El Halcón de Varela se impuso con dos tantos del delantero que debe volver a Boca en diciembre y el restante de Merentiel; Brítez y Corvalán convirtieron para el local.
SANTA FE.- El entonado Defensa y Justicia consiguió este jueves seguir de racha. Venció a Unión por 3 a 2, con un doblete de Walter Bou -dos golazos- y consiguió dar vuelta el resultado en el segundo período tras irse al descanso doblegado 2-1 por el tatengue, con goles de Brítez y Corvalán, después que Merentiel abrió la cuenta en favor del visitante.
El Halcón de Florencio Varela logró su cuarta victoria consecutiva (el equipo de Beccacece lleva ocho cotejos sin perder) y se va acomodando en el lote de los conjuntos que aspiran a jugar la próxima Copa Sudamericana. Sumó 37 puntos, está en el quinto lugar -aún lejos del líder River (46)- pero con una campaña que le permite soñar con ingresar a los torneos internacionales.
Lo mejor del partido
Unión, en cambio, perdió más que un cotejo. Tuvo un retroceso en su nuevo esquema colectivo que comenzaba a vislumbrarse tras el arribo del uruguayo Gustavo Munúa como entrenador. Hubo demasiados errores colectivos y escasa disposición a la reacción que se hacía evidente en la segunda parte del complemento. El Tatengue pudo haber igualado pero pagó cara su poca eficacia en la definición. Sus altibajos son evidentes y preocupantes. A ello se le suman variantes que nada resuelven.
A favor del local, debe decirse que Unión impuso su capacidad para administrar los espacios desde el primer minuto. Hubo un buen arranque defensivo, que complementaron los volantes, especialmente Machuca, Roldán y González, pero con algunas dificultades ofensivas. Luna Diale estuvo lejos del nivel de cotejos anteriores y García se debatió entre más errores que aciertos. Enfrente, Defensa siempre tuvo problemas para frenar al tatengue y mucho más para soltarse y pasar la mitad del terreno.
Un par de veces el local estuvo cerca de acertar y ponerse en ventaja. Pero el Halcón tiene lo suyo, lo sabe y apuesta a un acierto. Por eso, la primera vez que llegó “armado” ofensivamente, no perdonó. Miguel Merentiel ganó una posición entre los centrales y su corrida terminó en gol. Era mucho, demasiado premio para el visitante pero Unión sintió el golpe y su reacción se fue demorando. Distinto hubiese sido ese período inicial si Pizzini conectaba un centro de la izquierda ante un Moyano estático.
El tatengue se estaba recuperando cuando llegó el problema entre barras, detrás del arco del local, que generó un tiempo de 10 minutos de juego detenido. Después de las corridas y la lenta labor policial, y a minutos de la reanudación de las acciones, las cosas comenzaron a tener un mejor color para el local. De un error defensivo de Tripicchio llegó el tiro libre que conectó Brítez, de cabeza, ante una defensa “parada” para establecer la igualdad. Y cuando ya se jugaba tiempo adicionado, por aquella interrupción mencionada, llegó el golazo de Corvalán, con la complicidad del arquero Ezequiel Unsain y Unión se fue al descanso con la ventaja y muchos más argumentos a favor para justificar ese parcial.
El juego ganó en intensidad en el complemento. Defensa apostó y acertó. Walter Bou, el que por su paso por este equipo local no solo no celebró los goles sino que además pidió perdón a los hinchas tatengues, mostró su potencia ofensiva y el resto acompañó para evitar lo que Unión buscó tesoneramente pero con muy pocas ideas. El objetivo del visitante sigue intacto. Unión no puede cambiar. Sigue mostrando más de lo mismo.