El tricampeón, que fue penalizado en la clasificación, ganó su 15ta carrera en la temporada.
Aceptó el error en la clasificación, cuando quebró el límite de la pista en la Curva 19 y le retiraron el tiempo de vuelta con el que había dibujado la pole, pero respondió con la contundencia que exhiben los campeones. Max Verstappen fue relegado al sexto cajón de la grilla, aunque la penalización no lo desanimó camino al Gran Premio de los Estados Unidos, en el circuito de Austin: avanzó con calma, esperó las oportunidades, siguió una estrategia precisa y selló una victoria que no enseñó la superioridad avasallante de los últimos tiempos, aunque expresó la inteligencia y la armonía del conjunto. Fue su decimoquinto festejo en el calendario, igualando el récord del año pasado, y el número 50 en la Fórmula 1. Una cifra que empezó en Barcelona, en 2016, en su estreno con Red Bull Racing y que antes del final del curso podría derribar las estadísticas de los tetracampeones Alain Prost y Sebastian Vettel
Desde el castigo que le impusieron los comisarios deportivos, el neerlandés arrasó con el resto del programa: pole y triunfo en la carrera Sprint, para luego adueñarse del gran premio estadounidense, donde a pesar de no tener el máximo apoyo del público -472 mil espectadores durante el fin de semana-, MadMax se muestra imbatible en las tres últimas visitas. Para lo que el resto resultaría lidiar con múltiples escollos, como sería largar sexto, para Verstappen se ofrece como un reto de mediano plazo: al cumplirse la mitad de la carrera -28 giros- se ubicó a la cabeza del grupo y desde ahí lideró y controló los exámenes que le tomó el RB19, que enseñó problemas con los frenos, situación que incomodó al piloto que tuvo un par de despistes verbales con su ingeniero, Gianpiero Lambiase. “Funcionan peor que ayer, son una basura”, apuntó en la comunicación por radio. Desde el muro, con la serenidad y el temple que lo caracteriza, el ítalo-británico respondió “comprendido” y con una palabra desactivó un posible conflicto.
Lo mejor del Gran Premio de Estados Unidos
Verstappen avanzó y a su paso observó la ausencia de ritmo de Ferrari: Charles Leclerc partió primero y finalizó sexto, por detrás de su compañero Carlos Sainz Jr., producto también de una pésima estrategia. En la escalada, también descubrió el declive de Lando Norris (McLaren), que ejecutó un primer stint imperial, y cuando le calzaron neumáticos de compuesto duro, la performance declinó al extremo de contentarse con el tercer puesto. La mayor amenaza del fin de semana resultó Lewis Hamilton, que exprimió las actualizaciones de piso que dispuso Mercedes; un fallo del séptuple campeón en la pista, cuando lo animaron a forzar un plan que un par de giros más tarde fue abortado, y un error en la primera parada en boxes –inconveniente con el neumático delantero derecho- limaron la posibilidad de pulsear por la victoria. Hamilton acumula 41 grandes premios sin triunfos, desde el GP de Arabia Saudita 2021.
“Teníamos el auto más rápido, pero no lo optimizamos”, reflexionó Toto Wolff. “Dos paradas eran mejor que una, pero debemos estar satisfecho de que el coche funciona: el nuevo suelo parece que funciona. En las curvas rápidas, donde en Suzuka [Japón] éramos un desastre, aquí fuimos competitivos. Parece que estamos en la dirección adecuada”, señaló el austríaco, que entremezcló la performance del W14 y las indecisiones de estrategia que no ayudaron a Hamilton. “Estábamos cerca, necesitábamos un par de vueltas más”, aportó el piloto británico, que volvió a estar en forma, borrando el error en el GP de Qatar, donde provocó un toque con su compañero George Russell y debió abandonar sin registrar vueltas.
Con la tarea cumplida, Verstappen hasta quitó trascendencia a los abucheos de una parte de los fanáticos y se enfocó en el futuro. “Una victoria más complicada de lo habitual, pero es increíble lograr el triunfo 50″, respondió sobre la marca que lo impone como el quinto piloto de la historia de la F.1 con más carreras ganadas, aunque podría terminar la temporada siendo el tercero: Prost, con 51, y Vettel, que sumó 53, son los siguientes objetivos de MadMax.