El doblista asume que el equipo nacional es el favorito, pero que no debe subestimar al rival.
El marplatense Horacio Zeballos, un doblista de elite (actual número 5, ex 3°), regresó a la Argentina tras su participación en el torneo de Acapulco (en pareja con el español Marcel Granollers cayó en los cuartos de final) y de inmediato se sumó a los ensayos del equipo argentino de la Copa Davis que el viernes y sábado próximos, sobre el polvo de ladrillo del Buenos Aires Lawn Tennis Club, se medirá con la República Checa, por los Qualifiers, buscando un lugar en la fase de grupos de las Finales, que se disputarán en septiembre.
“Me siento muy bien. Arrancamos bien el año, con dos semanas en el Abierto de Australia [llegó las semifinales con Granollers], ahora llegué de Acapulco y, aunque estaba cansado, la Copa Davis en lo anímico te tira para arriba. Más jugando de locales, estar con la familia, con el equipo… Hoy me entrené más de dos horas, algo a lo que no estoy tan habituado en el circuito. Estoy con mucha alegría”, apuntó el zurdo Zeballos, el argentino con más títulos de dobles de la historia (18, dos más que Guillermo Vilas).
La última serie de Copa Davis disputada por la Argentina todavía está fresca en la memoria (en septiembre pasado, en el BALTC). El rival, Bielorrusia, llegó al país con una formación modesta y con juveniles, y pese a ello le hizo fuerza al conjunto que todavía capitaneaba Gastón Gaudio (fue triunfo 4-1, aunque los europeos comenzaron adelante con la victoria de Daniil Ostapenkov -de 18 años, sin ranking profesional- sobre Diego Schwartzman).