El seleccionado argentino se impuso por 2 a 1 a Japón y, con la clasificación asegurada, piensan en el partido clave por los cuartos de final.
Las Leonas llegaron a los Juegos Olímpicos con la ilusión de recuperar su lugar en el podio tras las cuatro medallas consecutivas entre Sidney 2000 y Londres 2012 y el mal paso de Río de Janeiro 2016. Después de un arranque con derrota ante Nueva Zelanda enhebraron tres triunfos al hilo. Pasaron España y China primero y ahora fue Japón el derrotado. La diferencia de apenas un gol pudo (y debió) ser mayor, pero lo importante es que los tres puntos abrieron definitivamente la puerta del sueño más grande.
El inicio del partido invitó a pensar en una jornada tranquila. O, al menos, a pensar que el partido no ofrecería mayores inconvenientes. Argentina era un equipo punzante, agresivo y vertical que buscó como una obsesión el área rival desde el minuto inicial. Y al minuto nomás María José Granatto forzó el primer corner corto que no pudo aprovechar. Pero las sensaciones eran las mejores.
Hasta que a los 10 minutos Agustina Gorzelany arrastró abajo a la izquierda en un nuevo fijo y puso la ventaja parcial de 1-0. Sin embargo, ahí el ganador se quedó en su ritmo, levantó el pie del acelerador, entró en una actitud pasiva y Japón, con poco, comenzó a equilibrar las acciones hasta que a los 19 minutos Kanon Mori marcó el empate luego de que la defensa no lograra despejar una bocha en el círculo.
Después de la «siesta» de ese segundo cuarto, profundizada además por la velocidad de las adversarias y un par de tarjetas verdes propias, Argentina volvió a ser protagonista y sus delanteras tuvieron una mayor participación.
Así empezaron a repetirse los fijos aunque ahí también se exhibió la falta de efectividad en ese rubro. Tanto que Argentina terminó con 10 cortos a favor pero apenas con un gol (el de Gorzelany) por esa vía.
A los 5 minutos del complemento aquella mejoría de los atacantes se vio cristalizada en el tanto decisivo. Alonso buscó el área, Jankunas dejó pasar la pelota por entre sus piernas, Merino la controló y con un pase de revés y de «memoria» la encontró a María José Granatto, que tuvo su bautismo de gol en Tokio 2020.
De ahí en más el objetivo fue controlar a las japonesas. Para eso Argentina hizo lo más inteligente: se defendió con la bocha y aumentó su porcentaje de posesión (terminó con un 56 por ciento en ese rubro). Pasó algún susto sobre el final cuando el técnico español Arnau Creus sacó a la arquera Asai para tener una jugadora más de campo y, de pronto, Nomura quedó mano a mano con Succi, que respondió rápido y bien, pero el equipo nacional terminó ofreciendo una mejor imagen para mirar el futuro con los ojos más optimistas.
Mientras España superó a China por 2 a 0, Argentina cerrará su participación en la fase de grupos ante Australia este viernes a las 23.45 con la posibilidad, incluso, de quedar primera. El objetivo de los cuartos de final ya se cumplió. Ahora hay que ir por más.
Argentina formó con Belen Succi; Valentina Costa Biondi, Agustina Gorzelany, Noel Barrionuevo; Eugenia Trinchinetti, Agostina Alonso, Victoria Sauze, Sofía Toccalino; María José Granatto, Julieta Jankunas y Delfina Merino. Luego ingresaron Raposo, Victoria Granatto, Micaela Retegui, Sánchez Moccia y Albertarrio.
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Fuente: Prensa CAHockey – Fotos: Gentileza FIHockey.