El piloto británico, apoyado por los ingenieros de Mercedes, se impuso en el Gran Premio de España; suma 94 puntos en el campeonato y supera por 14 a Max Verstappen.
n el juego de las estrategias estuvo la diferencia. Lewis Hamilton y Mercedes sumaron en el Gran Premio de España una nueva victoria, la tercera en cuatro carreras en el calendario 2021 de la Fórmula 1; el piloto británico selló el éxito 98 en 270 presentaciones, la sexta en el circuito de Montmeló, donde se repite su nombre en lo más alto del podio desde 2017. Max Verstappen y Red Bull Racing, máximos rivales de la escudería de Brackley y que se enseñaron competitivos en el GP de Emilia Romaña, donde lograron quebrar al team que dirige Toto Wolff, debieron contentarse con ser segundos y sumar el punto extra que entrega la vuelta más rápida de la jornada. Un resultado con gusto a poco para quienes en la partida tomaron el liderazgo, tras una maniobra ajustada del neerlandés sobre Hamilton, un desenlace que evidenció el oficio de Mercedes para trazar planes y la perfecta ejecución de un piloto que no descansa rumbo a los objetivos y los récords.
Un golpe que desmoraliza ensayaron Hamilton y Mercedes, al demostrar que para vencerlos se necesita una tarea perfecta, sin fisuras en la pista y un trabajo cerebral y analítico desde el muro. Los ocho metros de distancia en la grilla, después de registrar la pole número 100 el sábado, se esfumaron en la Curva 1, donde el piloto de las siete coronas se vio superado y maniobró con inteligencia: si porfiaba la posición desencadenaba un roce con MadMax y la carrera de 66 vueltas se reducía a un sprint de 600 metros. Recortar la diferencia en el cronómetro, después de cuatro decenas de giros, una política que no rendía; con 25 vueltas por delante, James Vowles –ingeniero y jefe de estrategias de las Flechas de Plata– entró en escena, como lo hizo en el GP de Hungría de 2019. Otra vez asumiendo el riesgo, de nuevo para agigantar el reinado de Hamilton y de Mercedes.
El llamado para hacer una segunda entrada al pit, en el giro 42, el movimiento con el que Mercedes desarmó a RBR y a MadMax. Hamilton necesitaba interpretar algo distinto que su rival y los ingenieros le dieron una idea superadora para lidiar con ese momento. La ausencia de una reacción inmediata del equipo de Milton Keynes –que se aferró al plan de una detención- y el infernal ritmo que impuso el británico se conjugaron para que Toto Wolff –jede de equipo y accionista de Mercedes- celebrara con palmas y agitando los brazos cuando cayó la bandera a cuadros sobre el auto N°44. “Veintidós segundos fue un largo camino, pero fue una gran estrategia del equipo. Porque antes de ingresar estaba a tiro de Verstappen y el llamado me hizo dudar: lo ignoro o acepto la orden, me pregunté. Hice lo que el equipo me ordenó, eso demuestra la confianza que tiene un piloto en los que trabajan todo el tiempo para ofrecerte lo mejor y alternativas para cuando aparece un conflicto”, analizó Hamilton, antes de festejar en el podio.
“Ya lo has hecho”, lo animaron desde la comunicación por radio a Hamilton, que debía descontar a un promedio de un segundo por vuelta para llegar a Verstappen. “A este ritmo nos llega en la última vuelta”, advirtieron los suyos al neerlandés. Al igual que en Budapest, el 4 de agosto de 2019, el británico se demoró 18 giros en neutralizar a su rival y diseñar el ataque para la victoria. La Curva 1, donde cedió el lugar de privilegio, el lugar en donde terminó la obra, aunque seis vueltas antes de lo que imaginaron en RBR cuando Mercedes aplicó el nuevo escenario con la segunda detención.
En el recorrido, la radio de Verstappen enseñaba que el ataque sería imposible de repeler. “No sé cómo lo vamos a hacer”, disparó el piloto cuando le informaron que con los tiempos de vuelta que marcaba, Hamilton lo alcanzaría antes de lo pronosticado. “Estás perdiendo con Checo [el mexicano Sergio Pérez, compañero de garaje en RBR]”, le anunciaron, para que subiera el ritmo, aunque la respuesta de la mejor espada de Milton Keynes reflejó en la encrucijada en la que estaba inmerso: “Ellos compiten y yo estoy cuidando los neumáticos, pero si quieren también compito”. Un ritmo frenético significaba un mayor desgaste, lo que se traduciría a sostener la diferencia durante algunas vueltas, pero llegar al final de la carrera sin ninguna posibilidad de sostenerle la mirada a Hamilton.
