Se trata de la regla de los 20 minutos por tarjeta roja, que implica que pasado ese tiempo a partir de la expulsión de algún jugador, el mismo pueda ser sustituido y así el encuentro vuelve a enfrentar a quince contra quince.
Brendan Morris, director ejecutivo de SANZAAR, se refirió a esta determinación: “Esta es una gran decisión para el Rugby Championship y se deriva de su aplicación en Super Rugby. Todas las uniones nacionales de SANZAAR (Argentina, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica) apoyan completamente esta medida. Como grupo, creemos firmemente que la integridad de los partidos internacionales es muy importante y que, siempre que sea posible, los partidos deben ser un desafío de quince contra quince”.