Hace 16 años fue el día de furia de Juan María Traverso con Gabriel Ponce de León tras un toque en la entrada a la recta en el TC de Río Cuarto…
Al final de todo, la historia termina contando muchos momentos imborrables que sucedieron cada vez más lejos en el tiempo. Y esto ocurrió un 23 de mayo de 2004 muy lluvioso, y quedó marcado por varios motivos en la memoria de muchos, aunque se trate de un hecho del automovilismo, con un tono extradeportivo.
Hace 16 años fue el día ‘P’ de Juan María Traverso y su recordada puteada tras el choque del Torino de TC contra el paredón de los boxes de Río Cuarto, tras un toque en la entrada a la recta del Ford de Gabriel Ponce de León. Busqué en el diccionario de la Real Academia Española para asegurarme el significado de esa palabra y en efecto, puteada es la «acción de putear, injuriar».
Eso ocurre habitualmente en el habla de los argentinos, y en especial ante una adversidad. Pero aquel insulto trascendió lo que podría ser una ‘mala palabra’ en una carrera de autos. Aquel día fue cuando Traverso, abordado por la televisión bajo aquel diluvio, tuvo su improperio histórico en medio de la calentura y el susto que se combinaron de manera perfecta en ese instante. Ese domingo fue un domingo de caos. El temporal, el agua, Traverso enardecido, la carrera con Pace Car, la gente mojada y llena de barro, parecía de noche cuando finalmente Norberto Fontana ganó su primera carrera con aquella Dodge…
Tuvimos el privilegio de estar en las notas de boxes de ese fin de semana para la televisión, con el habitual grupo de trabajo en cada carrera y con la cámara de Gabriel Campos, el ‘Loro’.
Era la segunda serie y Juan María Traverso lucía, quizás, el mejor Torino desde su regreso a la marca en el Turismo Carretera. Sin embargo, la ilusión no le duró más que 400 metros, ya que en plena aceleración se rozó con el Ford de Gabriel Ponce de León e impactó espectacularmente contra el paredón de boxes.
Llovía como nunca y las carreras se hicieron a duras penas. Empezaba la mañana bajo el agua. Para ese momento teníamos algunos inconvenientes con las conexiones con la fatídica antena de microondas que momentos antes de la salida de boxes de los autos a la pista había dejado de funcionar. La competencia se largó sin cámara de boxes ya que se intentó reparar la conexión y no se pudo solucionar el problema (nunca supe de qué se trataba).
Estábamos en la espera, todos con la mirada fija en el arreglo de la cámara que estaba casi apoyada en la pared interna de la calle de boxes. Los autos pasaban cerca y dejaban su spray por el agua de la pista. Estábamos empapados. En un momento dado, sentimos una explosión muy cerca de nuestro lugar, al punto que uno de nuestros compañeros, Hugo Gallardo, se cayó al piso por el cimbronazo. Por suerte fue solo un susto. La cámara se tumbó, y todo se desmoronó, aunque por suerte hacía unos segundos el problema de imagen se había solucionado. Levantamos la mirada y vimos que la trompa violeta de ‘Oca’ había volado y sobrepasado el paredón para caer justo en la calle de boxes. De milagro no lastimó a nadie.
Ahi nos dimos cuenta de que se trataba del auto del ‘Flaco’ Traverso. Cuando nos recompusimos del golpe contra la pared, pusimos la cámara en condiciones, nos dimos el ok con el camión de transmisión y emprendimos la búsqueda de los protagonistas de la piña. Ya sabíamos también que el otro involucrado era Gabriel Ponce de León. Lo hicimos casi corriendo porque estábamos llegando tarde para la televisión en directo y se trataba de un golpe fuerte de Traverso. A medida que nos acercábamos a los autos empezamos a entender la magintud de la piña. La maestría del ‘Loro’ con la cámara siempre prendida desde el arranque, fue lo que facilitó un poco el trámite del vivo y directo que se avecinaba… El auto del ‘Flaco’ estaba muy golpeado ya que había pegado contra la pared y rebotó unos metros sobre la pista. Traverso miraba el auto rodeándolo y nosotros esperábamos que se de vuelta y nos vea para poder tener la nota. El apuro era cada vez mayor, no se nos tenía que escapar y al menos había que intentar la nota por más difícil que sea el momento. Pero a la presión de tener que encarar al piloto en semejante calentura había que agregar un dato fundamental: nuestra urgencia se debía más que nada porque no queríamos que el Flaco se dispare y quedarnos sin la nota, porque además ¡siempre creímos que ya había hablado con todos los periodistas mientras nosotros estábamos arreglando la cámara!
Una vez que Traverso terminó de rodear el auto mirando los daños que tenía, ya estábamos más cerca de él y en ese momento solo atiné a preguntarle -¿qué pasó ‘Flaco’?
En ese momento, volvió el Traverso impulsivo, sanguíneo y sin la mínima intención de guardar las formas. «Es un hijo de p…. Yo corrí con pilotos bravos en mi vida, pero con p… como este, nunca. ¿Si lo voy a denunciar? Ma´ qué denuncia, lo voy a c… a trompadas», se descargó. Y siguió…
Y ahora nos damos cuenta que esa fue la chispa que lo encendió. Oyó mi pregunta, tomó aire, miró la cámara y empezó con una histórica y recordada serie de insultos (no digo que esté bien, ni que sea un ejemplo de nada), que quedó grabada que incluso se popularizó en programas de TV, incluso como ringtones de celulares.
En mi insistencia con las preguntas, quería saber si además de su enojo obvio y su calentura con Ponce de León, iba a tener alguna acción directa con las autoridades de la carrera, es decir alguna denuncia formal… Pero como quedó y se ve en el video, el ‘Flaco’ siguió diciendo de todo en una sarta de palabras y expresiones fuera de tono, pero si se quiere casi lógicas en la tensión y la adrenalina del momento que traicionaron la experiencia de Traverso en este tipo de situaciones.
Aquella situación en definitiva se produjo sin imaginarnos esa reacción de Traverso. Es más, cuando terminó la nota, salimos del lugar y me cucé con Daniel Bosco de Campeones a quien me acerqué y le pregunté qué le había dicho Traverso a él, ya que en la nota con nosotros, estaba muy enojado. El ‘Negro’ Bosco me miró y me dijo:- nada, no sé que dijo, si fue la primera y única nota que dio. Al rato otro colega me preguntó lo mismo y ahí entendimos que nunca nadie había hablado con Traverso y por eso la furia en ese momento.
Sin saberlo entramos en ‘la jaula del león’, pensando que estaba en calma…
Así fue la historia de la nota de Río Cuarto. Debo admitir que fue una de las notas que mayor repercusión ha tenido. A la distancia se puede tomar dimensión de lo ocurrido y hoy, 16 años después, lo recordamos cono una anécdota con el color típico de ese momento del TC y con el sello inigualable, guste o no, del Gran Juan María Traverso.
Fuente: Andrés Perco – Carburandi / JR – www.actualidaddeportiva.com.at – Foto:: Carburando – Video: Carburando – You Tube