Esta vez en la capital de Argentina, el ‘Peque’ no estará arropado por tantos aficionados como en las ediciones anteriores. “Yo creo que jugará en mi contra”, responde sin dudarlo. ¿El motivo? “Porque muchas veces he jugado como el orto acá y la gente te levanta y te ayuda. Me hacen sentir que en vez de rozar el 1,70 rozo el 1,85, cuando pasa eso”, asegura con total sinceridad y entre risas.
“Son las únicas dos oportunidades [Córdoba y Buenos Aires] que puede venir a verte mucha gente. En Córdoba había gente y hubo un lindo ambiente, acá habrá algo de gente, pero no todos los que querríamos”, continúa su explicación el No. 9 del FedEx Ranking ATP.
Precisamente en Córdoba la pasada semana, Schwartzman no pudo pasar más allá de los cuartos de final. Pero el argentino trata de relativizar el resultado. “A veces parece que uno no tiene permitido perder con el No. 40 del mundo o que parece una locura perder con el 40 del mundo”, advierte. “Fue un partido cerrado, en el que [Albert] Ramos creo que me pudo haber ganado en dos sets. Ramos lo hizo mejor que yo, está capacitado para ganarme y se ha cansado de ganar partidos en su carrera y lo hizo. Es normal y puede pasar”.
Por ese lado, el bonaerense de 28 años se respalda en su gran historial en los últimos torneos que ha jugado como local, más allá de este resultado. “En los últimos tres torneos que había jugado antes de Córdoba, prácticamente había hecho final en Buenos Aires, Córdoba e iba rumbo a la final si no me hubiese lesionado el año pasado. Creo que venía haciendo una buena marca. Me dolió perder en cuartos de final, pero era algo que podía pasar”.
El ascenso al Top 10 conlleva una gran responsabilidad. El margen de error se reduce a la hora de mantener su condición. “Ojalá pueda llegar al fin de semana de nuevo. El ranking que hoy tengo me exige hacer eso para poder mantenerlo, si no iré algunos puestos para atrás. Todas las semanas tengo la oportunidad de volver a jugar bien”.
Para conseguirlo, Schwartzman intentará recurrir a la fórmula que tanto éxito le ha dado en el pasado más reciente. “Mantener lo que hice cuesta mucho porque es una rutina en la que me presiono mucho, me cuido mucho en las comidas, en los entrenamientos, en los viajes, en cómo llegar a los torneos… Son muchas cuestiones que trato de no dejar nada liberado al azar”, señala.
“A medida que voy creciendo en el ranking, no sólo es más difícil subir sino mantenerse porque hice torneos muy buenos en los años pasados”. Su próximo reto ya se divisa en el horizonte. Será en segunda ronda de Buenos Aires frente al eslovaco procedente de la fase previa Lukas Klein.
Fuente: ATP Staff – Foto: © Córdoba Open – ATP TOUR