/Coronavirus. Atletas olímpicos +30: la dura misión de pensar en los Juegos postergados cuando el retiro está cerca

Coronavirus. Atletas olímpicos +30: la dura misión de pensar en los Juegos postergados cuando el retiro está cerca

Tokio 2021 suena lejano, intangible por el momento. Pensar casi únicamente en los próximos Juegos Olímpicos aún es muy prematuro, y utilizarlos como objetivo para la motivación diaria ya no provoca el mismo empuje. El mundo del deporte quedó paralizado, producto de la pandemia de coronavirus , y con un futuro incierto a pesar de incipientes reanudaciones, los atletas van día por día, sin proyecciones muy específicas. ¿Qué conviene hacer cuando queda más de un año para la cita olímpica , casi no hay calendarios y no existen chances de prepararse normalmente?

En esa duda está involucrado, por supuesto, el deporte argentino, tanto el grupal como el individual. Un mar de incertidumbres se cerró alrededor de los Juegos Olímpicos Tokio 2021, y es más difícil de navegar para aquellos deportistas que veían esta competencia como el último escalón de su carrera , la estocada final antes del retiro. ¿Cómo juega esta pausa en la preparación física? ¿Qué papel desempeña lo mental?

https://twitter.com/paupareto/status/1248287721900179457

«Es fundamental mantenerse motivado, pero también muy difícil. Al no tener un futuro muy claro, es entrenarse por entrenarse. Sobre todo cuando uno tenía la mente en un objetivo tan claro, la clasificación. Y por más que se los haya reprogramado para dentro de doce meses, ronda la incertidumbre. La cabeza y la motivación son lo más difícil de manejar. Y más para mí, porque éste es el final de mi carrera», explica desde Mar del Plata el remero Cristian Rosso , de 36 años y finalista en Londres 2012.

Mayoritariamente los deportistas coinciden en mantener una rutina. Hicieron un plan, buscaron los horarios adecuados y efectúan entrenamientos adaptados a sus deportes. Intensificaron la conexión con sus equipos de trabajo y entrenadores. Todo, sin perder los momentos de ocio, enojos y ansiedad.

«Tuvimos que adaptarnos a los espacios y a rutinas de entrenamientos de menos desplazamientos, más propias de la modalidad «hit» o funcional. Así, podemos mantener la intensidad, quizás con menos carga. El cuerpo sabe adaptarse a los entrenamientos del alto rendimiento y ahora lo hace a esta nueva forma, de menos carga y diferentes ejercicios», comenta Rosario Luchetti , la capitana de las Leonas. «La motivación es lo que decae en este momento. Lo bueno es que el deporte me preparó para situaciones de adversidad, y ésta no es una menor. No poder salir a entrenarse ni hacer otras cosas a veces molesta un poco, pero nosotras seguimos conectadas y preparándonos. Adaptadas a este nuevo modo de vida por el tiempo que dure», agrega la jugadora de 34 años.

Rosario Luchetti, la capitana de las Leonas, estuvo tres años fuera del alto rendimiento, volvió y a los dos meses de puesta a punto tenía un nivel "aceptable"; la campeona mundial de 2010 no se inquieta por estar en forma ahora, a 14 meses de Tokio 2020.
Rosario Luchetti, la capitana de las Leonas, estuvo tres años fuera del alto rendimiento, volvió y a los dos meses de puesta a punto tenía un nivel «aceptable»; la campeona mundial de 2010 no se inquieta por estar en forma ahora, a 14 meses de Tokio 2020.

Sabrina Ameghino , de 39, se autoapoda «Abuela del Canotaje Argentino». El año pasado, en Lima, ganó por primera vez lo que tanto le había costado: una medalla dorada en Juegos Panamericanos. Desde entonces piensa en los Olímpicos, pero… «La motivación fue perdiéndose bastante, pero me mantengo activa, porque si no pensara en Tokio estaría sentada en un sillón comiendo helado, y no. Sé lo que quiero, lo que tengo que hacer y adónde quiero llegar. Sé que tengo que levantarme a la mañana para entrenarme sola. Me mantengo comunicada con mi entrenador y mis compañeras, compartiendo rutinas, apoyándonos entre nosotras para que nos entrenemos. Mis prácticas no cambiaron, salvo que no tengo el agua, y eso se extraña muchísimo. Tengo un kayak ergómetro que reemplaza el kayak en el agua y un gimnasio bastante completo», cuenta la participante olímpica en Río de Janeiro 2016.

