El tenis tiene esas cosas, hay días que todo fluye y otros que todo luce complicado y cuando eso ocurre la calidad de un jugador suele marcarse por su forma de competir y de sobrevivir.
Así fueron las últimas jornada del cabeza de serie No. 11 Diego Schwartzman en el BNP Paribas Open, donde ya está en los octavos de final. Es que el argentino tuvo una jornada de trabajo extensa para sumar su segundo triunfo ante Daniel Evans por 5-7, 6-4 y 6-0, dos meses después de superarle en la primera ronda del Western & Southern Open de Cincinnati.
Así, tras recuperarse de un set uy un quiebre en contra, el argentino volvió a demostrar que cuando las pelotitas queman el siempre apretara los dientes. Tras salvar dos puntos de partido ante Maxime Cressy en su debut, el Peque otra vez logró reaccionar a tiempo para desenredar a un rival siempre difícil y firmar la victoria en dos hora y 19 minutos de juego.
Para el actual No. 15 del mundo el partido ante Evans fue una montaña rusa de emociones. Comenzó 5-2 adelante, teniendo el dominio de los rallies desde el fondo de la cancha, hasta llego a estar a dos puntos de llevarse la primera manga en ese juego. Desde allí, su rival subió el nivel y el cayó en un pozo, cediendo siete juegos al hilo.
Sin embargo, cuando el británico parecía que se encaminaba al triunfo estando a dos games de sellar el partido, Schwartzman volvió a encontrarse en sintonía, bajó la cantidad de yerros y adquirió su orden habitual en la construcción de los puntos para igualar el desarrollo.
En el tercer set, todo ya fluyó hacia su lado, logrando llevarse los últimos diez juegos al hilo del partido para un cierre con holgura, tras firmar 36 tiros ganadores en todo el partido. «Empecé un poco mejor que el pero después no pude cerrar el primer set y no encontraba el partido y mi actitud no era buena, pero por suerte me dejaron una chance para volver y después mejoré y lo cerré bien», dijo el argentino, que disputó su partido No. 50 de la temporada.
«A partir de Roland Garros empezamos a tener algunas libertades, empecé a entrenar mejor y en casi todos los torneos pude ser más regular y quiero mantenerme de esta forma en las semanas que quedan», explicó.
En tanto, el undécimo preclasificado en el Desierto sigue manteniendo el optimismo de sumar un caudal importante de puntos que le permiten acercarse a los puestos de clasificación para la Carrera FedEx ATP A Turín. Ahora, por el pase a cuartos se medirá ante Casper Ruud, quien se impuso a Lloyd Harris en tres sets.
«Ahora es uno de los mejores del mundo, gano cuatro de los últimos 5 torneos que jugó, por eso es muy difícil jugar contra un rival que tiene mucha confianza «, definió Schwartzman sobre su próximo rival. «Tengo que mejorar, pero debo encontrar la forma de tener alguna chance y veremos qué pasa. Tal vez puede tener un mal día después de tantos buenos», dijo entre risas.
El argentino lidera el Head2Head por 4-2, pero el noruego se llevó los últimos dos partidos, ambos en 2021 en Cincinnati y Montecarlo.