El médico abusador le ofreció a la marplatense tratarla en EEUU en 2011.
La gimnasta Ayelén Tarabini, de 28 años, quien se retiró en abril pasado mediante una carta en la que denunció maltratos de dirigentes de la Confederación Argentina y del head coach del seleccionado albiceleste, el brasileño Roger Medina, conoció al abusador Larry Nassar, mantuvo vínculo durante varios años y fue invitada por él para viajar a EEUU a tratarse. Zafó. Y ella misma lo reconoció en 2018 después de que se conociera la condena a 175 años. En su momento, Tarabini contó que tenía buena relación, aunque nunca tuvo comportamientos raros con ella ni fuera de lugar. Lo conoció en los torneos y dijo que Nassar la identificaba (y le remarcaba) por su sonrisa. Como las gimnastas argentinas en general no tienen posibilidades de viajar con sus médicos surgen relaciones con los de otros países, que a veces las asisten. Por caso, Tarabini ha lidiado mucho con lesiones a lo largo de su carrera. En 2011 se cortó el tendón de Aquiles y Nassar le envió una encomienda con videos para ayudarla, más una carta escrita a mano en la que la invitaba a viajar a EEUU. Tarabini no fue simplemente por no tener el dinero para costear los gastos. En este sentido, la marplatense detalló tras conocerse la verdadera cara del médico: “Para el mundo de la gimnasia Nassar era uno de los mejores médicos. El equipo de EEUU es una potencia y él era el mejor. Ahora es un monstruo”.
En otro orden, Ailén Valente, la olímpica argentina en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 y actualmente viviendo en Nueva Zelanda, escribió un largo texto en su cuenta de Instagram tras ver “Atleta A”: “Terminé de ver este documental con lágrimas en los ojos y preguntándome: ¿Cuánto tiene que pasar una gimnasta para ser parte de un equipo nacional? Abuso de poder, desórdenes alimenticios, abusos sexuales, maltratos. ¿Cuántas cosas se normalizaron «porque son parte del camino»? ¿Cuántos adultos responsables poniendo por delante un resultado antes que el abuso de cientos de nenas? (…) Desde mi lugar nunca he sufrido ningún abuso sexual pero he vivido cientos de situaciones de abuso de poder (…) Y conozco muchas otras de gimnastas conocidas que no son ni fueron agradables. La gimnasia es un deporte (que se practica) desde muy joven y se necesitan profesionales que realmente traten a cada gimnasta y averigüen las cosas que pasan en el día a día (…) El verdadero entrenador es quien entiende que a pesar del camino hay una persona detrás de eso. El camino es duro pero hay que disfrutarlo, no padecerlo (…) Espero que todas las gimnastas de hoy amen y disfruten este deporte y que, si realmente la pasan mal, puedan hablar”.
Fuente: LA CAPITAL – OVACIÓN – Foto: LA CAPITAL – OVACIÓN