/Rally Dakar 2024: el mendocino Francisco Moreno pasó de la crisis y el llanto a su primera victoria

Rally Dakar 2024: el mendocino Francisco Moreno pasó de la crisis y el llanto a su primera victoria

  • El piloto de Tupungato se impuso en el prólogo, en cuatriciclos.
  • «Me encerré a llorar”, confesó en Arabia Saudita, cuando la ansiedad lo desbordaba en la previa.
  • Cómo le fue al resto de los argentinos.

La categoría cuatriciclos está en jaque. La organización del Rally Dakar le puso limitaciones, ajustándose a las reglas del mercado internacional, ya que la industria deja de lado este tipo de vehículos livianos por otros que son más comerciales, como los UTV, por ejemplo, que ganan cada vez más terreno.

Sin embargo, los argentinos parecen mantener el dominio o el protagonismo iniciado por los hermanos Patronelli, cuando el Dakar abandonó África y desembarcó en territorio nacional. Luego la racha se extendió, después de Marcos y Alejandro, con Nicolás Cavigliasso y Manuel Andújar.

Francisco Moreno viene de subirse dos veces al podio en esta categoría dakariana. Nacido en Tupungato, el mendocino recibió un cuatri a los 5 años, cuando a su padre un cliente le ofreció un “aparato divertido” para su hijo.

Mi mamá casi nos echa de casa a los dos. Pero al poco tiempo fue ella quien me enseñó a usarlo y me nació una pasión única por este vehículo. Ya a los 12 estaba compitiendo a nivel provincial, luego nacional. Junto con los títulos llegaron las carreras internacionales y finalmente llegué al Dakar”, le dice Moreno a Clarín en el campamento de Al-Ula, bajo el ameno sol de una tarde apacible en el medio del desierto árabe.

“La ansiedad es complicada. Tuve una crisis de ansiedad y de nervios. Pero supe superarla junto con mi equipo. Me encerré a llorar en mi casilla. Creo que es algo normal frente a un gran desafío. Lloré mucho, muchísimo. Pero es muy bueno porque uno se saca todo de encima”, confiesa Moreno con suma sinceridad.

El piloto Sébastien Loeb y el imponente desierto en Arabia Saudita. Foto AFP
El piloto Sébastien Loeb y el imponente desierto en Arabia Saudita. Foto AFP

-Hay pilotos que se sienten amenazados por la presión o el miedo escénico…

-Por suerte pude sacar todo ese sentimiento. Porque si no lo hacés así, la procesión va por dentro y en algún momento eso se paga.

-La confianza nace de contar con un buen cuatriciclo…

-Así es. Trabajamos en el motor y en el chasis. El cuatriciclo es 0 kilómetro. Lo probamos en Argentina, por lo que estamos muy confiados en este vehículo.

-Habitualmente corrés con carteles pegados en el cuatriciclo. ¿Este año llevás alguno?

-Tengo un cartelito pegado que dice “Equipo hasta el final y para todo el viaje”, que me lo escribió mi novia. Ya estoy acá y ahora vamos por todo.

-¿Hay tiempo para leerlos en medio de una etapa de un Dakar?

-Soy una persona muy emocional. Me aferró mucho a eso. Con mi equipo hago un trabajo día a día. Me escriben cosas que me sirven para seguir en carrera. Esperemos que den sus frutos.

-Este año se eliminan los clásicos roadbooks, las hojas de ruta de papel, para ser reemplazados por una tablet ubicada en el manillar. ¿Cómo te sentís con este gran cambio?

-No me complica. En Argentina hice los entrenamientos con roadbooks de papel, hojas de ruta de Dakar anteriores o del Desafío Ruta 40. Simulamos esas carreras, pero para mí no me significa nada especial.

Moreno llegó al campamento de Al-Ula y allí se enteró de su triunfo parcial cuando la poca prensa nacional le comentó sobre su ubicación. Tras la sorpresa, argumentó: “Me sentí rápido. No tuve inconvenientes con la navegación, por lo que logré un rendimiento parejo en toda la prueba”.

Superó a Manuel Andújar por 28 segundos y al tercero, el francés Alex Giraud, por 1m14. Una diferencia notable teniendo en cuenta el recorrido limitado del prólogo.

El resto de los argentinos
Kevin Benavides, en el prólogo del Dakar.
Foto Reuters
Kevin Benavides, en el prólogo del Dakar. Foto Reuters

En motos, las miradas estaban puestas en los hermanos Benavídes. Kevin, el último vencedor del Dakar y que regresó tras diferentes lesiones, fue noveno. Luciano, flamante campeón mundial de la especialidad, arribó en el quinto lugar.

Detrás llegaron los otros pilotos nacionales, como el riojano Diego Llanos, Sebastián Urquía y el debutante Santiago Rosten, quien confesó que se le cayeron las lágrimas cuando largó.

En autos, Mattias Ekstrom, con Audi híbrido, se impuso en la jornada que sorprendió por la gran cantidad de inconvenientes de los grandes protagonistas, como Stephane Peterhansel, que llegó 7°; Nasser Al Attiyah, que fue 12°; Joan Nani Roma, 16°; y Carlos Sainz, 34°. Problemas de navegación también sufrió el mendocino Juan Cruz Yacopini, que terminó 38°.

En los autos livianos, categoría Challenger, el cordobés Nicolás Cavigliasso fue cuarto y el pampeano David Zille llegó séptimo, en una disciplina ganada por el polaco Eryk Goczal, último vencedor del Dakar.

Este sábado se disputará la primera etapa del Dakar 2024, con el avance de la caravana desde Al-Ula hacia Al-Hanakiyah, sobre un recorrido de 532 kilómetros, de los cuales 405 serán de especial. La carrera más extrema del mundo se pone en marcha para cruzar los desiertos árabes.

Al-Ula, Arabia Saudita.

Especial para Clarín.

HS

Fuente: ROBERTO BERASATEGUI – Clarín.com Deportes – Fotos: Carburando – AFP – Reuters – Clarín.com Deportes