Que Argentina es reconocida mundialmente por su fútbol, que es campeón del mundo y que además ostenta a los dos mejores jugadores de la historia son realidades incontrastables.
Que desde hace décadas y en los últimos años aún más, los talentos surgidos del potrero y del hambre de gloria nutren de sangre latina los mejores equipos del mundo es sabido y agradecido por millones de hinchas de diferentes clubes del planeta.
Que cientos de miles de argentinos han emigrado producto de las eternas crisis, y más aún en la post pandemia, eligiendo diferentes destinos para vivir, pero principalmente España, es tan cierto como que Madrid, Valencia y Barcelona se convirtieron en Obeliscos itinerantes la noche del 18 de diciembre de 2022, cuando Lionel Messi levantó la Copa del Mundo en Qatar.
Que a pesar de la búsqueda en el exilio de un futuro mejor, la nostalgia por la tierra dejada, los mates familiares, los asados con amigos y los domingos de cancha les genera a gran parte de los argentinos que están en el exterior un nudo en el estómago.
La conjunción de estas variables dieron por resultado la creación del Club Argentino de Fútbol, un equipo fundado con sentimiento nacional y futbolero.
Inspirados en una necesidad emocional y en la asociación alrededor de una pelota, dos argentinos concibieron este club en el centro del fútbol europeo, que es Madrid, ciudad elegida, además por muchos compatriotas para vivir.
A su vez, la musa para la creación de este club la tomaron de antepasados españoles e italianos que en la Argentina crearon el Deportivo Español y el Sportivo Italiano, fundados a mediados de los ’50.
Entonces, estos dos argentinos recién llegados a España decidieron rendir homenaje a esa forma tan argentina de entender el fútbol: no sólo como un deporte, sino más como una herramienta de relacionamiento social, de encuentro en el interés común y de sentido de pertenencia que une.
Se trata de Adrián Varela, socio y directivo (fue presidente de Relaciones Públicas y Relaciones Internacionales) de River durante las dos presidencias de Rodolfo D’Onofrio, y Gustavo Nomdedeu, fanático de Boca y experto en administración y finanzas, quienes se juntaron a pesar de la diferencia de colores para darle nacimiento a un nuevo sentimiento: el ‘Granadero’, apodo que ya tiene el Club Argentino.
En medio de este proyecto, fue necesario conseguir al menos un campo, una pelota, y jugadores que la sepan jugar, claro. Entonces, eligieron la ciudad de Alcalá de Henares, en las afueras de la capital española, para con ayuda de profesionales españoles, armaron dos planteles –un juvenil sub19 y un primer equipo- que hoy mezclan nacionalidades varias. Hay argentinos, brasileños, peruanos, españoles y hasta un rumano en el conjunto de Primera.
Así, inscribieron contra reloj la nueva asociación deportiva en la Federación de Fútbol de Madrid, consiguieron una cancha donde entrenar y hacer de local, y en septiembre empezaron a competir en las categorías más bajas del fútbol español. Pero con sueños de crecer y ser grandes, como manda el ser argentino. Y de llegar a la Primera División de España en un futuro también, por qué no.
Fuente: Redactor Sección Deportes Clarín.com Deportes – Fotos: Club Argentino de España – LA NACION Deportes