De los épicos triunfos de Nalbandian y Del Potro al poco recordado de Lucas Arnold cuando el suizo era 702 del mundo. Sus otros cinco ocasionales verdugos albicelestes.
Roger Federer anunció su retiro a los 41 años, tras 24 temporadas de carrera en las que lideró el ranking durante 310 semanas (un récord de 237 consecutivas), conquistó 103 títulos (20 de Grand Slams) y se cansó de doblegar rivales dentro de la cancha. El suizo fue protagonista de dos rivalidades épicas, que marcaron la historia del tenis para siempre: con Rafael Nadal, con quien disputó 40 partidos y ganó 16, y con Novak Djokovic, a quien enfrentó 50 veces, con 23 victorias. Pero también se cruzó muchas veces con argentinos. Y aunque la mayoría de sus rivales albicelestes nunca lo pudieron vencer, hubo siete que sí se dieron el gusto de festejar al menos una vez ante uno de los mejores tenistas de todos los tiempos (para algunos, el mejor).
La victoria más resonante de una raqueta nacional ante Federer fue, sin dudas, la que consiguió Juan Martín Del Potro en la final del US Open 2009. El suizo, por entonces número uno del mundo, llegaba con la confianza por las nubes. Había conquistado ese año su primer y único título en Roland Garros y, poco después, el sexto en Wimbledon y su 15° «grande», para romper el récord de máximo ganador en esa categoría que compartía con Pete Sampras.
En su camino a la instancia decisiva del Grand Slam estadounidense, había cedido apenas dos sets y era el gran favorito en el duelo ante el tandilense, que tenía 20 años y estaba sexto en el ranking, pero era dueño de solo seis trofeos y no había alcanzado nunca antes esa ronda en un Major.
Pero Delpo -que había perdido los primeros seis duelos que había jugado con Roger- sorprendió y se impuso por 3-6, 7-6 (7-5), 4-6, 7-6 (7-4) y 6-2, en cuatro horas y seis minutos de juego, y se convirtió en el primer campeón de Grand Slam afuera del Big 3 desde Roland Garros 2005. El tandilense fue el último jugador no europeo en coronarse en un «grande».
Más tarde ese año, Del Potro volvió a vencer a Federer, en el round robin de las ATP Finals de Londres. Hilvanó luego tres triunfos consecutivos, en la final de Basilea y en la fase de grupos del Masters de fin de año, ambos en 2012, y otra vez en el choque por el título del torneo suizo, en la casa del ex número uno, al año siguiente. Lo derrotó también en los cuartos de final del US Open 2017 y en el duelo decisivo del Masters 1000 de Indian Wells 2018, el último match que jugaron.
En total, fueron siete triunfos para la Torre de Tandil. Claro que en el global, Federer le sacó gran ventaja, porque lo superó en cancha 18 veces. La primera, en la segunda ronda de Wimbledon 2007, cuando él ya era número 1 y el argentino estaba 56° en el ranking. Y la última, en la final de Basilea 2017.
David Nalbandian también festejó una victoria inolvidable ante el suizo. Fue en la final del Torneo de Maestros de 2005, que se jugó en Shanghai y al que el cordobés entró a último momento, por la ventana. Es que tras cerrar su temporada con una caída en la segunda ronda del Masters 1000 de París, el Rey David había vuelto a Argentina y tenía todo listo (hasta las valijas) para irse de vacaciones en un viaje de pesca con sus amigos. Pero una ráfaga de retiros tardíos le abrió la puerta para jugar ese certamen en suelo chino. El cordobés cambió la caña de pescar por la raqueta y terminó levantando uno de los trofeos más importantes de su carrera al vencer a una leyenda del tenis.
En Shanghai jugaron dos veces. En el primer partido de la fase de grupos, Federer se impuso por 6-3, 2-6 y 6-2. El suizo después derrotó a Iva Ljubicic y Guillermo Coria; y a Gastón Gaudio en semis. Nalbandian, le ganó a Coria y a Ljubicic y dejó en el camino a Nikolay Davydenko para meterse en el duelo decisivo. Y en ese partido, contra todos los pronósticos, el unquillense, en ese momento 12° del ranking, superó en cinco vibrantes sets a Roger, número uno, por 6-7 (4-7), 6-7 (11-13), 6-2, 6-1 y 7-6 (7-3).