El final de sus carreras está latente. Para muchos el tiempo señalado era julio/agosto de 2020, con los Juegos, y ahora reescriben sus agendas hacia julio/agosto de 2021. Entre los clasificados que pueden poner en Tokio el punto final aparecen Santiago Lange , de 58 años, y la maratonista Marcela Cristina Gómez, de 36. En las disciplinas por equipo sobresalen Juan Manuel Vivaldi (40), Juan Martín López (a punto de cumplir 35), Pedro Ibarra (34), Ignacio Ortiz (32) y Lucas Vila (33), de los Leones; Noel Barrionuevo (36), Giselle Kañevsky (34), Carla Rebecchi (35), Silvina D’Elía (34) y Luchetti, de las Leonas, y varios capitanes: Luis Scola (40), el de básquetbol; Gastón Revol (33), de los Pumas 7s, y Gonzalo Carou (40), de los Gladiadores, además de su compañero Sebastián Simonet (33).

Ellos tienen asegurados sus lugares; más incómoda es la situación para quienes iban a buscar su plaza olímpica en los primeros meses de este año, y que deben esperar: Ameghino, Rosso, Ariel Suárez (40 años, remo), Federico Molinari (36, gimnasia artística), Paula Pareto (34, judo), Germán Chiaraviglio (33, salto con garrocha), Belén Pérez Maurice (34, esgrima), Gastón Alto (31, tenis de mesa).

Carla Rebecchi, de 35 años, otra de los deportistas que tendrían a la de Tokio como la última participación olímpica de sus carreras.
Carla Rebecchi, de 35 años, otra de los deportistas que tendrían a la de Tokio como la última participación olímpica de sus carreras. Fuente: Archivo

Desde España, Carou expone su contexto en el handball: «Me permito pensar en Tokio, pero antes está el Mundial, en enero, y hay que ver cómo nos reponemos de esto. Va a costar volver a nuestra mejor forma. Creo que con un mes, un mes y medio, puedo recuperar mi nivel. La liga comenzaría en septiembre y eso nos daría tiempo. Pero está claro que la edad es un condicionante muy importante en el deporte competitivo del máximo nivel. La recuperación física es más difícil y cuesta más mentalmente ponerse los objetivos. Pero tengo claro lo que quiero, que es ir a Tokio y jugar un año más en este nivel. Hay que ser más medido que antes en los trabajos físicos, en los descansos y en la alimentación para poder seguir compitiendo de igual a igual con chicos que tienen la mitad de mi edad».

A Paula Pareto se la vio muy activa en las redes sociales, en su preparación física y en su actuación como médica durante la cuarentena. «El foco sigue siendo uno: Tokio. Esta situación no cambia mi objetivo y por eso sigo entrenándome, dentro de mis posibilidades, al 100 por ciento. Pase lo que pase, tengo que estar en forma, y la mirada sigue puesta en la clasificación olímpica», afirma la judoca campeón olímpica en hasta 48 kilos.

Paula Pareto ha estado muy activa en las redes sociales, mostrando cómo se entrena durante en su domicilio la cuarentena; tras una operación, la judoca de 34 años intentará clasificarse para que los de Tokio sean sus últimos Juegos Olímpicos.
Paula Pareto ha estado muy activa en las redes sociales, mostrando cómo se entrena durante en su domicilio la cuarentena; tras una operación, la judoca de 34 años intentará clasificarse para que los de Tokio sean sus últimos Juegos Olímpicos. Crédito: instagram/Pareto

«La esgrima es un deporte de tiempo y distancia», observa Pérez Maurice, «así que esto afecta bastante». La participante olímpica en 2012 y 2016 relata su caso: «Tendremos que volver a buscar la puesta a punto y va a llevar tiempo recobrar esas sensaciones. Nunca estuve tanto tiempo sin entrenarme; estoy en la selección desde los 17 años y nunca paré. Mis entrenadores me armaron un plan para practicar dentro de las limitaciones y para que la vuelta no sea tan dura».

María Belén Pérez Maurice tiene 34 años y es la máxima figura nacional de la esgrima; lleva en el seleccionado una mitad de su vida.
María Belén Pérez Maurice tiene 34 años y es la máxima figura nacional de la esgrima; lleva en el seleccionado una mitad de su vida. Crédito: Instagram Belén Pérez Maurice

Otro aspecto por atender es la recuperación física. Los atletas necesitan variar sus entrenamientos, cambiar las intensidades y cargas. Sus cuerpos están preparados y tienen memoria muscular, pero nunca vivieron una inactividad de competencia tan larga.

