Desde la qualy a ser campeón, todo en nueve días de película. Del puesto 335° del mundo a convertirse en una revelación. Juan Manuel Cerúndolo completó la mejor semana de su todavía corta carrera al consagrarse campeón del Córdoba Open, con apenas 19 años, al ganarle a un rival de muchísimo más bagaje en el circuito como lo es el español Albert Ramos Viñolas, por 6-0, 2-6 y 6-2, en una final de alto vuelo.
Cerúndolo hizo suya la finalísima desde el primer punto, como si no le pesara en lo más mínimo la su primera definición en un torneo de la categoría 250 del circuito, en su bautismo absoluto en el ATP Tour. Es cierto, por un lado, que Ramos Viñolas llegaba a este encuentro con bastante cansancio en una semana de trajín intenso: el catalán se convirtió en verdugo de la delegación argentina, con cuatro victorias sobre compatriotas (Juan Ignacio Londero, Tomás Martín Etcheverry, Diego Schwartzman y Facundo Bagnis), pero esas victorias, todas en tres sets, le insumieron más de diez horas y media de acción.
Pero también Cerúndolo también arrastraba lo suyo, porque en nueve días disputó ocho encuentros, aun cuando la juventud y la frescura jugaron en su favor. El zurdo argentino se llevó el primer parcial con una cifra contundente, a partir de un juego profundo con el que arrinconó al catalán. Con buenas aperturas -sobre todo con el drive invertido- movió bastante a Ramos Viñolas, que no podía tomar la iniciativa. Ese 6-0 inicial, que duró 40 minutos, se resolvió, en buena medida, en los tiros ganadores que disparó Cerúndolo (11, contra sólo 4 de su rival), y en la efectividad para aprovechar chances. El español generó 5 break-points sin convertir ninguno, mientras el argentino capturó 3 de las 6 ocasiones que tuvo sobre el saque de su adversario.
El resumen de la final
Pero Ramos Viñolas, con 33 años y mucha experiencia, sabía que todavía faltaba mucho por delante. El catalán se paró más adelante, buscó más ángulos y quebró por primera vez a Cerúndolo. En cuanto el argentino levantó un poco el pie del acelerador, el español entró en el partido y le dio un vuelco al desarrollo, más incisivo y con puntos más cortos. Con una doble falta se le fue nuevamente el servicio al juvenil porteño, que quedó 1-4, y pocos minutos después la final desembocó en un tercer set, ahora sí, a todo o nada.
Quedaba por ver quién encontraría la llave del desequilibrio, entre la sapiencia y el mayor oficio del español, o el talento y el desparpajo del argentino. Para romper la paridad, era importante tomar cierta ventaja en la cuenta, y allí movió primero Ramos Viñolas con un quiebre. Inteligente, el Top 50 buscó sacar de su confort a Cerúndolo con pelotas muy profundas y cambios de ritmo. Pero el argentino recalibró el juego, recuperó el saque en el cuarto game (2-2) y emparejó de nuevo el desarrollo. Ramos Viñolas respondía a los martillazos del joven sobre el revés con jerarquía, en una pulseada cargada de tensión. Volvió a quebrar Cerúndolo (4-2) en un game largo y vibrante, y alzó el puño. Un drive paralelo invertido le permitió adelantarse 5-2. Y con semejante ventaja por delante, selló un título histórico con una devolución cruzada formidable, inalcanzable, para desatar toda la alegría, y coronarse por primera vez en el ATP Tour. A lo grande.
«Todavía no lo puedo creer, ha sido una semana increíble, queda sólo agradecer a todos, a la gente que me ha venido a ver, a los amigos que vinieron desde Buenos Aires, que me bancan en todas», destacó Cerúndolo, que en el partido decisivo contó con el apoyo de los amigos que viajaron este domingo temprano desde la capital para apoyar a la revelación del Córdoba Open.
De este modo, Cerúndolo se convierte en uno de los argentinos más joven en consagrarse campeón, con 19 años; el récord le pertenece a Guillermo Pérez Roldán, que tenía 17 años, 5 meses y 20 días cuando conquistó Munich, en 1987. Sí es el jugador de nuestro país de menor edad en consagrarse en el nivel ATP desde Guillermo Coria, que tenía 19 años, 1 mes y 5 días cuando obtuvo el torneo de Viña del Mar, en febrero de 2001.