/Manuel Andújar, el fanático de Boca que en quads afirmó la supremacía argentina en el Rally Dakar

Manuel Andújar, el fanático de Boca que en quads afirmó la supremacía argentina en el Rally Dakar

Última etapa del Rally Dakar 2021, tiempo de definiciones. Los 200 kilómetros de especial y los 247 km de enlace del duodécimo día de competencia ordenaron el clasificador final de la aventura, que por segundo año se adueñó de caminos sauditas. El cierre no siempre es sencillo: pilotos y tripulaciones, con la presión de desandar una cordillera de dunas, trampas invisibles que pueden torcer una historia, romper una ilusión.

La línea de llegada, a orillas del Mar Rojo, el gran objetivo. El regreso a Jeddah, donde comenzó el sueño, para treparse a la rampa de premiación, el espacio que gratifica el esfuerzo de los participantes. Las imágenes es una hoja de ruta que viajan por la cabeza de Manuel Andújar, el lobense, de 24 años, que protagonizó su propia historia: inscribió su nombre a la lista de ganadores de la carrera más extrema del planeta, recogió el legado de los hermanos Alejandro y Marcos Patronelli y de Nicolás Cavigliasso, ganadores de seis de las 12 competencias de quads, y volvió a hacer flamear en lo más alto a la bandera argentina.

De Yanbu a Jeddah, una travesía en la que Andújar necesitaba máxima concentración para navegar el camino y conservar la diferencia de 25 minutos y 52 segundos con los que inició el tramo final. Atrás, la sombra del chileno Giovanni Enrico, vencedor de la etapa de ayer -también triunfó en la novena-, mientras que la deserción del francés Alexandre Giroud -rotura del motor- había quitado de la batalla a un rival de jerarquía. También Cavigliasso, que tuvo los mismos inconvenientes que el piloto galo, quedó al margen de una definición que se presumía entre cuatro y se redujo a un mano a mano.

Andújar y su festejo tras concretar la victoria en cuatrociclos
Andújar y su festejo tras concretar la victoria en cuatrociclos Crédito: @Campeonesnet

Finalmente, Andújar se quedó con el título después de clasificarse segundo en la prueba de hoy, a 23 segundos del argentino Pablo Copetti (Yamaha Raptor), ganador del último especial del Dakar 2021 en un tiempo de 3h11m30. En la general, el piloto xeneize conquistó la competencia en 57h19m11s y le ganó por 25m52s al chileno Giovanni Enrico y por 3h01m a Copetti.

El fútbol y los «fierros», dos disciplinas populares que se entrelazan. El Dakar no es la excepción. El buzo, el casco y el cuatriciclo de Andújar enseña el sentimiento futbolero que lo envuelve. Fanático de Boca, club del que es socio desde los tres años, el lobense llevó el escudo xeneize estampado en las mangas y también decoró la parte superior del protector de cabeza. Boca es uno de sus sponsors, así lo reflejó la página oficial del Rally Dakar: Club Atlético Boca Juniors Oficial, Equipo 7240. «Me gusta ir a la cancha, soy bostero», dice Andújar, que en la largada en 2020 subió a la rampa con una gorra del club. La repercusión que causó aquella imagen provocó el acercamiento. Cuando se lo consulta sobre el recuerdo más importante que tiene de un partido, no duda: «La final de la Copa Intercontinental en 2000. Eso fue único: Boca el mejor equipo del mundo y ganándole a Real Madrid». La mañana de los goles de Martín Palermo en Japón -«estuve en el partido despedida», suelta- y el brillo de Juan Román Riquelme, al que considera el mejor jugador.

No es la primera vez que el club le brindó apoyo a pilotos del Dakar. En 2012, el uruguayo Laurent Lazard y los argentinos Eduardo Alan y Pablo Busín, miembros del Moto Team by Elf, fueron los representantes. La relación estaba atada a la presencia de la firma francesa de lubricantes Total, que era patrocinador de Boca y a la vez del Rally Dakar.

Escalera a la gloria

La progresión de Andújar en el Rally Dakar enseñó ese virtuosismo que demostraron los argentinos para dominar la categoría, desde que la misma se sumó a la agenda en 2009. Debutó en 2018, cuando la carrera recorrió Perú, Bolivia y Argentina y arribó 29no.; su déficit no era la velocidad ni el ritmo, no estaba acostumbrado a navegar. Cuando aprendió los secretos, ascendió al quinto puesto en Perú 2019. El año pasado el raid dejó Sudamérica y se trasladó a Arabia Saudita y la experiencia se tradujo en el clasificador: cuarta posición. «Se me escapó el podio por muy poco. En la segunda etapa rompí una cadena y perdí una hora y media. Paco Gómez me asistió y me dio sus repuestos y pude continuar. Pero después rompí el motor, me llevaron los hermanos Tom y Tim Coronel, y aunque impuse buen ritmo no pude recuperar», recuerda. Para el actual Dakar se entrenó en pistas de Cross y viajó a las provincias del norte argentino para completar la preparación.

«¿Qué se pasó rápido? Para vos, a mí se me hizo eterno», le respondió Andújar, entre risas, al enviado especial de Campeones, después de arribar a Yanbu, la última escala antes de cruzar la meta en Jeddah. En el campamento, con el cuatriciclo Yamaha 700 al costado, el piloto se mostró distendido, abstraído del clasificador, de los tiempos, del road boak. «Lo disfruté mucho, pero todavía queda una etapa. Vamos a disfrutar del trabajo que hicieron los mecánicos para que pueda liderar en la categoría. Estamos cansados, como todos, pero con ganas y energías para acelerar y el deseo de realizar el último esfuerzo y cruzar la meta. ¿Cómo será la última noche? Como las 11 anteriores, no cambia nada. Hay que preparar el cuatri, visitar al quiropráctico. Tengo que hacer lo mismo que hice siempre», resaltaba, quien empezó a competir en quadcross, con 18 años, en los Estados Unidos y en la Argentina.

La competencia, acelerar, es el eje de la carrera. Para eso hay que mirar los tiempos, analizar lo que se recorrió y el camino que se desandará en la jornada siguiente. Armar estrategias y variantes para anular posibles imprevistos. Todos los pasos se construyen con calma, como hizo Andújar el tramo final del anteúltimo enlace. «Me gusta enlazar tranquilo, porque a veces uno cuando se pone a correr piensa en ganar e ir más rápido que los demás y se olvida de las oportunidades de disfrutar que nos ofrece la vida. Entonces, uso esos momentos para manejar y escuchar música, mientras miro los atardeceres, las montañas, el paisaje», comenta, con voz cansina.

El Dakar es parte de la vida de Andújar, al punto que tiene un perro, raza dogo, con ese nombre. Hoy, además, su nombre pasó a ser parte de la historia de la carrera más extrema y de riesgo del mundo.

Fuente: Alberto Cantore – LA NACION DEPORTES – Foto: Crédito: @Campeonesnet – Twitter DAKAR RALLYDAKAR RALLY@dakar – LA CION DEPORTES