“Haber ganado este trofeo diez veces fue, incluso, una sorpresa para mí. He vivido muchas experiencias e historias en estas canchas y estoy muy agradecido de poder estar aquí de nuevo con todos ustedes”, expresó Federer, que fue honrado por el torneo con un nuevo trofeo. El legendario Maestro helvético triunfó por primera vez sobre el césped de Halle hace veinte años, cuando se adjudicó la final contra Kiefer. Federer, ahora de 41 años, ganó el último de sus diez títulos en 2019, contra David Goffin (Bélgica). El brillante récord de Roger en el torneo es de 69 triunfos y ocho caídas; es más, desde 2003 y hasta 2006, el suizo conquistó el “doblete de césped” en Halle y Wimbledon.

Federer y el clásico torneo alemán también entablaron una relación única a largo plazo: Roger firmó un contrato de por vida sin precedentes en el tenis profesional, que siempre lo vinculó a la competencia de Halle durante la semana. En los primeros años de su compromiso con el torneo, Federer llegaba allí en su propio automóvil; luego empezó a viajar en avión. Para esta ocasión, llegó en esta última opción, acompañado por su padre, Robert, que generalmente presenciaba el torneo.

Popularmente retirado en septiembre pasado, con su participación en la Laver Cup (el torneo de exhibición que su propia agencia organiza), Federer firmó cientos de autógrafos y se cruzó en las entrañas del certamen de Halle con su último rival oficial: el polaco Hubert Hurkacz. Actual 17° del ranking mundial, Hurkacz se impuso al suizo el 7 de julio de 2021, en los cuartos de final de Wimbledon, por 6-3, 7-6 (7-4) y 6-0. En el actual certamen, el polaco se medirá en los 8vos de final con el neerlandés Tallon Griekspoor.

Pasarán los años, nuevos tenistas se destacarán en el circuito, pero la figura de Federer seguirá encandilando eternamente. Mucho más cuando llega esta etapa del tour, la gira sobre césped, una superficie que Roger dominó con maestría.