«Creo que esto va a dejar un cambio en el rendimiento y tal vez en nuestra composición física. Nuestros cuerpos están acostumbrados a un 90% de movimiento, y creo que eso se invirtió. Ahora un 90% es reposo, o más bien no exigencia alta, ya que no nos entrenamos todas las horas que estábamos acostumbrados», señala Ameghino, la campeona de K1-200 en Lima 2019.

Para Luchetti, la situación es más particular, porque hace tiempo regresó al alto rendimiento luego de tres años. «No siento que me cueste más que lo pensado volver a mi mejor nivel. Estuve tres años fuera del alto rendimiento, y con un par de meses de entrenamiento duro volví en un nivel aceptable, y no pude llegar a mi más alto nivel por la pandemia. La edad no es un condicionante; uno se lo pone. Obviamente, el cuerpo reacciona diferente, necesita más tiempo de recuperación y hay que ser más minuciosos en un montón de factores para que el cuerpo rinda. Pero creo que si en el alto rendimiento uno es prolijo, tiene compromiso y es profesional, el cuerpo puede dar mucho», opina la volante.

https://twitter.com/paupareto/status/1248671732162080770

«En el remo, la edad no es un condicionante mientras uno esté motivado y mentalmente fuerte», expresa Rosso. «Y sin tanto desgaste por lesiones, todo pasa por la cabeza», coincide con Luchetti. «Si tuviera todas las ganas del mundo podría competir en estos y en unos Juegos más, seguro. Hay casos de remeros que fueron olímpicos a los 40 años. Pero lo que limita muchas veces es la motivación, ese fuego que empuja a ir por más. Es toda una vida haciendo lo mismo y hay que estar muy motivado para sostenerse», ahonda el remero, ya decidido a que Tokio 2020 sea en 2021 la ocasión de su adiós. «No creo que me cueste volver a mi nivel después de la cuarentena. Va a depender de las fechas de competencias y de cuándo volvamos a entrenarnos en el agua, pero teniendo tiempo de preparación, no creo tenga ningún problema», avizora Rosso.

Acostumbrados a un vida planificada y ordenada, los deportistas olímpicos que afrontan el cierre de sus carreras quedan descolocados por una crisis sanitaria mundial que los sacó de eje. Se amparan en un constante intento de automotivación, en pensamientos positivos y en entrenamientos diferentes. No se dejan intimidar por la edad y se respaldan en su experiencia. Pero cuesta, sí.

Para Gonzalo Carou, que tiene hijos pero ningún implemento en su casa, es difícil seguir el entrenamiento en alto nivel; el capitán de los Gladiadores se quedó sin club para el próximo semestre y está preocupado por su preparación para Tokio 2020.
Para Gonzalo Carou, que tiene hijos pero ningún implemento en su casa, es difícil seguir el entrenamiento en alto nivel; el capitán de los Gladiadores se quedó sin club para el próximo semestre y está preocupado por su preparación para Tokio 2020.

Dos casos opuestos: Carou y Luchetti

«La cabeza es el rival más difícil. Estoy en una situación bastante complicada. Primero, con la continuidad o no de la liga, y después, porque me enteré de que el club no iba a contar conmigo para la próxima temporada. Tuve que ponerme a buscar equipo, y a mi edad se hace más difícil. Entonces, al no saber si voy a jugar el próximo semestre, entrenarme se me hace cuesta arriba. Y al no contar con los implementos y tener hijos, encontrar un momento para entrenarme es complicado. Así que lucho con mi cabeza, trato de seguir motivado. Quiero estar en Tokio, pero la cabeza juega malas pasadas. Es difícil mantenerse enfocado y motivado en esta situación», explica Gonzalo Carou, el capitán del seleccionado de handball, que aspira a participar en sus segundos Juegos Olímpicos.

En contraste, Rosario Luchetti, de las Leonas, manifiesta: «Tokio está postergado y pensar hoy en llegar de buena manera me parece absurdo. Cuando salgamos de esto tendremos que volver a prepararnos para la competencia que venga. Pero hoy no me inquieta mantener mi estado físico, sería absurdo preocuparme tanto por eso».

Fuente: Olivia Díaz Ugalde – LA NACION DEPORTES / JR – www.actualidaddeportiva.com.ar – Fotos: