El técnico hizo variantes en todos los encuentros, tanto de nombres como de esquemas.

Dentro de un semestre en el que Martín Demichelis hizo cambios en los 15 partidos oficiales que disputó River, el eje del campo de juego continúa siendo foco de análisis, variantes y vaivenes para el entrenador millonario. Las partidas de Enzo Pérez y Nicolás De La Cruz, dueños del mediocampo durante los últimos cinco años, le dejaron al equipo un hueco que todavía no se ha podido tapar con garantías consolidadas. Así, hay cinco apellidos que rotan constantemente sin poder garantizar su lugar entre rendimientos irregulares, búsquedas según el rival y un esquema que tampoco se consolida de parte del DT.

La dinámica de los primeros ocho triunfos, seis empates y una derrota de River en el año es clara: Demichelis rota partido a partido. El técnico hizo variantes en todos los encuentros, tanto de nombres como de esquemas: ha jugado 4-1-3-2, 4-2-3-1, 4-4-2, 4-3-1-2, 4-3-2-1 y 4-3-3, siendo todos sistemas versátiles por la libertad de los futbolistas ofensivos. Bajo esta metodología, muchas veces potenciada por lesiones, citaciones y descansos obligados ante un exigente calendario, el puesto del volante central todavía no tiene un dueño tras la partida de Enzo Pérez. De la misma manera, esa función de rueda de auxilio defensiva y ofensiva que oficiaba Nico De La Cruz tampoco pudo reemplazarse y la salida de Bruno Zuculini además le restó variantes al plantel.

A pesar de que durante la pretemporada había utilizado el 4-1-3-2 con Matías Kranevitter como titular, un desgarro lo marginó de los primeros siete encuentros del 2024 y el DT comenzó el año frente a Argentinos Juniors (1-1) con el debut oficial del refuerzo Nicolás Fonseca como único volante central, con Rodrigo Aliendro comenzando como interno y luego acercándose al ítalo-uruguayo con el correr del juego. Para el segundo compromiso ante Barracas Central (2-0), ya apareció Aliendro como doble-cinco para ser el tándem que más utilizó el DT: ya van ocho partidos en los que comparten el mediocampo (5-0 a Vélez, 3-0 a Riestra, 1-1 con Atlético Tucumán, 1-1 con Banfield, 2-0 a Independiente Rivadavia y 2-0 a Deportivo Táchira).

Pero, más allá de que dispuso esa dupla en el 50% de los duelos del año, Demichelis cambió ante cada encuentro decisivo del semestre. En el debut de la Copa Argentina, ante Excursionistas (3-0) y con un equipo alternativo, jugó Aliendro como volante central, con Agustín Palavecino y Nacho Fernández de internos. Luego, en el superclásico ante Boca (1-1) por la séptima fecha de la Copa de la Liga, utilizó a Rodrigo Villagra en soledad. Para visitar a Talleres (2-2) e Independiente (1-1) en dos duelos de alto riesgo, dispuso al tándem Villagra-Aliendro. Y volvió a cambiar en la Supercopa Argentina contra Estudiantes (2-1) en Córdoba: jugó con Kranevitter como única pieza fija en el eje. Finalmente, en el debut copero del martes pasado en Venezuela, aparecieron nuevamente Fonseca y Aliendro.

Así, detrás de los ocho juegos que disputaron Fonseca-Aliendro, en la lista se suman Aliendro-Villagra (4), Aliendro (1), Villagra (1) y Kranevitter (1). ¿Qué ve Demichelis en cada uno de ellos? De acuerdo a sus definiciones en conferencias de prensa, el DT entiende que Aliendro “es quien más se desprende, rompe líneas y puede aportar más en ataque”, por eso suele hacer tándem en el medio. A Villagra, por quien River desembolsó más de ocho millones de dólares, lo calificó como el jugador “que más oficio tiene en esa posición de dar equilibrio” y por eso suele dejarlo libre como contención para presionar alto con los cinco jugadores ofensivos que se posicionan delante suyo. Algo similar ocurre con Kranevitter, quien para el DT brinda “equilibrio delante de los centrales para sumar control y pases”. En tanto, a Fonseca en sus comienzos lo definió como “un jugador acorde a la institución, con buena velocidad y buen pie” y hasta marcó que es “rueda de auxilio” en el medio.

River jugará este domingo ante Rosario Central en el Monumental, el jueves recibirá a Nacional de Uruguay por la Copa Libertadores y el siguiente fin de semana visitará a Instituto en búsqueda de la clasificación en la Copa de la Liga. Serán tres partidos importantes para el futuro de un equipo que se recuperó en Venezuela tras dejar atrás una racha de 17 juegos invictos. Dentro de ese proceso, Demichelis sigue buscando la mejor versión de un mediocampo que aún no se recompuso y necesita volver a transmitir seguridad y firmeza.