En un partido muy cerrado, la Lepra se impuso con un gol de Armando Méndez y escaló en la tabla. El Halcón aún no ganó en la Liga.
El grito, furioso, rompió la monotonía en una tarde que hasta el momento sólo había arrancado bostezos. Armando Méndez capitalizó una de las pocas jugadas elaboradas que se vieron en un partido chato, plagado de imprecisiones y con pocas situaciones de gol, para darle a Newell’s un triunfo muy importante que le permite escalar y posicionarse en la tabla.
La Lepra lo ganó con los cambios, que hicieron crecer a un equipo que no había tenido vuelo ni profundidad en una primera etapa que no tuvo un dueño claro. Un disparo desviado de Herrera para el Halcón había sido la única situación de esos primeros 45 minutos que quedarán sepultados en el olvido. No hubo posesiones largas, cambio de ritmo ni desequilibrio individual sobre un campo de juego en el que se proyectó un duelo ajedrecístico. Ambos se midieron, se calibraron y arriesgaron poco. En definitiva, no soltaron las amarras y predominaron los temores. Defensa tuvo un pretexto: las lesiones tempraneras de Burgos y Soto alteraron su planificación.
En el complemento, las variantes le salieron mejor a Larriera que a Quatrocchi: los ingresados May, Esteban Fernández, Jaime y Méndez construyeron la jugada del gol. Antes de esa acción, el visitante había tenido una chance clara con un disparo de Palavecino que obligó al arquero Hoyos a exhibir sus reflejos.
– Fotos: Prensa Newell’s –
