Si bien sigue lejos de River, el equipo de Pellegrino cuenta con argumentos para sostener la pelea por el título; Lucero y Tarragona, los goles visitantes; Garro descontó para la Lepra.

OSARIO.- Vélez venció por 2-1 a Newell’s como visitante, en un partido de la jornada 15 de el Torneo 2021. Sigue en la zona de los primeros puestos, está enfocado, tiene las ideas claras y un funcionamiento acorde a esas virtudes. No se baja de la pelea por el título y a la par sigue firme en la tabla para llegar a la Libertadores, una Copa que tiene mucho sabor en Liniers. Para el local el gol fue marcado por Juan Garro (a los 91 minutos, en tiempo de descuento). Para el Fortín anotaron Juan Lucero (a los 6 minutos) y Cristian Tarragona (a los 82 minutos). El equipo dirigido por el cordobés Mauricio Pellegrino sumó su noveno encuentro sin caídas (seis triunfos, tres empates).

En un encuentro con emoción hasta el último segundo, ganó en Rosario de forma mas que justa, ante un rival que no levanta cabeza. Newell’s sigue en deuda, adentro y afuera de la cancha. Está muy abajo en la tabla, es el segundo equipo mas goleado y con esta derrota llegó a la cuarta consecutiva en el Coloso.

Lo mejor del partido

La anterior dirigencia de Newell’s armó un plantel mediocre, con jugadores de muy bajo nivel como Gabriel Compagnucci y Manuel Capasso. Esa falta de jerarquía la puede pagar en unos años. Cristian Damico, el expresidente, dejó una deuda post concursal aterradora, casi 450 millones de pesos. El equipo, salvo excepciones, es un reflejo,

Vélez sufrió mas de la cuenta. Dilapidó varios ataques que pudieron cerrar el partido mucho antes. Tal vez se sabía ganador, pero le faltaba demostrarlo en los hechos. Se le había complicado cuando la ventaja era mínima y no acertaba el segundo gol. Cuando Tarragona lo concretó, el descuento de Juan Garro en el descuento volvió a subirle la angustia, a la par de la ilusión.

El primer cuarto de hora fue una clase de buen pie y de utilización acertada de los espacios. Por izquierda, Federico Mancuello y Ortega fueron imparables; a ellos se acoplaba Lucas Janson. Convirtió el primer gol a los seis. La tocó todo el medio campo, Janson puso una asistencia a la carrera de Ortega y su centro “Premier League”, lo encontró a Lucero entrando al área chica, ante cierta pasividad de los centrales rojinegro.

El pasaje posterior fue atronador para el visitante. Aguerre le tapó el segundo a Guidara contra un palo, y tras cartón, un remate de Federico Mancuello, no entró de milagro. Superioridad absoluta.

Se rehízo y emparejó con ganas el equipo rosarino, pero se chocó en dos oportunidades con Lucas Hoyos el arquero velezano. Por si hacía falta, el uno velezano respondió. Algo estuvo claro mas allá del resultado. La postura de un equipo y otro. Solvente el ganador, a los tropezones el local. Fernando Gamboa empieza a tener los días contados en esta segunda etapa como técnico.

Vélez siempre tuvo una velocidad más. Y si el local siguió en partido es porque Janson, Lucero y Almada no fueron efectivo en cada corrida ante las narices de Aguerre. Por eso el local, con el ingreso de Maxi Rodríguez como novedad, lo tomó de la solapa y lo empujó contra su arco. Apareció Hoyos otra vez, aunque lo del local solo fueron intenciones, aunque nunca se resignó.

Lo de Pellegrino lo volvieron a perder a los 30 entre Luca Orellano y Almada. Cristian Tarragona hizo lo que sus compañeros no: marcar el segundo a los 37. Aprovechó una chambonada doble entre Compagnucci y Capasso, y la puso lejos de Aguerre.

Vélez creyó que la victoria estaba asegurada, pero volvió a sobresaltarse cuando Garro de cabeza, puso el descuento a los 46, con cuatro minutos por jugar. La emoción recorrió el Parque Independencia. Intentó tirar centros pero ni eso pudo el local, que se llevó de sus hinchas la reprobación por la derrota y de dos temporadas muy malas.

Vélez no se lleva solo tres puntos desde Rosario. Se lleva confirmaciones, el sueño intacto y el convencimiento que puede seguir creciendo para arriesgarse a grandes empresas.