La superación de Valtteri Bottas (Mercedes) a Charles Leclerc (Ferrari), una premonición de lo que sucedería tres vueltas más tarde entre Hamilton y Verstappen. Al final de la recta principal, el finlandés hizo la maniobra de adelantamiento prácticamente sin oposición del monegasco. “Me parece que no voy a llegar con neumáticos al final”, ofreció Hamilton, con preocupación. A esa altura, el británico marchaba a 3,2 segundos del líder, con 11 vueltas por delante. “Imagina cómo están los de Max”, lo calmó su ingeniero Peter Bonnington; MadMax se esmeraba para mantenerse en carrera, pero intuía que el triunfo era una ilusión con escaso sustento.
Llegó la vuelta 60, la estocada y la victoria. “Si saltábamos a una segunda parada tampoco estoy seguro de que lo hubiéramos atrapado. Es un salto para nosotros en comparación del año pasado, pero no estamos donde queremos estar: todavía somos un poco más lentos”, explicó Verstappen, que ante la resignación fue convocado para calzar neumáticos blandos y atrapar el punto extra de la vuelta rápida.
“No vamos a rendirnos. Estamos haciendo que Mercedes la pase mal. Es bueno para la F.1, porque la tuvieron fácil los últimos cinco o seis años”, alentó a su tropa Christian Horner, jefe de equipo de RBR, aunque la voz de Hamilton llegaba contundente: “Yo hice que el plan funcionara, pero la estrategia fue tremenda”. Red Bull Racing lanzó una batalla psicológica y Mercedes respondió en la pista con sus ingenieros y la voracidad de los campeones.
Vuelta 66
Final conocido: Lewis Hamilton se queda con el GP de España. Después del cambio de gomas, Verstappen se queda con el giro más rápido, con 1m18s149/1000.
Vuelta 60
Festejo en Mercedes: Hamilton supera a Verstappen, que ahora sí se detiene en boxes para cambiar neumáticos.
Vuelta 58
Con la estrategia de una sola detención y los neumáticos al límite, Verstappen resiste el acecho de Hamilton, que ya está a menos de cuatro segundos de alcanzarlo.
Vuelta 52
Mercedes ordena el sobrepaso de Hamilton a Bottas. El británico pierde tiempo en la maniobra. Verstappen primero; Hamilton, segundo, y Bottas, tercero.
Vuelta 43
Segunda detención de Hamilton (2s3/10). Con gomas amarillas hasta el final de la carrera. Verstappen al frente, pero aún le queda una detención.
Vuelta 35
Intensa batalla en la punta. Hamilton ya está a menos de un segundo de Verstappen.
Vuelta 28
En 2s7/10 Hamilton concreta su primera detención. Pero Verstappen pasa frente a los boxes segundos antes de su salida y es el nuevo líder de la carrera.
Vuelta 25
Problemas en Red Bull durante la detención de Verstappen. Una parada de 4s2/10, que puede contar en una carrera muy pareja en la lucha por el primer lugar. Hamilton queda primero; Leclerc, segundo.
Vuelta 24
Bottas, de Mercedes, el primero de los de arriba que ingresa para el cambio de gomas (2s7/10) y pasa del cuarto al sexto puesto.
Vuelta 22
El desgaste de neumáticos activa a los equipos. Varios empiezan a ingresar en boxes, pero no lo hacen aún los equipos de punta. Se acerca Hamilton, pero Verstappen sigue primero.
Vuelta 15
Las posiciones:
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Vuelta 8
Leclerc se sostiene en el tercer lugar pese al asedio de Bottas. Se queda Tsunoda en un lugar muy incómodo e ingresa el auto de seguridad.
Vuelta 1
Max Verstappen, de Red Bull, aventaja a Hamilton en la primera vuelta. También gana posiciones Charles Leclerc, con Ferrari, que alcanza el tercer lugar.