torneo. En la final venció en un gran partido al PSG con un cabezazo de Coman.

Y ganó el mejor… La conclusión al ver al Bayern levantar la Orejona por sexta vez en su historia es que el campeón de esta Champions fue el equipo que mejor jugó a lo largo de la competición. No es casual que haya logrado el récord de ganar los 11 partidos, incluida una final atractiva en la que el Paris Saint Germain, digno rival, tuvo sus chances para liquidar a esa máquina de atacar que por momentos da la impresión de ser este equipazo de Hansi Flick. Con individualidades que aparecieron en los momentos justos, como el vigente Manuel Neuer con sus atajadas, Thiago Alcántara y Joshua Kimmich en la acción previa al gol de Kingsley Coman y los goles en todo el certamen de su gran artillero Robert Lewandowski, pero sobre todo con un funcionamiento colectivo que lo hizo superior a todos sus rivales, el conjunto bávaro ratificó su condición de favorito y quedó en la historia.

No fue el Bayern avasallante que pasa o intenta pasar por encima a todos sus rivales. Thomas Tuchel tomó nota de la fragilidad en la transición defensiva que había mostrado ante el Barcelona (pese al 8-2) y ante el Lyon (la pasó mal antes del 1-0 parcial) y por eso apostó a un juego más directo para atacar las espaldas de los laterales y obligar a cerrar a los zagueros centrales. La búsqueda del PSG, por un lado, fue el juego vertical para aprovechar su mayor fortaleza: el desequilibrio individual de Neymar, Mbappé y Di María, su trío ofensivo. Por el otro, la intención de no dejar construir juego a su rival con una presión intensa en zona intermedia-alta con un extraordinario Ander Herrera como abanderado. El español saltaba a la presión de su compatriota Thiago Alcántara y si la pelota iba afuera para Davies, Marquinhos era el que se tiraba hacia esa banda y Paredes ajustaba por adentro.

El Bayern se las rebuscó para aproximarse al arco de Keylor Navas. Flick metió de entrada a Coman por Perisic. Perdió en presión alta, algo que el croata realiza muy bien, pero ganó en desequilibrio en el uno contra uno sobre Kehrer. Mantuvo la posesión como en otros partidos pero su rival lo incomodó y su habitual ataque arrollador no fluyó tanto. Así las cosas, la final se hizo de ida y vuelta. Neuer se lució con una doble tapada a Neymar y al resto Lewandowski estrelló un remate de media vuelta en el palo. Di María se lo perdió solo al definir por arriba, tras un gran pase de Herrera, y acto seguido otra vez Lewandowski casi la mete con un cabezazo que tapó Navas. Sobre el final del primer tiempo, un disparo a las manos de Neuer de Mbappé, cuando estaba solo y tenía para elegir dónde definir, dejó la sensación de que el PSG se iba al descanso más cerca que su rival de abrir el marcador.

En el complemento, el Bayern Munich acentuó la posesión del balón pero el partido, igual de intenso, bajó su efervescencia en las áreas. Hasta que unos desajustes en la marca del PSG facilitaron la llegada al gol de su rival. Marquinhos saltó tarde a la presión sobre Thiago, quien metió un excelente pase filtrado para un Kimmich atacando por adentro, sin que Di María acompañara su proyección ni Paredes fuera capaz de interceptar ese pase del español. El lateral alemán la abrió para Gnabry, quien envió el centro al área donde Müller, con un gran toque de primera y rodeado por tres adversarios, cedió para Kimmich quien le sacó punta a su botín derecho y metió un roscazo en forma de centro al segundo palo para el cabezazo goleador de Coman.

L GOL DE COMAN:

Tuchel, obligado por las circunstancias, modificó el plan. Paró al equipo más adelante, metió cambios (entraron Verratti y Draxler por Paredes y Herrera) y el PSG fue decidido a buscar el empate. Tuvo un par de ocasiones pero ahí apareció la gigantesca figura de Neuer (el mejor arquero del mundo de los últimos 15 años) para mantener su arco en cero. Igual, dio la sensación de que el DT pudo haber sido más ofensivo en su cambio de estrategia.

La máquina que ganó su grupo con puntaje ideal, que vapuleó en los octavos al Chelsea (7-1 en el global), que noqueó al Barcelona en cuartos, que luego del susto se sacó de encima al Lyon en la semifinal, no se colgó del travesaño, no resignó la búsqueda del arco rival y terminó el partido festejando un título merecido. Un gran champion.

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