Se terminó el sueño de «La Cenicienta» en Roland Garros. Nadia Podoroska cayó por 6-2 y 6-1 ante Iga Swiatek en las semifinales de París, pero nadie le quita el mérito de haber alcanzado un momento deportivo inigualable para ella en toda su carrera. Se va del Bois de Boulogne con el mérito de haber sido semifinalista luego de llegar desde la clasificación, pero sobre todo con el orgullo de superarse a sí misma, además de dibujar un guiño para su futuro.
Podoroska, vale recordarlo, empezó 2020 en el puesto 255º del ranking. Llegó a París como la 131ª del mundo, y con lo hecho en Roland Garros se asegura la 48ª posición de la clasificación semanal de la WTA; por lógica, la mejor posición de su trayectoria. No hay una argentina dentro de las 40 mejores desde hace nueve años. Gisela Dulko fue la última representante de nuestro país en el Top 40: fue 37ª el 4 de julio de 2011, última semana con una argentina en ese rango.
No fue nada sencillo el arranque para Podoroska, porque Swiatek quebró su primer game de saque haciendo uso de su fuerte drive de armado corto y gran aceleración. La polaca logró una buena distribución de sus tiros, haciendo correr mucho a la rosarina, que en esos primeros games se vio superada. Y si bien tuvo una chance de quiebre en el quinto game, no la aprovechó.
En una jornada ventosa que dificulta los saques y el juego en general, Podoroska nunca llegó a calibrar sus tiros y desplegar su juego como lo había hecho en los anteriores partidos. Le costó afirmarse en la cancha y anduvo a contrapié. Así, Swiatek capitalizó los espacios y supo definir los puntos con comodidad y buenos ángulos. Impuso un ritmo en el primer set que Nadia nunca pudo seguir. Sumado a los errores no forzados de Podoroska, la Nº 54 del mundo, que había dado el golpe ante la Nº 1 Simona Halep, se llevó el primer set por 6-2 en 38 minutos.
Al igual que en el primer set, también en el segundo Swiatek quebró el servicio inicial de la rosarina, que siguió imprecisa y con tiros tardíos, sin poder posicionarse. A pura potencia y con mucha precisión, la polaca -que hasta ahora no perdió sets en este Roland Garros- sometió a Podoroska en la mayoría de los puntos. Nadia achicó diferencias y consiguió un quiebre, pero su rival de 19 años continuó con el encuentro bajo control. De esa manera, pese al espíritu de lucha de la rosarina, cayó sin atenuantes en dos sets.
En el camino de Podoroska, ingresada desde la clasificación, ya quedaron la kazaja Yulia Putintseva, la eslovaca Anna Karolina Schmiedlova, la checa Barbora Krejcikova y la ucraniana Elina Svitolina, número 5 del mundo. La chica formada en el Club Atlético Fisherton, de 23 años, no se conforma. Por eso, quiere convertirse en la primera argentina finalista en singles en el abierto francés.