El santafesino y la sanpedrina no pudieron meterse en las definiciones de K1 200 y K1 500, respectivamente.
No pudo ser para Rubén Rézola en este miércoles por la noche en Argentina (jueves por la mañana en Tokio). En la prueba K1 200m, el argentino terminó séptimo en la segunda serie de semifinales, con un tiempo de 36 segundos, 552 milésimas, a un segundo y 438 milésimas del líder Sandor Totka, de Hungría. Así, quedó sin chance de pelear por una medalla.
Rézola en acción (EFE).
A diferencia de lo que venía haciendo. esta vez no fue positivo lo del argentino, teniendo en cuenta que estuvo por encima de la marca realizada por él mismo en los cuartos de final (35s059). Más tarde compitió en la final B para terminar de definir su ubicación, pero obviamente sin posibilidad de presea.
Y allí no pudo darse el lujo de finalizar en lo más alto: llegó en el penúltimo puesto (séptimo) con un registro de 36s775, más lento incluso que en su intento de clasificación anterior.
«Pude dejar todo lo que tenía. Cuando el viento me sopla en contra no saca lo mejor de mí y tenía una molestia en la muñeca por una caída. Me hubiese gustado tener mejores sensaciones en la final B y obviamente llegar a la final, pero estoy contento por una nueva participación y haber llegado hasta acá, que no es poco», dijo Rubén en declaraciones a TyC Sports.
Pero luego fue más allá al hablar de una situación poco feliz que le tocó atravesar. En varias ocasiones había hablado de una difícil cuestión personal que había atravesado y, cumplida su tarea en Tokio, blanqueó lo que ocurría.
«»Me gustaría que se contemple el bienestar mental de los atletas. El año pasado me quitaron la beca por unos meses porque no fui a una concentración porque no me sentía bien como para hacerlo. Y me mandaron un mail de dos renglones diciéndome que me la quitaban, lo que fue una falta de respeto total. Hasta tuve que trabajar. No sé, tal vez no vieron con quién estaban tratando; yo di todo y cuando más necesité eso, me lo quitaron. Creo que merezco una disculpa pública y ojalá que nunca le pase a ningún otro atleta, porque era gente con la que yo compartí mucho. Yo sólo pedí permiso para entrenarme en mi casa. Cada atleta debería poder hacerlo».
«Pero me demostré a mí mismo que podía, porque había entrado en un pozo y pude sanar esa herida«, concluyó.
Tampoco pudo ser para Rojas
Brenda Rojas en acción (AFP).
Minutos después fue el turno de Brenda Rojas en K1 500m. La oriunda de San Pedro terminó séptima y última en su serie de semifinal (cuatro en total), con un tiempo de 1m58s301, a seis segundos y 621 milésimas de la líder, Lisa Carrington. De esta forma, Rojas quedó totalmente fuera de competencia, porque con su marca no llegó ni a la final C.
Así, entonces, finalizó la participación olímpica de ambos palistas, con una meritoria actuación.
«Estoy contenta por lo de ayer (la clasificación a las semifinales), no pretendo irme amargada. Cuando salí a competir me sentía muy vacía, cansada, pero bueno, lo di todo. Ahora voy a seguir entrenando a pleno, quiero mejorar, la gente que está acá es campeona olímpica, europea, del mundo, es toda grosa», aseguró Brenda en diálogo con TyC Sports.
Y agregó: «Para el futuro quiero mejorar y la regata de ayer me dio una ilusión. Si bien por el 200 tenía un gustito amargo, porque uno quiere ganar a todo lo que compite, en el 500 me voy mucho más contenta. Me hubiese gustado quedar sexta así tenía una regata más pero no se me dio».
Fuente: Clarín.com Deportes – Deportes: EFE/ José Méndez – EFE – AFP – Clarín.com Deportes