Argentina remontó el resultado luego de ir perdiendo por 17 y se impuso 67-27, en su mejor resultado histórico ante un equipo del Tier.
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SANTA FE.- Mateo Carreras recibió el off-load de Matera, hizo una eléctrica corrida hacia el in-goal, voló hacia el try y señaló a la tribuna. El estadio, que se había apagado después de un arranque candente, entró en ebullición. Ya iban 31 minutos de juego. Recién allí los Pumas empezaron a jugar. La conquista del tucumano le dio vida al equipo argentino que hasta allí venía jugando un partido desconcertante, lo inyectó de confianza y contagió al público santafesino. A partir de allí, los Pumas se adueñaron del control físico y psicológico del partido ante los Wallabies y se encaminaron a una gran victoria que los deja como los únicos aspirantes a arrebatarles el título del Rugby Championship al líder, Sudáfrica.
Con el ímpetu de esa jugada, los Pumas revirtieron una desventaja de 17 puntos para imponerse 67-27 a Australia con un festival que incluyó nueve tries, dominio de los forwards (scrum incluido) y el floreo de los tres cuartos. Se trata de la victoria más amplia en la historia de los Pumas ante un equipo del Tier 1 y, por añadidura, en sus 13 años en el Rugby Championship. El triunfo con bonus deja a la Argentina con 10 unidades, ocho detrás de Sudáfrica, el rival de los últimos dos partidos del certamen: el 21 de septiembre en Santiago del Estero y siete días más tarde en Nelspruit. Pumas y Springboks son los únicos seleccionados que quedan en carrera en la lucha por el título.
¿Y qué agregar de aquella jugada clave? Hay que darle medio try y un poco más a Juan Cruz Mallía, que primero evitó que la patada australiana se convirtiera en line-out con una pirueta circense y luego capturó en las alturas la carga de Albornoz; Matera tomó la posta, se cargó un par de australianos y soltó la ovalada para la entrada relampagueante de Carreras, el mejor del partido entre varios rendimientos altos.
Esta vez, las individualidades levantaron el juego colectivo. Los Pumas jugaron una primera media hora desastrosa, en la que reiteraron las falencias del duelo ante los australianos de la semana pasada en La Plata: knock-ons en situaciones claras de try (hubo cuatro situaciones desperdiciadas dentro de las 22 en ese lapso, más tres pérdidas en mitad de cancha) y desacoples defensivos que propiciaron dos tries fáciles de los visitantes, que se adelantaron 20-3.
El público santafesino, que colmó la cancha de Colón (unas 33.000 personas), hizo sentir su calor de entrada. Después de dos encuentros en que la lluvia impidió que los Pumas jugaran el juego que se proponen y no se adaptaron a las condiciones climáticas a la altura de los rivales, esta vez Santa Fe propició sol y calor ideales para jugar al rugby. Que terminó en una fiesta inesperada, de acuerdo a lo que se había visto en el comienzo. Así, los Pumas retemplaron el ánimo con una paliza histórica que golpeará fuerte a Australia y le dejará a la Argentina la mejor sensación: se puede jugar así incluso contra los peso pesados.
Levantarse en el peor momento
Del 20-3 en contra los Pumas pasaron a 20-17 en los últimos 10 minutos del primer tiempo gracias al try de Carreras y otro de Julián Montoya, en su partido número 100 con la camiseta de los Pumas (el quinto en alcanzar la centena, detrás de Agustín Creevy, Nicolás Sánchez y Pablo Matera). El capitán también festejó efusivamente. Él inició la acción con una pesca, él la culminó entrando a pura potencia. Cuando los Pumas se conectaban lograban avanzar, ya sea corto con los forwards o abriendo la pelota a las puntas; sólo sus propios errores, reiterados, los detenían. Pero Carreras se enojó y la historia empezó a cambiar. Matera se apresuró al buscar el try en el cierre del primer tiempo (no llegó y cometió knock-on) y los Pumas debieron esperar a la segunda mitad para pasar al frente.
