El equipo Red Bull leyó muy bien las estrategias y con su piloto estrella superó al McLaren de Lando Norris.
Nunca se detiene. Su talento especial y la lectura que hizo Red Bull resultaron perfectas para quedarse con el Gran Premio de Barcelona. No le importó que no haya partido desde el primer lugar: tuvo paciencia, buen ritmo y la elección de cada parada le dieron el dividendo que pretendía. Max Verstappen brindó otra función en su lucha con Lando Norris y supo gestionar cada movimiento para darle un golpe a la sorpresa de George Russell, que tuvo un arranque espectacular. El neerlandés acumuló su séptima victoria de la temporada y acumula 61 victorias en su trayectoria. “Muy bien ejecutada la carrera”, le dijo a Verstappen el director del equipo, Christian Horner.
La lucha entre Verstappen y Norris fue hasta el final de la carrera. Incluso, el neerlandés, que ganó por cuarta vez en Barcelona, apenas le sacó poco más de dos segundos al piloto británico, que volvió a demostrar que le dará pelea durante todo el año a Red Bull. En la tercera plaza llegó Lewis Hamilton con Mercedes.
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Fue una tremenda salida de George Russell, que desde el cuarto lugar saltó a la primera posición. Lando Norris tuvo una buena largada, pero entre la presión de Max Verstappen y la aparición del piloto británico de Mercedes, el dueño de la pole quedó en el tercer lugar.
En la tercera vuelta, todo el talento de Verstappen quedó sobre la pista, porque cuando desde los boxes le advirtieron que tenía una buena oportunidad de adelantar a Russell, el campeón del mundo no dudó ni un instante y en la vuelta uno del circuito realizó una maniobra impecable para quedarse con la primera ubicación.
En la vuelta 35 se vivió el momento más emotivo de la carrera con la lucha entre Lando Norris y George Russell, que ofrecieron una batalla por la segunda posición en la que durante cuatro curvas se alternaron la ubicación y finalmente el piloto de McLaren se quedó con la plaza y estalló el estadio con los fanáticos. Verstappen vio por su retrovisor el mano a mano y sintió que la carrera estaba más compleja con Norris por detrás, ya que mostró un ritmo infernal con aire más limpio.
En la vuelta 45, Max Vertappen ingresó a los boxes y sorprendió con la colocación de neumáticos blandos cuando todavía faltaban más de 20 giros. Lando Norris se quedó con el primer lugar y con gomas medias, lo que le permitió sostenerse en pista unas vueltas más. Desde los boxes le dijeron al piloto de McLaren que ésa era la chance de poder ganar la carrera.
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En el giro 48 volvió a modificarse la escena, porque llamaron a boxes a Lando Norris para colocarle neumáticos blandos, ya que los que eligieron ese compuesto estaban volando en pista. Eso generó que Verstappen recuperase la punta y McLaren quedase segundo a más de siete segundos de diferencia con el Red Bull.
En el final de la prueba Verstappen se dedicó a administrar los neumáticos y eso le permitió mantener a distancia de Lando Norris que hizo su máximo esfuerzo, pero no le alcanzó para descontar esos dos segundos finales. “No fue un buen arranque”, se escuchó al piloto de McLaren decir por radio a su equipo.
Tras la victoria Verstappen explicó: “He conseguido esta primero en la segunda vuelta y aumentar la ventaja, pero hemos tenido que defendernos de Lando y McLaren, que especialmente al final de las tandas eran más rápidos. He tenido que hacer algo de ‘rally’ en la recta y he perdido algo de inercia, pero estaba determinado ha conseguir la punta. Aquí los neumáticos se calientan mucho, así que he derrapado bastante”.
Mientras que Lando Norris se lamentó por la chance perdida de ganar la competencia: “Debería haber ganado. Creo que éramos el coche más rápido, pero lo perdí las chance al principio. Tengo que trabajarlo para la próxima vez, pero aun así ha sido un buen resultado para el equipo. Estoy un poco frustrado”.
La próxima cita, el fin de semana del 30 de junio próximo, será en Austria, donde la Fórmula 1 llevará todo su show y seguirá la lucha entre Red Bull y McLaren.
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