El australiano no fue un forward destacado, pero sí sobresale como entrenador; antes de ocupar un lugar en el staff del seleccionado durante la era Ledesma, era seguidor del rugby nacional.
Subcampeón mundial y campeón del Rugby Championship, la Heineken Cup y el Súper Rugby. Pergaminos no le faltan a Michael Cheika. No obstante, la principal cualidad que lo propulsó a ser el entrenador de los Pumas no es su vitrina sino el profundo vínculo que lo hermana al rugby argentino.
La relación comenzó incluso mucho antes de ser asesor en el staff de Mario Ledesma durante los últimos dos años. “No es ningún secreto que yo soy un gran admirador del jugador argentino y del rugby de aquí en general”, había dicho en una entrevista para LA NACION en ocasión de su primera visita al país como entrenador de los Wallabies, en el Rugby Championship 2015.