El seleccionado femenino de hockey sobre césped ya se aseguró la plata; ganó cuatro medallas en los últimos cinco Juegos Olímpicos, pero ahora sumará la quinta.

TOKIO.- ¡A la final! Una ronda que no paraba de saltar, que se daba abrazos infinitos y que era un mar de lágrimas de alegría. “¡Vamos, vamos Argentina, vamos, vamos, a ganar!” Esa fue la postal final de las Leonas, que prolongaron su leyenda en Juegos Olímpicos y alcanzaron la final de Tokio 2020, al vencer a la India por 2 a 1. Solo queda un paso ante los Países Bajos, este viernes a las 7 de nuestro país. Un torrente de pasión para un seleccionado que ya garantizó la segunda medalla, después de la conquista del bronce de los Pumas en el Rugby 7. Ahora se vienen las neerlandesas, pero todavía es tiempo para festejar, después de un partido a pura tensión.

Se trata de la quinta medalla en seis Juegos Olímpicos, después de la plata en Sydney 2000 y Londres 2012, más los bronces en Atenas 2004 y Pekín 2008. Un equipo que ama ganar, que jamás se da por vencido y que se repone ante la adversidad, como ocurrió ante las complicadísimas indias.

“Estamos en la final, estamos disfrutando eso y ahora queremos ganarle la final a Holanda, el eterno rival. Estamos felices porque conseguimos lo que vinimos a buscar a Tokio. Veníamos de no tener competencia, de haber llegado a la final en los últimos torneos”, señaló la goleadora Noel Barrionuevo.

“Este es un equipo humilde, con perfil bajo, muy unido, que juega con pasión y que se entrega al 101%”, destacó Carlos Retegui, el entrenador, que llegó a su tercera final olímpica: dos con las Leonas (Londres 2012 y Tokio 2020) y con los Leones en Río 2016. ”Ese es el legado que queremos dejar a las más jóvenes”, agregó el Chapa.

A remontar la desventaja

El partido comenzó de la peor manera: frente a la primera ocasión de córner corto, al minuto y medio, Gurjit Kaur facturó con un palazo a la tabla. Se sabía del peligro que implicaba ceder una jugada fija; ya lo había sufrido Australia ante la misma jugadora, en los cuartos de final. A partir de la desventaja, la Argentina le rodeó la manzana y buscó penetrar por toda la circunferencia del área. El dominio de las Leonas quedaba en evidencia, aunque no había suficiente claridad ante un conjunto que suele moverse como una serpiente: envuelve hasta aplicar su veneno. Las malas noticias siguieron con un cabezazo que recibió Gorzelany sobre el final del primer cuarto y terminó vendada.

Lo importante era conservar la calma ante la adversidad y esperar el momento para salir disparadas de contraataque, sobre todo con la velocidad y el manejo de María José Granatto y Agustina Albertarrio y el faro de referencia de Delfina Merino. En una de las tantas incursiones al área, apareció una chance de córner córto que transformó en gol Noel Barrionuevo, la veterana especialista de 37 años que marcó el 1-1 para ofrecer tranquilidad. La chance del segundo gol estaba al caer y pudo ser por intermedio de Julieta Jankunas, que falló ante la arquera. El negocio seguía estando por la izquierda, aunque todavía faltaba un paso más para aprovechar algunos problemas de manejo en las indias.

La primera parte finalizó con la sensación de que la Argentina no tenía el partido bajo control, y que India estaría dispuesta a hacerle pagar el precio de cualquier equivocación. Era imperioso concretar al menos uno de los arribos al área, porque el equipo asiático también daba ventajas a partir de sus desconexiones y ciertos desajustes defensivos.

Un reinicio complicado, pero…

Tampoco fue bueno el arranque de la segunda mitad, porque la selección perdió el video-referal, en una decisión que pareció controvertida y debía favorecer al equipo de Carlos Retegui, que aplaudió irónicamente. Y la tecnología volvió a aparecer porque tuvo que confirmar el segundo tanto de la Argentina, una vez más mediante un sablazo de Barrionuevo. Igualmente, tampoco la diferencia era para confiarse: India seguía proponiendo esa incómoda maraña estratégica de marcas.

Ya definitivamente obligadas a equilibrar el resultado, India buscó arrinconar a la Argentina, que intentó consolidarse abajo para después salir de contragolpe. Fue una presión insoportable de las asiáticas, que lanzaban flechazos al área para buscar el córner corto. Las chicas argentinas querían rematar el partido de una u otra forma, pero al mismo tiempo el equipo no debía desarticularse ante el peligro plan de las indias, que ocasionaron una última situación de riesgo y llevó a Belén Succi a despejar alto, lo que motivó un nuevo referal a 17s4 del final. Fue finalmente tiro libre a favor y el desahogo para la Argentina. Después vendría la explosión: otra vez, las Leonas son finalistas olímpicas.

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