/El N° 1, bajo la lupa: las distintas decisiones que hicieron pedazos la credibilidad de Novak Djokovic en tiempos de coronavirus

El N° 1, bajo la lupa: las distintas decisiones que hicieron pedazos la credibilidad de Novak Djokovic en tiempos de coronavirus

Novak Djokovic, el mejor tenista del mundo, organizó un torneo de exhibición en distintas ciudades de los Balcanes, sin distanciamiento social ni tapabocas, en medio de una pandemia. Diez días después de la primera función, en Belgrado, y tras la continuidad en Zadar (Croacia), al menos dos jugadores de elite (Grigor Dimitrov y Borna Coric) y dos integrantes de los equipos (el preparador físico de Djokovic y el entrenador de Dimitrov), están contagiados de coronavirus. Nole, que tiene la responsabilidad de presidir el Consejo de Jugadores de la ATP, conocía los riesgos, pero siguió adelante y se convirtió en un eslabón clave en medio de una cadena de irresponsabilidades. Tras el sacudón, volvió a su país y todavía no se conoce si él también está infectado.

El primer toque de atención se produjo en Serbia, donde Djokovic es reverenciado. El Novak Tennis Center, un complejo a orillas del Danubio que es propiedad de la familia del número 1 del ranking, fue el escenario de la primera estación del Adria Tour. Con las nuevas medidas de desconfinamiento, las autoridades del gobierno serbio autorizaron que el certamen se jugara con una cantidad limitada de público: mil espectadores. Sin embargo, ello no se cumplió: fueron aproximadamente 4000 las personas que poblaron las tribunas. Antes del torneo se anunció que el público recibiría «mascarillas y productos de desinfección», pero la realidad funcionó de otra manera. Inclusive, los tenistas jugaron juntos al fútbol y festejaron los goles sin ninguna reserva.

Claro que esas primeras miradas desconfiadas se convirtieron en enojo e indignación cuando trascendieron imágenes de una fiesta privada, en un boliche de Belgrado, en la que los jugadores (Djokovic, pero también Dimitrov, Alexander Zverev y Dominic Thiem) aparecían bailando y cantando, con el torso desnudo y sin ningún tipo de distanciamiento social. Ser y parecer, una conducta en la que todas estas figuras de la raqueta mundial no repararon.

El Adria Tour, una suerte de circo itinerante dirigido por Djokovic en medio de la alarma mundial por el Covid-19, se mudó de plaza y llegó a la ciudad costera de Zadar. ¿Qué ocurrió allí? Un caos. Según la prensa croata, en el estadio prácticamente no hubo registros sanitarios, nadie controló la distancia de una o dos butacas entre las personas (regla que se había anunciado), hubo gente que pudo entrar en el estadio sin tickets y no hubo alcohol en gel ni otros productos de esterilización en los ingresos. Una conferencia de prensa realizada el viernes pasado fue, apenas, la única ocasión en la que se le pidió al público que llevara su tapaboca a la cancha. Dimitrov y Coric, que se enfrentaron en Zadar y dieron positivo de Covid-19, estuvieron en contacto con decenas de chicos. También hubo un partido de básquetbol entre los tenistas. Además, el primer ministro croata, Andrej Plenkovic, asistió al evento, tuvo contacto con Djokovic y será evaluado. «La reunión duró algunos minutos, no hubo apretón de manos ni contacto físico directo, pero el primer ministro decidió tomar la prueba de todos modos», comunicó el gobierno en Zagreb.

Dimitrov, positivo de Covid-19, junto con Lajovic, Djokovic, Thiem, Zverev y decenas de chicos, el 12 de junio, en Belgrado.
Dimitrov, positivo de Covid-19, junto con Lajovic, Djokovic, Thiem, Zverev y decenas de chicos, el 12 de junio, en Belgrado. Fuente: Archivo – Crédito: REUTERS / Marko Djurica

Al conocerse el positivo de Dimitrov y Coric, los jugadores que participaban del Adria Tour fueron trasladados y testeados en el Instituto de Salud Pública de Zadar. El alemán Zverev, el croata Marin Cilic y el ruso Andrey Rublev dieron negativo, pero de todos modos quedarán aislados durante 14 días. Daniel Evans, el 28° del mundo y mejor británico del ranking individual, afirmó que Djokovic dio «un mal ejemplo» en el Adria Tour y que «debería sentirse responsable» por los jugadores que se contagiaron.

Djokovic (33 años) es uno de los tenistas más impactantes y efectivos de la historia y, probablemente, se retirará con más trofeos de Grand Slam que Roger Federer (38) y Rafael Nadal (34). Pero se preocupa, desde que empezó a hacer ruido en la cima del circuito, por «caerle simpático» a todo el mundo, algo que no logra en forma natural. Hace unas semanas, en un Live de Instagram, le reconoció a Stan Wawrinka que vive con cierta resignación que el público apoye al suizo y al español cuando los enfrenta. Y otra vez volvió a «restar puntos».

Fue el propio Nole el que reconoció que ya no deseaba quedar en medio de polémicas por sus declaraciones, pero arrojó más leña al fuego al aseverar que no quería verse obligado a vacunarse contra el Covid-19 cuando esté disponible el antídoto para combatir una enfermedad que acumula fallecidos y aumenta la crisis económica de los países. Cuando en todos los continentes aguardan la creación de una vacuna confiable con ansiedad, Djokovic se para en el lugar opuesto.

En Belgrado y sin distanciamiento social: Djokovic y los tenistas que participaron del Adria Tour, jugaron al fútbol.
En Belgrado y sin distanciamiento social: Djokovic y los tenistas que participaron del Adria Tour, jugaron al fútbol. Crédito: Instagran/djokernole

Djokovic tiene un discurso contradictorio. Primero afirmó que las medidas impuestas por el US Open son demasiado estrictas y que observa con desconfianza la chance de viajar a Nueva York a fines de agosto para competir en el torneo neoyorquino. Sin embargo, cuando el Abierto de los Estados Unidos confirmó su fecha original, celebró el regreso del circuito. Todo ello, sin haber participado del Zoom que mantuvieron aproximadamente 400 tenistas y las autoridades de los distintos organismos del circuito profesional para evaluar las alternativas.

Es verdad que la Asociación de Tenis estadounidense (USTA) propone un escenario muy riguroso para la realización del torneo, desde el 31 de agosto (por empezar, sin público), pero, ¿los casos positivos de coronavirus en el Adria Tour ponen en riesgo el regreso del tenis? Sí, sin dudas. Como mínimo son un cimbronazo. Por lo pronto, la ATP ya tomó nota y comunicó que tiene sus planes «exhaustivos» para disminuir los riesgos al reanudar el juego. «Fue una decisión descabellada seguir adelante con la exhibición. Les deseo una rápida recuperación a los chicos, pero esto es lo que pasa cuando ignoras todos los protocolos», escribió el australiano Nick Kyrgios en Twitter.

Djokovic, como líder de un evento masivo que evidentemente no contó con los recaudos sanitarios necesarios, fue imprudente, por más buenas intenciones que haya tenido. No actuó como el líder que representa su figura. Justo él, que tanto se preocupa por ganar el reconocimiento de los que idolatran a Federer y a Nadal, perdió una gran parte de su credibilidad. No fue responsable.

Fuente: Sebastián Torok – LA NACION DEPORTES – Fotos: Archivo – Crédito: afp – Archivo – Crédito: REUTERS / Marko Djurica – Crédito: Instagran/djokernole –