Prolongaron el ímpetu con el que habían terminado la primera mitad y rápidamente consiguieron dos tries que definieron el partido, uno tras un line-out ofensivo y otro a continuación de un scrum, que en este partido funcionó muy bien. Lejos de levantar el pie del acelerador, los Pumas mantuvieron la voracidad. A las grandes actuaciones de Mateo Carreras, Mallía y Montoya se acoplaron los que entraron desde el banco, como Joaquín Oviedo o Santiago Carreras, que ingresó de fullback. Esta vez el cordobés le cedió la 10 a Tomás Albornoz, y en su primer partido importante como titular cumplió una buena labor, incluido un gran tackle sobre Marika Koroibete que salvó un try, demostrando que puede ser una buena alternativa y dejando atrás el error del partido anterior que derivó en la dolorosa derrota sobre el final.
A esa altura, Australia ya había bajado los brazos. En los últimos 20 minutos, el partido se desvirtuó. Los Pumas siguieron presionando y cada avance terminó, indefectiblemente, abajo de los palos. En ese último cuarto lograron cinco tries más. Tan sólida performance y tan holgada victoria devuelven a los Pumas al camino del que se habían desviado en los últimos dos partidos. Pero todavía no los exime del pecado de irregularidad que los caracteriza en los últimos años. Ni siquiera al interior de un mismo partido.
Ante los bicampeones del mundo, una ventaja como la que dieron en la primera media hora no va a resultar indemne. La misión es seguir elevando el nivel y evitar caer en los habituales lapsus de desconcentración. Cuando lo consiguen, los Pumas son cosa seria. ”No lo soñé”, cantó el Indio Solari en los altoparlantes del estadio sabalero. El público se acopló a los festejos y le rindió a los Pumas una cálida despedida. Se vienen los Springboks, con la posibilidad de pelear por el título. Sin perder de vista que la brecha todavía es amplia, una actuación como esta invita a soñar.
Síntesis de Argentina 67 vs. Australia 27
Argentina: Juan Cruz Mallía; Bautista Delguy, Lucio Cinti, Santiago Chocobares y Mateo Carreras; Tomás Albornoz y Gonzalo Bertranou; Marcos Kremer, Juan Martín González y Pablo Matera; Tomás Lavanini y Guido Petti Pagadizábal; Joel Sclavi, Julián Montoya (capitán) y Thomas Gallo.
Entrenador: Felipe Contepomi.
Cambios: ST, Santiago Carreras por Delguy; 6 minutos, Eduardo Bello por Sclavi y Joaquín Oviedo por Lavanini; 18, Franco Molina por Petti Pagadizábal; 25, Ignacio Ruiz por Montoya; 30, Mayco Vivas por Gallo, Santiago Grondona por Matera y Gonzalo García por Bertranou, y 32, Sclavi por Bello.
Australia: Andrew Kellaway; Max Jorgensen, Len Ikitau, Hamish Stuart y Marika Koroibete; Ben Donaldson y Jake Gordon; Carlo Tizzano, Harry Wilson (capitán) y Rob Valetini; Jeremy Williams y Nick Frost; Taniela Tupou, Matt Faessler y Angus Bell.
Entrenador: Joe Schmidt.
Cambios: PT, 36 minutos, Alan Alaalatoa por Tupou; ST, James Slipper por Bell; 5, Josh Nasser por Faessler y 15, Tate McDermott por Gordon y Tom Lynagh por Donaldson; 19, Langi Gleeson por Valetini, y 26, Josh Canham por Frost y Josh Flook por Ikitau.
Puntos
Primer tiempo: 2 minutos, penal de Albornoz (Arg.); 5, penal de Donaldson (Aus.); 15, gol de Donaldson por try de Tizzano (Aus.); 21, penal de Donaldson (Aus.); 29, gol de Donaldson por try de Kellaway (Aus.); 31, gol de Albornoz por try de M. Carreras (Arg.), y 37, gol de Albornoz por try de Montoya (Arg.). Resultado parcial: Argentina 17 vs. Australia 20.
Segundo tiempo: 8 minutos, gol de Albornoz por try de González (Arg.); 17, gol de Albornoz por try de Matera (Arg.); 22, gol de Albornoz por try de Oviedo (Arg.); 25, penal de Albornoz (Arg.); 29, gol de Lynagh por try de McDermott (Aus.); 31, try de Mallía (Arg.); 34, gol de Albornoz por try de Mallía (Arg.); 37, gol de S. Carreras por try de Oviedo (Arg.), y 41, gol de S. Carreras por try de Cinti (Arg.). Amonestados: 29, Kellaway (Aus.). Resultado parcial: Argentina 50 vs. Australia 7.
Árbitro: Pierre Brousset (Francia).
Estadio: Brigadier General Estanislao López, de Santa Fe.