Fue la sexta victoria del cordobés sobre Federer, para marcar el 6-4 a su favor en el historial. Las primeras cinco habían sido consecutivas entre el Masters de Montecarlo 2002 y el US Open 2003. El suizo, eventualmente, pasó a liderar la estadística y dejó el récord 11-8 a su favor con el triunfo por 6-2, 6-2 y 6-4 en la tercera ronda de Wimbledon 2011, la última vez que se cruzaron en el circuito.
Icónico también fue el triunfo que firmó Lucas Arnold ante Federer, uno de los dos argentinos que tiene récord positivo ante el suizo. Es que el porteño fue, sin darse cuenta en ese momento, actor secundario del primer capítulo de la historia extraordinaria de Roger con la raqueta.
En julio de 1998, un Federer adolescente, que todavía no había cumplido 17 años y estaba 702° en el ranking, pero que ya se proyectaba como una gran promesa, recibió una wild card para jugar en Gstaad su primer torneo ATP. El sorteo lo dejó cara a cara con Arnold, que tenía 23 años y era el 88° del mundo. El argentino -que más tarde se enfocó de lleno en el dobles- no tuvo piedad y lo derrotó por un doble 6-4. El match, el único que jugaron entre ellos, no tuvo en ese momento gran trascendencia, pero luego entró luego en la historia.
«Me tocó jugar contra un junior suizo y en ese momento Suiza no tenía mucha historia en el tenis. Roger mostró un buen servicio, un buen golpe de derecha, pero su revés era débil, nada bueno. Nunca pensé ni imaginé que sería uno de los mejores del mundo y de la historia. Es increíble que haya progresado como jugador para ser lo que llegó a ser», comentó hace un par de años Arnold en charla con la ATP.
El otro tenista de nuestro país que lidera su frente a frente con Federer es Franco Squillari. El zurdo, que llegó a ocupar el 11° escalón del ranking, enfrentó dos veces al suizo, una sobre polvo de ladrillo y otra sobre cemento. Y las dos veces le ganó. La primera, en la ronda inicial del Masters de Hamburgo 2011, en la que se impuso por 6-3 y 6-4. Él estaba 19° en el ranking y su rival, 18°. La segunda, en el debut en el ATP de Sydney 2003. El helvético ya era el número seis del mundo y el argentino, que se ubicaba 81°, lo venció por 6-2 y 6-3.
Mariano Zabaleta tiene una historia particular con Federer: se cruzaron cuatro veces, todas en torneos de Masters 1000. El tandilense, ex 21° del ranking, celebró en el primero de esos choques, en la segunda rueda de Miami 2000. El suizo le ganó luego los otros tres, en Montecarlo 2002, Roma 2003 y Miami 2005.
Otro que solo jugó con Roger en torneos de esa categoría fue Guillermo Cañas, que se anotó a lo largo de su carrera tres victorias ante el suizo, en un frente a frente que quedó igualado 3-3. Ex número ocho del mundo, el nacido en Tapiales le ganó en la primera ronda de Toronto 2002 y de Indian Wells 2007 y en los octavos de Miami, ese mismo año. Y perdió en las semis de Indian Wells 2005, los octavos de Madrid 2007 y la segunda ronda de Roma 2008.
El último de la lista de argentinos que consiguió doblegar al suizo dentro de una cancha fue Federico Delbonis. Fue en las semis del ATP 500 de Hamburgo 2013. Roger, quinto del ranking, era el máximo favorito al título. El azuleño, 114°, había arrancado desde la qualy y se había convertido en la gran sorpresa del certamen. Y en ese choque, doblegó en dos tie break al helvético, a quien venció por 7-6 (9-7) y 7-4 (7-4) para meterse en la primera final de su carrera, que luego perdió con Fognini.
Federer se tomó revancha cinco años más tarde, cuando lo superó por 6-3 y 7-6 (8-6) en la segunda ronda de Indian Wells para igualar 1-1 el historia de enfrentamientos.
Los otros argentinos que se dieron el gusto de enfrentar a Federer alguna vez, pero terminaron rindiéndose ante Su Majestad, fueron Máximo González, Juan Ignacio Londero y Brian Dabul (todos quedaron 0-1); Carlos Berlocq, Guido Pella y Diego Hartfield (0-2); Guillermo Coria (0-3); Juan Mónaco, Diego Schwartzman y Leonardo Mayer (0-4); Gastón Gaudio y José Acasuso (0-5); y Juan Ignacio Chela (0-6).
